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YoonGi

El grifo seguía goteando a pesar de haber cerrado la llave. El sonido que producían las gotas al caer dentro de la tina de baño, que estaba llena, llegando al borde, era lo único se escuchaba. Eso y el sonido de nuestras respiraciones tranquilas y nuestros labios chocándo. Besándonos despacio. Sin prisas. Disfrutándo nuestro tiempo juntos.

La bañera no era muy grande a decir verdad. Park apenas y cabía estándo sentado con las piernas estiradas. Yo me las arreglé sentándome sobre sus muslos, mirándolo de frente, con las piernas entrelazadas alrededor de su abdomen. Sus brazos rodeaban mi torso. Uno de los míos, su cuello. Mi mano libre jugueteaba con algunos mechones de su cabello mojado. El agua le llegaba hasta el pecho. A mí, hasta el ombligo.

No sé por cuánto tiempo estuvimos besándonos. El sentir sus labios contra los míos era delicioso, sin embargo me detuve.

-Park Jimin...-musité contra sus labios.

-¿Sí, pequeño?- susurró él, con los ojos cerrados.

Posé mi mano en su mejilla, acariciándolo suavemente. Jimin respiró hondo por la boca. Yo suspiré.

-¿Quién te dijo que estaba en casa de Jin?

Jimin esbosó una sonrisa, mirándome divertido.

-Fue NamJoon.- confesó- Dijo que no podía permitir que lo nuestro terminara de tan "trágica y desdichada" forma.- agregó lo último  entre risas.- Tienes buenos amigos, rubio.

Rubio.

Después de mucho tiempo, Jimin volvió a llamarme rubio.

"-No puedo dejar de pensar en ti, YoonGi...

Besó mi nuca, haciéndome estremecer.

-No logro sacarte de mi mente.

Otro beso en el mismo lugar.

-Mírame.

Tímido, ne giré para encontrarme con la dulce mirada del moreno. Una de sus manos se posó sobre mi mejilla, provocándo un torbellino de emociones desconocidas en mi interior.

-Lamento las preguntas que te hice, perdóname si te he ofendido.- me dijo sincero y depositó un beso en mi frente. Permanecí en silencio. Nervioso. Incluso avergonzado. Nadie jamás me había hecho sentir así. Nadie había logrado que mi corazón latiese tan rápido como en aquél momento.

-No puedo evitarlo, quiero saber todo sobre ti, YoonGi.

Un ligero beso en mis labios.

Nadie me había dado tantos besos...

-Tu piel es tan suave y tus labios tan deliciosos.

En ese instante, tan solo cerré mis ojos y me dejé llevar. Me entregué a Park Jimin por completo. En cuerpo y alma."

"-¿Es verdad todo lo que dijiste?- susurré luego de que llegamos al orgasmo. Sentí mis mejillas arder de verguenza. Me sentí estúpido. No quería creerle. No podía hacerlo.

-¿Ah?

-¿De verdad te gusto?

Park Jimin me regaló una cálida mirada, y me  envolvió en sus fuertes brazos, estrujándome contra su pecho. Volvió a dejar otro beso en mi frente. Uno tierno. Cariñoso.

-Me encantas, rubio...

Sus palabras fueron sinceras. Sabía que era cierto lo que decía. Y entonces supe que no había marcha atrás. Que aquél desconocido era mi otra mitad. Lo que por tanto tiempo creí nunca iba a encontrar."

-¿YoonGi?- su voz preocupada me trajó devuelta a la realidad.

Resulta ser que sus manos acunaban mi rostro y sus pulgares limpiaban mis mejillas.

-¿Por qué lloras, pequeño?

¿En qué momento comencé a llorar?

-¿Es porque te llamé rubio?-me miró preocupado- Lo siento, YoonGi. Sé que odias ese sobrenombre. Me salió espontáneo y...

-Eres mi primer amor, Park.

Su mirada preocupada se tornó sorprendida. Parpadeó muchísimas veces, como si no pudiese creer tal revelación. Su labio inferior temblaba. Le vi tragar con dificultad.

El silencio se estableció entre nosotros, otra vez.

Me sentí frutrado. ¿Por qué no respondía? ¿Por qué sólo retiraba sus manos de mi rostro y agachaba la mirada? ¿Porqué apartó el rostro cuando intenté besarlo nuevamente? ¿Por qué... Por qué sus ojos se nublaron y sus lágrimas comenzaron a brotar?

Suspiré cansado. Dejé de rodear su cuello con mis brazos y me apoyé del borde de la bañera para poder levantarme y salir de ahí. Al hacer el intento por pararme, Jimin se aferró a mí, acurrucándose en mi pecho.

-¿Es muy egoísta de mi parte si te pido que te quedes?- susurra con la voz entrecortada.- No te vayas, YoonGi. ¿Qué haré cuando no estés? ¿Qué haré si mi padre decide hacer de mi vida un infierno? ¿Qué haré si decides que te gusta más París y ya no quieres regresar? ¿Qué haré si conoces a alguien más?

Mi pecho comenzó a doler, y el nudo en mi garganta era palpable. De forma protectora, abrazé el cuerpo desnudo de mi moreno y deposité un beso en su cabello mojado.

-Volveré, Park.

-Promételo.- alzó el rostro para verme a la cara.

Lo miré con detenimiento durante unos segundos. ¿En qué momento se puso tan pálido? ¿Cuándo habían desaparecido sus cachetes? ¿Cuándo se colorearon esas horribles ojeras bajo sus preciosos ojos?

Acaricié cariñosamente su naríz con la mía.

-En seis meses estaré de vuelta, mi amor.- susurré contra sus labios.

*  *  *

Llegamos al apartamento de SeokJin cerca de las diez de la mañana. NamJoon nos recibió en la entrada con una enorme sonrisa. Vestía una camiseta de rayas blanco y negro, también unos shorts negros y traía sus pantuflas de Domo que tanto le gustaba usar.

-Entren, Hoon ha preguntado por ustedes toda la mañana.- dijo en tono alegre.

Atravezamos el umbral de la puerta y nos dirigimos a la sala, seguidos de NamJoon. Nos encontramos a Jin y a Hoon viendo caricaturas, recostados en el sofá color crema de tres puestos que había en la estancia.
El dúo nos dirigió la vista al percatarse de nuestra presencia.

-¡SUGA!

Mi pequeño Hoon se levantó de un brinco y corrió hasta mí, abrazándome con fuerza. Me agaché un poco para estar a su altura y lo envolví en mis brazos.

-¡Hola, Hoon!

-¿Jimin y tú ya se quieren?- preguntó mi hermanito sin rodeos. Sé que suena estúpido, pero me sonrojé ante su pregunta.

Escuché a NamJoon y a SeokJin reirse. Miré a Jimin, quién se había sentado junto a Jin en el sofá. Éste me regalaba una de sus preciosas sonrisas.

-Nunca dejamos de hacerlo.- respondí.

For Money... [JimSu] [YoonMin] (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora