For Money... [JimSu] [YoonMin] (EN EDICIÓN)

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YoonGi

Sus manos sostenían mi rostro con mucho cuidado. Su dedo pulgar acariciaba mi labio inferior con delicadeza. Me observaba con sus ojos acuosos, dedicándome una mirada triste y añorante. Mis manos estaban posadas sobre su pecho, aferrándose a la tela de su camisa blanca. Nuestras frentes unidas. Ambos tristes. Ambos sufriendo.

-Te extraño mucho.- susurró con voz quebrada, el aliento cálido chocando contra mis labios.

-También yo.

-¿Cuándo volveremos a estar juntos?

-Solo faltan unos meses, Jimin.-dije con dificultad, el nudo que sentía en la garganta apenas me permitía hablar- Debemos ser fuertes, mi amor.

-Estoy cansado de ser fuerte.- él me abrazó.

-Resiste.- me aferré a su torso, apoyando mi cabeza sobre su hombro- Por favor. Hazlo por mí. Por nosotros.

-Vuelve a casa.

-Park, sabes que aún no puedo regresar...

-Pequeño, vuelve a casa.- suplicó entre sollozos.

-Park...

-No creo que pueda seguir soportando esto.- se alejó de mí haciéndome sentir abandonado- Si no regresas...

El moreno se llevó las manos a la cabeza, alaciando su cabello con desesperación.

-No puedo. ¡No puedo, YoonGi!

-Park Jimin, ¿qué quieres decir?

-Se acabó.- me miró determinado, las lágrimas resbalando furiosas sobre sus mejillas.

-Jimin...- me acerqué a él intentando tomarlo de la mano, pero dio un paso hacia atrás y dio media vuelta dispuesto a marcharse, dándome una última mirada melancólica.

-Adiós, pequeño.- su voz resonó en mi cabeza.

Y desperté.

Desperté sintiéndome jodidamente triste, angustiado e intranquilo. Todo estaba oscuro a mí alrededor y el frío del aire acondicionado llenaba completamente la estancia. Respiraba con dificultad. Mi corazón latía con violencia. Recordé entonces de qué trataba mi sueño y segundos después me percaté de que estaba llorando. Intenté moverme, necesitaba sentarme, poder respirar con calma y tranquilizarme, mas no pude hacer el menor esfuerzo. Algo, mas bien, alguien, me tenía aprisionado por la cintura y no pensaba dejarme ir. Entonces fui consciente de la respiración tranquila chocando contra mi nuca, el calor agradable entibiando mi espalda y el duro bulto reposando entre mis glúteos. Comencé a moverme como loco sintiéndome incómodo, tratando de zafarme del abrazo del tipo que dormía a mi lado pero cuanto más lo intentaba, mas fuerte me abrazaba. Los nervios comenzaban a tomar control de mí.

-Tranquilo, Gi...-una voz algo grave y rasposa me habló al oído, haciendo que un escalofrío recorriera mi columna vertebral. Al instante la otra mano del tipo acariciaba mi cabello. No había notado que aparte de abrazarme la cintura, me había cedido su antebrazo como almohada.- ¿Estás bien? ¿Tuviste un mal sueño?

-¿Luca?- pregunté en voz baja quedándome quieto.

-¿Quién si no?

Mierda.

-¿Todo bien, Gi?- Luca preguntó sonando preocupado.

-Suéltame.- gruñí, cabreándome repentinamente.

-YoonGi...

-Te dije que me sueltes.

-Oye...