-¿Está segura? –preguntó Dara por novena vez. Li Mei estaba demasiado concentrada revisando los diferentes vestidos que había dentro de aquella tienda. La muchacha le había informado a Dara sobre la invitación a la boda de Nizy, la mujer no estaba a favor de que ella asistiera, le preocupaba el hecho de que podría llegar a sentirse un tanto incómoda.
-Sí, tengo que asistir, no quiero parecer una malagradecida.- La mujer entendía a la chica, sabía que una de las cosas que no le gustaba era quedar como una persona con poca educación. –Nizy se encargó de hacer una invitación para mí, no puedo sólo ignorarla.- Mientras decía esas palabras sus ojos seguían buscando alguna prenda que fuera ideal para la situación. Llevaban una hora dentro de aquel centro comercial buscando. La boda era a las nueve de ese mismo sábado.
-¿No tiene nada que ponerse? –preguntó Dara con un poco de cansancio. Adoraba acompañarla a todo lugar que quisiese, pero la muchacha no se decidía por nada y ya se estaba comenzando a frustrar.
-Lamento que tengas que estar aquí. Jackson me dio la invitación dos días antes de la boda y no he tenido tiempo para poder comprar algo. Necesito conseguir ropa o explotaré del estrés.- Sabía que estaba exagerando. La ropa nunca fue algo indispensable para ella, pero por alguna razón sentía la necesidad de asistir de la mejor manera posible.
-¿Sigue hablando normalmente con el niño Jackson?- Cuando Li Mei le contó sobre sus clases de apoyo impartidas por Mark, no podía creer que la muchacha se hubiera animado a aparecer allí luego de la horrible situación que había pasado, cada día la sorprendía más.
-Sí, sabes que a mi esas idioteces de no hablarse nunca más y repartirse odio continuamente no me gustan. Estoy agradecida con él, me ha hecho pasar lindos momento.- Dara sonrió con tristeza al oírla. Consideraba que los sentimientos de la joven eran algo muy delicado y difícil de entender. Decir aquellas palabras luego de haber sufrido no era algo que toda mujer hiciera. La señora deseaba que en algún momento de la vida, la muchacha experimentara el amor más grande hacia otra persona.
-¿Mark también irá?- Era consciente de que podía parecer un interrogatorio pero necesitaba estar informada de todo, no quería que Li Mei pasara un mal momento durante la ceremonia.
-Sí, hablé con él y me dijo que pasará a recogerme a las ocho y media.- El lugar donde se llevaría a cabo la boda no se encontraba demasiado alejado así que podría tener más tiempo para prepararse.
-Si se llega a sentir demasiado incómoda no dude en regresar.- La joven observó a la mujer con cierto matiz de ternura en su rostro, sabía que Dara se encontraba preocupada por ella y se sentí agradecida por tal gesto. Dejó las prendas y se acercó un poco a ella.
-No te angusties Dara, estaré bien. No puedo ir por la vida tratando de evitar a Jackson, por más que lo intente es imposible.- La señora era completamente consciente de esto, pero no podía evitar sentirse así. No quería ver sufrir a Li Mei. Recordaba el día en que Ling se comunicó con ella y le informó sobre el estado de la chica. No se podía imaginar a la joven con el rostro empapado de lágrimas y sus ojos llenos de sufrimientos, nunca la había visto así. Desde ese día se había prometido intentar protegerla para que no volviera a pasar algo como eso.
-Lo sé señorita.- Decidieron dar por finalizada la charla y concentrarse de nuevo en la búsqueda de la prenda perfecta. Entraron a más de siete tiendas diferentes y la muchacha se probó un montón de ropa que no terminaba por convencerla.
-No puedo creer que aún no he encontrado nada.- La frustración se notaba en la voz de Li Mei. Eran las once de la mañana y todavía seguía como en el principio. Nunca pensó que elegir ropa para una boda sería algo tan difícil, estaba comenzando a rendirse ante la búsqueda.
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La Corda Perdita [Jackson GOT7] (FanFic)
RomanceLa melodía fluía con suavidad por la habitación, no era necesaria una partitura, todo estaba en su memoria... "Hermosa canción". "Perfecta pieza". "Admirable demostración". Halagos vacíos por parte de los oyentes adinerados, sus ojos se perdían en u...