Capítulo 44 "Aprender a Sufrir"

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Li Mei salió del edificio de una manera dolorosamente lente. Al comenzar a caminar por la acera una oleada de recuerdos comenzaron a golpearla, ya había vivido eso. Volteó y miró, de la misma forma que había hecho la vez anterior, hacia el piso donde se encontraba el departamento de ambos. No podía arrepentirse, había sido ella la que había tomado la iniciativa, tenía que mantener lo que había dicho. Siguió caminando sin importarle los intensos pinchazos que se produjeran en su pecho, odiaba el hecho de que la situación la afectara tanto. Deseaba volver atrás, evitar aquel día en que conoció al pelinegro, si no se hubiera quedado en el parque no habría sido empujada por él, y no estaría sufriendo en ese momento.

Nunca se imaginó que así se sentía sufrir por un chico, y tampoco lograba entender por qué razón le afectaba tanto. Pensó que la decisión que había tomado era la correcta, pero no se previó de lo que podría afectarle ver al pelinegro aceptar sin demasiados problemas. Dentro de ella, había una pizca de esperanzas de que Jackson se opusiera, pero no fue así.

-¿Se encuentra bien? –oyó que decían. Llevaba la cabeza baja así que tuvo que reincorporarse para observar a la mujer frente a ella. Era una anciana que la miraba con detenimiento.

-Sí, estoy bien –contestó intentando ser amable. Ni ella sabía cuál era su aspecto, de lo único que era consciente era de que no se encontraba llorando.

-Tengo muchos años encima pequeña, reconozco cuando las personas mienten y están dolidas.- Li Mei no tenía demasiada fuerza mental como para ponerse a discutir con una señora, así que prefirió permanecer en silencio. –Eres muy joven como para tener esa cara de sufrimiento total, supongo que es producto de algún problema amoroso.- La muchacha no sabía si debía catalogar lo que le pasaba como un problema amoroso, no cuando el tema de amor era demasiado escaso. Pero no quería que la mujer siguiera insistiendo así que optó por asentir. –¿Quieres contarme?- Li Mei siempre había despreciado a las personas que se metían en problemas ajenos, pero su humor no era de los mejores. Además, la idea de poder descargarse con un desconocido no era tan estúpida. Estaba segura de que no volvería a ver a esa mujer en su vida, sería perfecto contarle todo lo que presionaba a su corazón.

-¿Puedo saber cómo se llama? –Aunque no le interesaba volvérsela a encontrar, necesitaba tener por lo menos el nombre de la persona a la que estaba a punto de contarle cómo se sentía verdaderamente.

-Soy la señora Ping –dijo brindándole una suave y amable sonrisa. Li Mei la miraba con cierta desconfianza, no estaba del todo segura si debería hablar con ella. –No tengas miedo, si no quieres contarme no lo hagas, puedes irte si es lo que te apetece.- La muchacha se sorprendió un poco para luego sentir cómo el calor iba subiendo por su rostro.

-Lo lamento –se disculpó apenada por su falta de consideración. La mujer rió con suavidad mientras tapaba su boca, derrochaba elegancia.

-No te preocupes, es normal que te sientes un poco incómoda, recién nos conocemos.- La joven le dedicó una pequeña sonrisa, estaba comenzando a relajarse. La anciana le hizo señas para que se sentara junto a ella en el banco que era propiedad de su casa. –Si quieres hablar, hazlo –dijo mirando al frente. Li Mei lo meditó durante unos cuantos segundos, intentó organizar sus ideas y pensó muy bien lo que diría, no tenía intenciones de decir de más.

-Hace unos meses conocí a un chico –comenzó diciendo mientras fijaba su mirada en la acera por donde continuaban pasando personas. –Él es del tipo bromista, cosa que contrasta bastante con mi personalidad. Desde un comienzo nuestras formas de ser chocaron. No me interesaba hacer amistad con un chico de ese tipo, aun así, me lo seguí encontrando y, cuando menos me lo imaginé, ya me había acostumbrado a su presencia.- Mientras contaba muchos recuerdos se acoplaban en su mente. –Me mostró muchos lugares de los cuales desconocía, me hizo vivir momentos muy divertidos. Hizo que me preocupara, me asustara, me enojara, me exasperara, me entristeciera, me avergonzara, y, aun así... aun así...- La voz de Li Mei se desvaneció mientras una sonrisa triste se formaba en su boca.

La Corda Perdita [Jackson GOT7] (FanFic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora