La Corda Perdita [Jackson GOT7] (FanFic)

Capítulo 45 "Recuerdos Latentes"

Sólo bastaron un par de segundos para que, luego de haber oído aquellas palabras, Li Mei dejara que las lágrimas retenidas descendieran por sus mejillas. Mantenía su cabeza entre sus piernas porque le parecía vergonzoso que la vieran llorar como una niña chiquita. Pequeños sollozos salían de su boca mientras el dolor que hacía presión en su pecho comenzaba a desaparecer, estaba drenando todo aquello que la dañaba. Sintió que alguien se sentaba a su lado, no era necesario levantar su cabeza, sabía de quién se trataba.

-Tienes que llorar más seguido –dijo esta personas con tranquilidad. –Contenerte sólo hace que aumente el dolor y te lastimas tú misma.- Li Mei era consciente de eso, pero sentía que llorar en una muestra demasiado grande de haber sido derrotada por el dolor.

-Soy patética –dijo la muchacha con amargura, odiaba estar así. Sintió que una mano comenzaba a acariciar su espalda con suavidad, haciendo que una ligera tranquilidad se esparciera por su cuerpo.

-¿Por sentirte dolida? Pues entonces todas las personas somos patéticas.- Una sonrisa suave se formó en el rostro de la chica. Levantó su cabeza y observó al chico junto a ella, éste la observaba con una sonrisa también.

-¿Qué haces aquí Mark? –preguntó mientras trataba de controlar su respiración y de borrar todo rastro de llanto que se encontrara en su rostro.

-Quería hablar contigo y fui a buscarte a tu casa, tu padre me dijo que habías venido al cementerio.- La joven asintió al mismo tiempo que volvía su cabeza hacia el frente. El chico siguió la dirección del rostro de ella y se percató de que se encontraba frente a la tumba de la madre de Li Mei.

-Gracias por estar aquí –agradeció de manera repentina. La presencia de él había hecho que la muchacha estuviera mucho más tranquila, el dolor había disminuido gracias al reciente llanto.

-Llámame cada vez que te sientas mal, estar sola no siempre es bueno.- Li Mei asintió. Ella siempre había sido de las personas que prefieren resolver sus problemas de manera individual, así sentía que no necesitaba mostrarle su dolor a otra personas. –Aunque creas que tienes todas las respuestas y que puedes tú sola, recuerda que las personas solemos hacernos sentir peor con nosotros mismos, nos reclamamos nuestras acciones y nos condenamos.- No quería admitirlo, quería aceptar que podía sola, que no necesitaba a ninguna otra persona para superar sus problemas.

-Supongo que tienes razón.- Mark se dio cuenta de que esa respuesta era bastante forzada, sabía que la chica no era de las que preferían contar sus problemas.

-¿Por qué decidiste venir aquí? –preguntó dejando de lado la conversación anterior, era consciente de que era ella quien elegía qué hacer de ahí en adelante, si necesitaba ser oía, ahí estaría él.

-Este lugar me da tranquilidad. Además, puedo llorar sin miedo ya que es algo muy común aquí, nadie sabría la verdadera razón de mi tristeza.- Mark tenía que reconocer que era verdad, había pensando muy bien.

-¿Qué es lo que te está haciendo daño? –se animó a preguntar. Nunca la había presionado para que le contara algo, pero verla así le indicaba que su mente la estaba agobiando, quería alivianar aquel peso que estaba cargando. Li Mei lo meditó durante unos segundos, tal vez ya era tiempo de dejar que su corazón hable y que otra persona sea capaz de escucharlo.

-No lo sé con exactitud –comenzó bajando su mirada. –Tengo una presión en el pecho que no me deja tranquila, siento miedo constantemente y no sé de qué y, lo peor de todo, he perdido mis ganas de tocar el violín.- Hacía más de una semana que no tocaba su instrumento. El festival se acercaba con rapidez y ella perdía su ánimo con el paso de los días.