La Corda Perdita [Jackson GOT7] (FanFic)

Epílogo

-¿Ya están viniendo? –preguntó Dara al otro lado de la línea telefónica.

-Sí, estamos a unas pocas cuadras.

-Yo los esperaré afuera, lo lamento pero no soporto hablar con tu tía sobre chismes de la farándula.- Li Mei rió al oír aquellas palabras, sabía que su tía era bastante fanática de todo los famosos que pertenecieran al mundo de la farándula, era su pasatiempo.

La llamada finalizó luego de que Dara expresara su urgencia por salir ya que veía aproximarse a su tía.

Observó el cielo nocturno a través del cristal del automóvil, la noche se encontraba completamente estrellada y la temperatura era más que favorable, la proximidad del verano dejaba a su paso unas brisas cálidas.

-Tocaste de maravilla –alagó el muchacho que se encontraba conduciendo. La joven despegó la vista del exterior y la centró en él.

-Gracias Lay, tú también estuviste fantástico.

-Lo sé –Li Mei rió ante su afirmación.

Ambos se encontraban de camino al salón donde se celebraría la fiesta de la boda. Ya había pasado la ceremonia principal y sólo quedaba la parte de la comida y la fiesta en sí.

La música con la que había entrado la novia había sido interpretada por ellos dos, sorprendiendo a muchas de las personas que se encontraban allí, ya que nunca los habían oído tocar, inclusive familiares de Li Mei. También habían interpretado algunas otras piezas musicales para hacer del ambiente algo lleno de magia.

Por suerte encontraron aparcamiento pocos minutos después de haber llegado, no se encontraban muy lejos tampoco. Salieron del auto y comenzaron a caminar hacia la entrada, desde la distancia pudieron divisar a Dara con una mirada desesperada que constantemente se dirigía hacia la entrada, como si tuviera miedo de que alguien pudiera salir por ahí y atraparla. Li Mei rió y se acercó.

-Vinimos a rescatarte –dijo una vez que se encontraron a pocos metros.

-Gracias, gracias y gracias.

-Entraré y buscaré a mis padres, debo asegurarme de que no me avergüencen –informó Lay. Ambas mujeres asintieron y dejaron que el muchacho fuera a salvar su reputación y dignidad.

-¿Cómo es posible que tu tía hable tanto? –preguntó realmente intrigada.

-Está soltera –dijo con simpleza. –Desde hace cuarenta años.

-Eso responde a muchas cosas.- Ambas rieron. Aunque pareciera malvado, reírse de otras personas era algo que solían hacer a menudo, siempre sin pasar la línea del respeto.

-Entremos, es momento de que te enfrentes a todos tus familiares, seguramente debas saludarlos –dijo Dara. Li Mei la miró con ojos de cachorro. –Tú sola irás con ellos, yo intentaré averiguar qué servirán para comer.

La joven rodó los ojos mientras sonreían. Antes de entrar decidió mirar hacia el estacionamiento, con la esperanza de encontrarse a cierta persona, pero no fue así. Suspiró y tomó valor, deseaba pasar de ser percibida.

Obviamente no fue así, todos y cada uno de sus familiares (y otras personas que se agregaron) se acercaron a saludarla, sin darle tiempo a nada. Li Mei buscó a Dara, pero ésta ya se encontraba caminando en dirección a la gran cocina, dejándola sola en el campo de batalla.

-¡Estás preciosa!

-Me has hecho llorar con tu violín.

-Eres igual a tu madre.