La Corda Perdita [Jackson GOT7] (FanFic)

Capítulo 56 "Dudas Calmas"

¡ÚLTIMOS TRES CAPÍTULO!

-¿Ya lo has decidido? –preguntó Naomi mientras comía su helado y miraba a su amiga junto a ella.

-¿Qué?- Li Mei tenía su helado de chocolate en sus manos y su mente andaba volando.

La japonesa la miró con un poco de lástima. Ese día la había visto tan sumida en sus pensamientos que no había dudado en intentar ayudarla; le invitó un helado con la intención de que se distrajera.

-¿Ya has decidido qué quieres hacer un vez que termines el Instituto?- La extranjera se sintió un poco triste al darse cuenta de que su amiga no había oído nada de lo que le estaba diciendo, aun así, no se lo reclamaría.

-Estuve viendo algo por internet –contestó mientras enterraba la cucharita de plástica en el helado y lo llevaba a su boca. –Pero aún no he tomado una decisión definitiva.

-¿Por qué dudas tanto? –preguntó más que intrigada. –Desde que te conocí siempre me has dejado en claro que lo tuyo es la música, ¿no te quieres dedicar a eso?

Li Mei tenía que admitir que ella misma se hacía esa pregunta desde hacía varias semanas. No terminaba de entender por qué razón se sentía tan insegura, cuando siempre había tenido el sueño de estudiar música en un conservatorio.

-Últimamente he perdido un poco el entusiasmo –confesó para luego seguir comiendo.

Naomi la miró durante unos segundos y luego suspiró.

-¿Jackson tiene que ver con esa pérdida de entusiasmo?- No le gustaba ver a su amiga ser consumida por sus emociones, menos si éstas hacían que se alejara de todo lo que le gustaba.

-Tal vez –contestó, había entendido que a Naomi nada se le escapaba.

-Intenta resolver las cosas, Li Mei. No puedes abandonar tu sueño sólo porque sientes que la situación no es la mejor de todas.- La muchacha observó a la nipona y le sonrió, le agradecía su intento de subir su ánimo.

-Créeme, estoy intentando solucionarlo.

**************

Li Mei entró en su habitación soltando un gran suspiro, se sentía agotada, esa noche no había dormido demasiado.

Arrojó su bolso y se sentó en uno de los extremos de su cama mientras tocaba sus sienes; la falta de sueño le producía dolor de cabeza, o eso quería creer.

Mientras observaba algunas cosas sobre su escritorio, sus ojos se vieron dirigidos a una de las esquinas del cuarto, donde se ubicaba su violín. Se paró con un poco de desgano y fue hasta ese lugar. Una vez que el instrumento estuvo en sus manos lo observó detenidamente.

La memoria de la muchacha la llevó hasta el momento en el que lo tocó por primera vez. Después de haber visto a su madre hacerlo muchas veces, un día tuvo la curiosidad de saber qué se sentía tocar el violín. A escondidas de su madre, entró en su habitación y lo sacó del estuche en el que se encontraba. Había visto que su progenitora giraba una especie de tuerca que había en la parte inferior del arco, trató de imitar el acto sin romper el objeto. Con la imagen de su madre, intentó colocar el violín en una posición similar a la que había visto, pero el tamaño no era el indicado para ella, haciendo que no pudiera tomarlo de la manera correcta.

En ese momento, la pequeña Li Mei oyó el sonido de una risa, se giró y se encontró con su madre observándola desde la puerta.

-Es muy grande para ti, hija –había dicho la mujer mientras se acercaba y tomaba el instrumento en sus manos. –Aun así, intentemos hacer que suene.- Li Mei recordaba haberse puesta más que contenta con las palabras de su madre.