La Corda Perdita [Jackson GOT7] (FanFic)

Capítulo 26 "Aceptación"

-Gracias por ayudarme –agradeció Li Mei mientras dejaba la caja en el suelo y se sobaba su espalda baja debido al reciente esfuerzo.

-No fue nada pequeña.- Mark la observaba con una sonrisa. Había estado ayudándola a subir sus pertenencias a su nuevo departamento. El lugar era extremadamente hermoso. Lo poco que había logrado ver le había fascinado. Contaba con tres habitaciones, tres baños, una cocina, una sala y un estudio donde Li Mei pasaría el tiempo tocando el violín. El lugar era definitivamente hermoso.

-Espero que nos volvamos a ver –deseó con un poco de melancolía la muchacha. Mark le dedicó una sonrisa sincera y el dio un pequeño beso en la frente que la sorprendió.

-No te dejaré sola, lo prometo.- Li Mei no pudo evitar sentirse feliz al oír sus palabras por lo que no dudó en darle un afectuoso abrazo que logró enternecer al chico. Su nuevo departamento se encontraba al otro lado de la ciudad, bastante lejos del departamento del joven frente a ella.

-Gracias por todo –susurró la muchacha aún con su rostro en el pecho del muchacho, quien le daba suaves caricias sobre su cabeza. Unos segundos después se separaron.

-Me tengo que ir, si necesitas algo no dudes en llamarme –exigió Mark dándole una mirada de padre. Li Mei asintió y lo acompañó hasta la puerta, desde donde lo observó entrar al ascensor y despedirse con un movimiento de manos. Una vez que el chico desapareció de su campo de visión volvió a entrar a su departamento y se dejó sumir en la soledad de aquel lugar. Sin duda alguna, extrañaría estar con ambos chicos, pero el recuerdo de las palabras de Jackson le recordaba que su presencia en aquel lugar no era para nada agradable.

No quería que su mente comenzara a jugarle una mala pasada y hacerla sentir mal por lo que decidió tomar su teléfono y llamar a la primera persona que cruzó su mente.

-¿Hola? –contestó la voz varonil del otro lado de la línea. Li Mei no pudo evitar sentirse un poco mal al oírlo.

-Hola Lay.- Decidió llamarlo a él porque de verdad se sentía mal por haberle rechazado todas las invitaciones. El chico sólo había querido ser amable con ella y lo había tratado como una basura.

-Hola Li Mei ¿Sucede algo?- No lo culpaba por creer que lo estaba llamando porque algo había pasado, ella había disminuido la comunicación entre ambos por lo que entendía la sorpresa del chico.

-Quería disculparme contigo, me he estado comportado como una idiota y quería pedirte disculpas.- Estaba siendo completamente sincera con él. Ahora que se había mudado a un nuevo sitio se había prometido comenzar de nuevo. Se concentraría en sacar altas calificaciones en todas las materias, mejoraría su agilidad con el violín, solucionaría todos los problemas que tenía con Lay, se encargaría de intentar ser una persona mejor y cumpliría el deseo del pelinegro, no interferiría en su vida.

-Está bien, pero para ganarte mi completo perdón deberás ir conmigo al cine mañana.- La muchacha sonrió al oírlo, se alegrada de saber que el chico no se encontraba enfadado con ella.

-De acuerdo, pero pagarás tú las palomitas.- Oyó una risa del otro lado de la línea. Había logrado reconciliarse con su amigo.

-Bien, es un trato. Mañana a las ocho en el cine del centro.- Li Mei aceptó y unos minutos después de charla sin sentido terminó de despedirse y cortar la llamada.

Suspiró de cansancio y decidió irse hacia su, aún no arreglada habitación. Todavía le quedaban muchas cajas por abrir y acomodar, pero había estado todo el día con el papeleo del departamento y junto con Mark se había encargado de subir las más de treinta cajas que contenían los efectos personales de Dara y ella. La mujer no se encontraba en el lugar ya que había tenido que irse en una urgencia a la ciudad continua, donde se encontraba una prima que acababa de tener un paro cardíaco. Dara se había preocupado tanto que no dudó en ir con ella, Li Mei no sabía de la existencia de esa mujer, pero obviamente le dio el permiso a Dara para que fuera a verla. Ahora se encontraba sola en su nuevo hogar. Antes de que pudiera caer en un profundo sueño oyó el sonido de su celular. Lo tomó y al ver el nombre de la persona que la estaba llamado contestó y llevó el objeto hacia su oreja.