La garganta del pelinegro se encontraba seca. Li Mei lo observaba a la espera de una respuesta, pero al ver la desesperación en los ojos del muchacho decidió retractarse.
-Olvídalo, fue muy tonto de mi parte preguntar eso.- Se levantó de la cama y comenzó a caminar con la intención de irse a su cuarto. Sintió sus mejillas acaloradas, de nuevo su mente le había dejado en evidencia lo vergonzosa que había sido su actitud.
-No sé cómo se siente.- Al oír las palabras de Jackson se quedó quieta y giró su rostro. El chico ahora la miraba con más tranquilidad y le hizo señas para que volviera a la posición en la que antes se encontraba. Li Mei acató su orden y volvió a sentarse en el mismo lugar.
-¿Nunca te has enamorado?- Si Li Mei tenía un defecto, era el hecho de que su curiosidad a veces podía más que su lengua.
-No, ya te lo dije una vez.- En ese momento recordó aquel día en el que se encontraban en el parque de diversiones. Él ya le había confesado el hecho de que nunca había estado enamorado, pero que sí había tenido chicas. Se sintió verdaderamente tonta.
-Lo lamento, no lo recordaba.- De nuevo la muchacha amagó en levantarse para poder irse, pero sintió que tomaban su mano y tiraban de ella para volverla a colocar en la posición anterior.
-¿Por qué me preguntaste eso?- Jackson de verdad se sentía curioso por saber la respuesta. La pregunta de Li Mei había sido tan repentina que no había podido pensar en una respuesta rápida y el nerviosismo le había ganado.
-Curiosidad.- No estaba siendo honesta. De haber sido sólo por curiosidad se lo hubiera preguntando a Mark o a Lay al día siguiente, pero había sentido la necesidad de preguntárselo exclusivamente al pelinegro.
-No te creo.- Jackson sabía que lo que decía era mentira. Había llegado a la misma conclusión que la mente de Li Mei. Se sintió feliz por el hecho de que se lo haya preguntado a él, aunque tampoco entendía por qué razón se sentía así.
-Ya había hablado contigo sobre estos temas en el parque de diversiones, supongo que te tengo un poco más de confianza que a Mark.- Antes de que comenzara a alegrarse por esa respuesta su mente le dejó en evidencia un punto muy importante que Li Mei se había olvidado.
-Pero tú dijiste que no recordabas nuestra conversación.- La muchacha se mordió la lengua en forma de auto reprimenda, no se había percatado de ese detalle. El pelinegro la miraba con una sonrisa divertida en su rostro, estaba disfrutando verla tan nerviosa.
-Sólo fue una pregunta.- La joven quería quitarle importancia al asunto para evitar la insistencia por parte del chico. Su mente no le estaba dando respuestas coherentes y convincentes como siempre lo hacía.
-Cuando te picó la curiosidad ¿Por qué pensaste en mí?- Era obvio el hecho de que Li Mei había pensado en primer lugar en el pelinegro. Jackson sabía que ella había estado hablando con Mark, si bien no había oído su conversación había logrado identificar las voces provenientes de la sala.
-Porqué sí.- No sabía que otra cosa decir. Odiaba dar ese tipo de respuesta porque la hacían quedar como una niña caprichosa, cuando los caprichos nunca fueron su fuerte en ningún momento de su vida.
-¿Porqué sí? Esa ni siquiera es una respuesta coherente.- La insistencia de Jackson estaba comenzando a cansarla, no lo culpaba por sentirse así, pero su mente no la estaba ayudando y eso la molestaba. Sintió la penetrante mirada del muchacho. Estaba a la espera de una respuesta. El sonido de las agujas de un reloj de pared que se encontraba justo en frente no dejaba que, aunque sea, parte de la racionalidad de Li Mei pudiera fabricar alguna excusa. Sintió el nerviosismo en sus manos en forma de transpiración, dentro de la cabeza de la muchacha el único sonido que se oía era el tic toc del reloj, y antes de que Jackson pudiera decirle algo, la boca de Li Mei se abrió, dejando salir, por fin, la pura verdad.
ESTÁS LEYENDO
La Corda Perdita [Jackson GOT7] (FanFic)
RomanceLa melodía fluía con suavidad por la habitación, no era necesaria una partitura, todo estaba en su memoria... "Hermosa canción". "Perfecta pieza". "Admirable demostración". Halagos vacíos por parte de los oyentes adinerados, sus ojos se perdían en u...