El amor de Legolas

Cazando Uruks.

Empezaron a correr por el bosque siguiendo las pistas de los Uruk Hai. Gimli estaba exhausto de tanto correr, los enanos no hacen esto seguía repitiendo. Aragorn aceptó que pararan un mometo para comer un poco. Liliandil y Legolas se sentaron juntos y sacaron un pan de lembas que partieron a la mitad. Gimli iba ya en el 3er pan y Aragorn no paraba de buscar más pistas y de dar vueltas al rededor de donde estaban.

-Creo que nos perdimos- dijo Liliandil
-Claro que no- contestó Aragorn
-Yo estoy con Liliandil, estas dando vueltas en círculos, es obvio que perdiste la pista- Gimli dijo.
-¡Esta bien! Si perdí la pista- el montarás aceptó apenado- pero no tardo en encontrarla entonces disfruten lo que queda de su descanso- dijo y se fue unos pasos para atrás a buscar cual fue la última pista que había visto.
-Esto no será rápido- dijo Legolas acostándose en el pasto poniéndose cómodo
-Eso es mentira y ni te acomodes.- gritó Aragorn desde la distancia, Legolas rió y Gimli tomó una siesta

Liliandil se quedó sentada viendo las nubes preguntándose por sus 3 hermanos, Rumil, Orophin y Haldir. Legolas notó que tenía algo y le quería preguntar qué pero no sabía como porque le daba pena. A Legolas le gustaba mucho Liliandil así que el la observo y luego volteó a ver las nubes también preguntándose si en si casa ya las podrían ver. Liliandil se recostó junto a él y Legolas sintió que su corazón se le saldría del pecho, decidió no voltear a verla inmediatamente. Liliandil también sentía lo mismo y tampoco sabía que hacer. ¿Sería buena idea preguntarle de su casa?.

-Hace un lindo día- Legolas logró decir
-Sí, muy soleado. Pareces disfrutarlo.
-Me gusta el sol pero prefiero las estrellas, creo que todos los elfos lo hacen
-Tienes razón. Nunca he ido a Mirkwood-Liliandil volteó a verlo
-Podría llevarte un día - él también volteó a verla
-Sería increíble, muchas gracias- dijo con entusiasmo, en ese momento se dieron cuenta de la  corta distancia que los separaba y que estaban cara a cara. Volvieron a ver las nubes esperando que el otro no de diera cuenta de lo sonrojados que estaban.
-¡Ya levántense!- gritó Aragorn corriendo hacia ellos
-Bueno si fue un buen rato- dijo el enano que se levantó con mucho esfuerzo y bostezando.

Legolas se levantó y ayudó a Lilliandil que al levantarse se tropezó con una piedra afortunadamente Leoglas la atrapó pero quedaron aún mas cerca. Accidentalmente sus manos estaban en la cintura de Liliandil y los brazos de ella en los hombros de Legolas. Podían sentir la suave respiración del otro de tan cerca que estaban. Se separaron lo más rápido que pudieron y voltearon a ver a otro lado sonrojándose. Querían besarse pero no sabían si era el momento adecuado o si el otro quería y aparte ese sería su primer beso.

-Bueno rápido antes de que a Aragorn se le vuelvan a perder los rastros- dijo Gimli para romper la tensión

Continuaron corriendo tras los rastros que iban dejando los enemigos. Legolas y Liliandil no podían dejar de pensar en ese momento en el que estuvieron tan juntos. Aragorn se dio cuenta que ambos tenían las típicas sonrisas tontas del enamoramiento y le dio un poco de tristeza porque no tenía a Arwen cerca.

-¡Legolas! ¿Qué ven tus ojos de elfo?- Aragorn preguntó
-¡Se están llevando a los hobbits a Isengard!
-Tomaremos el paso por Rohan- Aragorn dijo

Los cuatro corrieron hacía una nueva aventura y un lugar más por descubrir.