La sorpresa.

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Legolas tenía todo planeado para la sorpresa especial. No estaba seguro si aún era muy pronto pero habían pasado tantas cosas juntos y la amaba tanto que decidió tomar el riesgo. Lo primero que hizo fue buscar el lugar más hermoso cerca de Edoras, fue un poco difícil porque todo era una pradera sin muchos relieves ni cuevas y menos cascadas. Después de mucho buscar y explorar el terreno encontró un lugar cerca de un río como su primera cita donde se veía el amanecer hermoso. Esa misma tarde corrió a buscar a Gimli para recoger lo que le había encargado. Después pasó a ver a Aragorn y a Éowyn para que le ayudaran a arreglar más el lugar iluminándolo. Ya solo faltaban los últimos detalles de los que se encargaría Éowyn a la mañana siguiente antes de la cita.

Mientra esto pasaba Liliandil se preguntaba que sucedía. Todos corrían de un lado para el otro y parecían querer detenerla para no ir a buscar a Legolas. Ella sospechaba que algo tramaba su novio pero no tenía idea qué, tampoco sabía porque Gimli no había salido de donde el herrero en toda la semana pasada. Aragorn parecía ocultar algo y Éowyn le tomaba las medidas para, según ella, aprender a confeccionar vestidos cosa que le parecía aún más rara. Muchas veces trató de convencerlos de decirle que tenían pero le contestaban que nada y cambiaban de forma brusca el tema. Legolas también parecía ocultar un secreto y salía a largas expediciones por todo Rohan buscando quien sabe qué. Pero todo estaba apunto de aclararse para la elfa.

A la mañana siguiente muy temprano Éowyn entró corriendo a la recámara y despertó a Liliandil gritando que era una emergencia mayor. Liliandil se bañó y cuando salió Éowyn lo esperaba con un largo vestido rojo con adornos dorados, amplio y de mangas grandes. Luego Éowyn peinó a la elfa de una forma sencilla pero muy bonita poniendo una rosa al final de la trenza. Le puso un collar de flores plateadas con el centro de rubí. Liliandil le preguntó mil veces a que se debía tanta elegancia pero Éowyn no dijo ni una sola palabra, solo continuaba con lo que hacía. Cuando terminó le vendó los ojos a Lilandil y con cuidado la llevó al lugar que Legolas escogió la mañana anterior.

Legolas vestía una túnica dorado claro con adornos en verde, en las trenzas tenía delgadas cadenas de plata y en su frente una corona dorada porque es el príncipe.Pantalones negros y botas altas del mismo color. Sus ojos azules tenían un brillo dorado por la túnica y una emoción que no había visto Liliandil en él. El lugar que estaba iluminado con antorchas y el piso cubierto de pétalos de varias flores. Legolas tenía las manos atrás como ocultando algo. De su cinturón colgaba un delgado círculo plateado. Liliandil caminó hacia él y él la besó. Justo cuando el primer rayo de luz pintó las nubes de amarillo, naranja y rosa, Legolas se puso en una rodilla y de una delicada caja roja sacó un anillo delgado, la banda del anillo estaba cubierta de pequeños diamantes blancos, rosas y azules pálido, en el centro una flor hecha de oro con el diamante más hermoso que Lililandil había visto jamás.

-Sé que una cita no es mucho tiempo pero hemos pasado tanto que estoy seguro que eres el amor de mi vida y correré este riesgo. Liliandil, ¿me concederías el honor de ser mi esposa?
-¡Sí, claro que sí!

Legolas se levantó, le puso el anillo y la besó como nunca antes. Liliandil no podía contener las lágrimas de la emoción y la felicidad, no podían dejar de abrazarse y besarse. Legolas tomó el círculo de plata y ella se dio cuenta que era una corona.

-Para mi princesa- mientras se la ponía el sol terminaba de salir, esta era una vida nueva de amor y felicidad aún en los tiempos más difíciles y este también se convirtió en uno de los mejores días de sus vidas.

PD: en la imagen es Legolas pensando en Liliandil. También cabe aclarar que ninguna imagen es mía :)

El  amor de LegolasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora