Una cita en Rivendell

1.3K 68 6
                                    

Tuvieron que ir a Rivendell primero para acompañar a Frodo y Aragorn. Frodo se estaba recuperando de su largo viaje y Aragorn había ido a ver a Arwen. Mientras tanto Legolas trataba de saber si sus tíos estaban por ahí. Aunque los años de adolescencia de los gemelos de Rivendell habían pasado hace mucho, ellos seguían disfrutando de jugarle bromas a los elfos desprevenidos y más si estaba su hermana, la madre de Legolas. Nadie los había visto por ningún lado así que Legolas supuso que aún estaban con los montaraces y que una cita con su futura esposa saldría bien sin interrupciones. Fue con Liliandil y le dijo que la veía en la entrada de Rivendell a las 4 de la tarde para que le mostrara el lugar y después irían a cenar. Le pidió a Lindir que le ayudara poniendo la mesa y el elfo aceptó con gusto.

Eran las 4 de la tarde exactamente cuando Liliandil llegó vestida en un hermoso vestido azul cielo con adornos plateados en las mangas y el cuello. Le sonrío y se besaron lentamente. Empezaron a caminar tomados de las manos y por una hora todo parecía ir de maravilla. Legolas miraba a todos lados sintiendo que alguien los observaba y los estaban siguiendo pero pensó que sería algún elfo desconocido que no tenía nada mejor que hacer. Se sentaron en uno de los balcones a observar Rivendell cuando escucharon pasos detrás suyo. Legolas reconocía la forma de caminar, eran sus tíos. Vestían muy parecido, la única diferencia era que a Elladan le gustaba usar el cabello con dos trenzas de lado  y Elrohir lo usaba suelto con pequeñas trenzas por todos lados. Leoglas los vio sorprendido, no se suponía que estarían en Rivendell.

-¿Qué hacen aquí?- pregunto sin salir de su asombro
-Acabamos de llegar y nos dijeron donde estabas y qué hacías así que vinimos a saludar a nuestro sobrino favorito
-Cómo sea, ella es mi novia Liliandil. Es de Lothlorien, de la guardia del bosque.- los gemelos se sentaron frente a ellos y los observaron por un rato
-Legolas, te has preguntado... ¿Qué diría tu padre?- preguntó Elrohir
-Conociendo su temperamento... crees que sea buena idea decirle el origen de Liliandil- continuó Elladan mientras observaba con atención a Liliandil
-El Rey estará de acuerdo- dijo Liliandil tratando de sonar convencida y no estar nerviosa
-Si yo fuera tú, no estaría tan seguro- dijo Elrohir
- No es muy... amigable o eso dicen- Elladan sonrió
-¿Te refieres a la vez que nos echaron de Mirkwood hermano?- Elrohir preguntó
-Por un error menor, ese elfo no tiene paciencia...
-Trataron de domar una araña...y varias cosas más - dijo Legolas riendo
-La mayoría fue un accidente, nos estamos desviando del tema- dijo Elrohir ambos miraron a Liliandil
-Esa ropa no le va a convencer- dijo Elladan
-Yo diría que el peinado es demasiado... Noldor - completó Elrohir
-¿Qué crees que le preguntará?- dijo Elladan
-Yo creo que le va a dar algo en cuanto la vea y no va a preguntar- Elrohir dijo con una amplia sonrisa mientras Liliandil se moría de miedo y de nervios y Legolas los fulminaba con la mirada.
-Bueno, nosotros nos tenemos que ocupar de otros asuntos con los habitantes de Rivendell y debemos saludar a Lindir, con permiso- se levantaron y se fueron tan rápido como habían llegado.
-Lo siento, solo era una broma. Así son ellos- dijo Legolas tratando de calmar a su novia quién solo asintió.

Fueron a dar un cenar y luego a dar un paseo  tranquilamente pensando que los gemelos ya se habían ido a molestar al pobre de Lindir. Todo parecía ir bien hasta que pasaron por la orilla del Bruinen. Elladan y Elrohir pasaron corriendo, huyendo de Glorfindel probablemente, e hicieron que Liliandil perdiera el equilibrio. La elfa chocó con Legolas que tropezó con una piedra y ambos fueron a dar al Bruinen. Se empezaron a reír y luego nadaron por un rato. Estaba atardeciendo y se besaron cuando el sol se terminaba de ocultar dando paso a las estrellas que observaron sentados a las orillas por un rato.

Se fueron a cambiar por ropa seca pero antes de que pudieran hacerlo se empezaron a besar y se fueron acercando a la cama hasta que se acostaron el ella. En eso estaban cuando Gandalf entró, le pegó en la cabeza a Legolas con su bastón para que pararan. Legolas y Liliandil lo miraron molestos por la interrupción pero el mago se limitó a sonreír.

-Tengo dos buenas noticias
-¿No podían esperar?- preguntó Legolas.
-No, la verdad no. Frodo despertó al igual que tu madre
-Eso me hace muy feliz, gracias por las noticias puedes retirarte- contestó Legolas menos molesto 
-Ah también les venía a decir que tienen que venir a ver a Frodo
-Pero estábamos en algo
-Pues ahora que lo pienso, viene a mi mente la antigua tradición élfica de las bodas- dijo pensativo el mago- si tu padre se entrara de que ya la llevaron acabo... no estoy seguro cuál sería su reacción.
-Vamos ya- dijo Liliandil parándose junto a Gandalf.

Todos fueron a saludar a Frodo, la Comunidad del Anillo estaba junta por última vez. Se dieron un abrazo grupal que paracía molestar un poco a Gimli y decidieron que esa noche habría una fiesta para celebrar el fin de la oscuridad y la despedida de la Comunidad

NOTA DE LA AUTORA:
El lunes empezaré una nueva historia por si alguien estaba interesado. Está basada en El Silmarillion y espero que la disfruten.
También quería decirles que muchas gracias por estos 1.8K que significan tanto para mí. Gracias por el apoyo, los votos y los comentarios, me inspiran a seguir esta historia que tanto me gusta escribir. ¡Nos vemos el próximo viernes!
Los quiero mucho
Mariana Pace

El  amor de LegolasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora