Valinor

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Habían pasado los años y la gran mayoría de los elfos de Tierra Media se habían ido a Las Tierras Imperecederas para pasar el resto de su eternidad allá, pero Legolas y Liliandil aún no partían. A Legolas aún le dolía la muerte de su mejor amigo Aragorn y el envejecimiento de su otro mejor amigo, Gimli, por lo que no estaba listo para partir. Sabía que su familia ya estaba allá después de algunos contratiempos y que Liliandil extrañaba a sus hermanos pero no lograba juntar las fuerzas para partir de lo que toda su vida había llamado hogar.  Vivían en Lindon junto con varios elfos que aún no se iban y había algunos cuantos barcos blancos para cuándo estuvieran listos.

Una mañana Liliandil comenzó a empacar antes de que Legolas despertara. A ella también la dolía la pérdida de su amiga Eowyn pero sabía que tenía que seguir adelante y más que a nada sentía que sus 3 hermanos le hacían falta. Legolas nunca se iría sin un empujón y esa fue la razón por la que comenzó a empacar pero no mucho después se dio cuenta que una pequeña parte de ella había estado esperando el momento en el que su camino a una nueva vida iniciara. Por extrañas razones sentía que después de sus aventuras con la Comunidad, Tierra Media ya no tenía nada nuevo para ella. Le había escrito una carta al enano Gimli y lo invitó a venir porque no quería quitarle los pocos años que le quedaban cerca de su mejor amigo y compañero de aventuras aparte de que también le tenía mucho aprecio al enano pelirrojo.

-¿Qué haces con eso?- preguntó Legolas despertando y tallándose los ojos.

-Empacar, ya es momento de irnos. Sé que es difícil dejar atrás lo que por tanto tiempo hemos llamado hogar pero siento que algo me llama- Liliandil se acercó a él y lo abrazó

-Pero no sé si estoy listo, no ha pasado tanto desde que mamá y papá se fueron...sólo unos meses más.

-Nunca saldremos si sigues diciendo que unos meses más. Aparte invité a Gimli, está muy feliz por acompañarnos.- Legolas solo asintió algo desganado y la ayudó a empacar.

Para medio día ya habían terminado con las cosas que tenían y Gimli llegó poco después. Después de una calurosa bienvenida se dedicaron a cargar todo en el barco. Lilinadil miró al horizonte con altas expectativas de lo que el futuro les deparaba.

Legolas por su parte veía hacia Lindor pero su mente viajó hasta el palacio abandonado de Mirkwood y se perdió en los recuerdos que guardaban sus muros. Lo regresó al presente un golpe en el brazo que le dio Gimli. El enano sabía que era un momento difícil por lo que le dedicó una sonrisa e hizo un movimiento con el brazo para indicar que era hora de abordar.

Después de caminar por todo el barco e interrogar al capitán Liliandil fue a dormir al camarote. No había visto en todo el día a Legolas y se sentía un poco mal por forzarlo a venir pero tenía la esperanza de que tal vez así la tristeza quedara de lado para dar pie a nuevas alegrías. Se quedó dormida pensando en si Legolas estaba furioso con ella  o no.

La verdad que Legolas estaba agradecido con Liliandil por darle el empujón, no había querido hablar con ella porque a pesar del agradecimiento necesitaba tiempo para asimilar el cambio. Se sentó mirando al mar y en cierta forma al destino. Suspiró y se acomodó para tomar una siesta antes de cenar cuándo llegó Gimli.

-Tienes preocupada a Liliandil, habla con ella. Cree que estas furioso- comentó el enano sentándose junto a él

-Lo sé pero necesitaba tiempo a solas primero.- Legolas volteó a ver a Gimli- ¿Extrañas Tierra Media?

-Es muy pronto para decir pro creo que estoy mucho más emocionado que nostálgico, a esta edad pensé que ya no tendría aventuras nuevas, después de todo, el gran mal de todo Arda ya murió. Sin embargo aquí estoy y me llena de alegría compartir esto con mis dos mejores amigos- Legolas le sonrió pero antes de que pudiera decir algo Gimli se levantó- Me iré a descansar y tú harás lo mismo.

Dicho esto, Gimli se retiró a su camarote y Legolas miró el mar por unos minutos más que le parecieron horas. La conversación lo dejó pensando y le quitó el hambre por lo que decidió ir con Liliandil. Cerró la puerta con cuidado para no despertarla y se arregló para dormir en silencio. Miró por última vez atrás por la pequeña ventana del barco y se acostó junto a Liliandil abrazándola . Tuvo un sueño lleno de deseos para su futuro.

NOTA DE LA AUTORA:

Es el último capítulo de esta parte pero no de esta historia. Seguirá en una nueva parte de ellos en Valinor que se entrelaza aún más con "Mis Aventuras en Valinor" así que espero que les guste tanto como ésta. La segunda parte ya tiene primer capítulo y se llama "Un Nuevo Comienzo" espero que les guste ❤️
-Mariana Pace

El  amor de LegolasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora