Tu más grande fan [ChanBaek]

Operación princesa pt.2

―Tío ChanYeol, ¿Cómo está? ¿Recuerda cuando le dije a mi padre que el pay de manzana que horneo había desaparecido cuando fue usted quien se encerró en mi armario y se lo termino en silencio? bueno quizá hicimos un par de cosas incorrectas esta noche, hum eso.

ChanYeol se quedó sin moverse de su sitio, tuvo que correr y por tanto se cayó de rodillas y esperando la llamada de alguien más para escuchar a su sobrino pidiendo ayuda no contribuyo a una respuesta rápida y positiva.

―Tío... ¿está ahí?

ChanYeol suspiro.

― ¿Dónde estás? ―sonó un grito de victoria por el intercomunicador tan fuerte que tuvo que alejar el teléfono de su rostro, por alguna razón no pudo evitar frotarse la sien con desespero. Ese sobrino suyo era problemático en el peor momento. Configuro la llamada en altavoz y comenzó a colocarse el saco gris.

―En la comisaría, necesitamos que traiga alguna identificación y dinero.

ChanYeol frunció el entrecejo ¿dinero? Estuvo a punto de preguntar pero su sobrino se adelantó y explico entre risas.―Bueno, dinero para pagar la fianza somos cuatro y quizá alguien de aquí hizo demasiado ¿no BaekHyun?

El consejero abrió los ojos y sintió como su corazón se aceleraba apenas menciono su nombre, se quedó estático sin saber qué hacer, lo que más lo dejo con ese sentimiento de completa destrucción fue escuchar como KyungSoo insistía a que BaekHyun tomara el teléfono. ChanYeol no supo cómo reaccionar frente a las palabras que salieron de la boca de BaekHyun, su voz era tropezada y arrastraba las palabras.

― ¿ChanYeol? Hace mucho que no hablo con ese maldito.―ChanYeol pudo ser capaz de escuchar cuando BaekHyun hablo a la distancia y de alguna manera sintió como la piel se le erizaba con su sola voz aun si no era capaz de pronunciarlo correctamente o de que dijera algo precisamente bueno.

Pero ChanYeol era un soñador enamorado, incapaz de olvidar esos orbes marrones y esa sonrisa coqueta que lo inquietaba y al mismo tiempo le hacía olvidar cuales eran los planes del día. No podía dejar de pensar en las noches en esas piernas que se cruzaban con presuntuosidad, esa mirada arrogante que analizaba cada movimiento de cada estudiante maquinando mil maldades. O el dulzor de esa boca altanera que comenzaba a ser un recuerdo amargo.

A ChanYeol no le importaba la vanidad, petulancia y orgullo de BaekHyun, de igual manera estaba rendido ante sus pies.

KyungSoo carraspeo la garganta y continúo hablando, pero ChanYeol estaba perdido y lo único que fue capaz de captar fue la dirección, ya sin tomarse demasiado tiempo en cuanto KyungSoo colgó salió disparado a su auto, en el camino sus manos temblaban al sostener el volante. Era la primera vez que aquello sucedía, era extraño que se sintiera como esa ocasión en que asistió a ese show de talentos donde tocó la batería.

Cuando llegó dio un leve asomo a su reflejo en el espejo frontal y quiso azotar su cabeza contra el volante o quizá ahorcarse con su propia corbata. Se veía fatalmente, no fue capaz de recordar que los seres humanos normalmente se cepillan el cabello y duermen correctamente para evadir las bolsas en los ojos.

Salió del auto a regañadientes, se fijó en su reflejo en las ventanas de su auto y como pudo ser capaz se dedicó a acomodar decentemente su cabello y al estar seguro de que por más intento que hiciera no cambiaría nada se dio cuenta de que estaba estacionado como si lo hubiera hecho con los pies.

Estuvo a punto de intentar arrancarse el cabello por su reciente torpeza pero recordó que su cabello era un desastre y si se dejaba llevar por la rabia entonces no sería nada bonito quedar calvo, no quería arriesgarse a que BaekHyun lo rechazara por su calvicie. Se sonrojo al tan solo pensar en BaekHyun.