Tu más grande fan [ChanBaek]

¿Sabes guardar secretos? Si, pero mi bolso es muy pequeño

Baekhyun por segundos había olvidado como respirar. El señor Park se había acercado a él y le había preguntado en un susurro si sabía guardar secretos.

No recordaba a alguien que le hallase tenido confianza de contar uno, Sehun sabía su secreto, pero Sehun era algo total y definitivamente diferente.

Lo que confirmaba que aquello contaba como una primera vez y como no sabía lo que era mantener secretos y totalmente animado por la idea de saber un secreto de su amor platónico, que no dejaba de mirarlo con aquellos ojos conocedores y oscuros como la noche, juguetones y profesionales, asintió con la cabeza, emocionado.

Byun Baekhyun creía que el señor Park era la clase de infante encerrado en un cuerpo adulto, con la cabeza por la mitad dividida en responsabilidades e ideologías construidas en la moral y la otra con libertad de hacer y decir lo que fuera por más infantil e inmaduro que fuera.

Baekhyun creía que por lo menos eso reflejaba sus ojos y sus sonrisas amenas.

-Sígame.- musito el señor Park luego de darse múltiples vistazos a los pasillos, le dedico una sonrisa amistosa, el castaño subió su mochila a sus hombros y siguió a su alto consejero escolar, lo condujo por los pasillos y al ver un rector que se dirigía a ambos, Chanyeol se irguió y fingió que conducía a un alumno en una extensa sesión de consejería estudiantil con sus métodos infalibles.

Sus facciones se volvieron duras y su porte tan confiado que Baekhyun no pudo ignorar en ningún instante, el rector saludo al señor Park inclinando la cabeza sin decir palabra y su consejero hizo lo mismo, el rector Jong Wae le dedico una mirada con desdén para seguir con su camino.

Hace tiempo Baekhyun habría soltado el aire que contenía con fuerza, pues ese rector era quien por poco consigue su expulsión de la escuela, en resumidas cuentas la rivalidad entre ambos era notoria, pero ahora detrás de la figura perfecta de su consejero no sentía ni una sola pizca de nervios. Se sentía protegido y no era como si pudiera tomarse el tiempo para soltar aire pesado cuando su consejero se había encargado, de inconscientemente, quitárselo con esos susurros y esa voz gruesa y sensual.

Caminaron un poco más hasta llegar a un pasillo muy poco concurrido, pues aquellos salones eran utilizados exclusivamente para conferencias, reuniones de profesores y juntas que hace un par de meses no se realizaban.

El consejero busco en su pantalón un juego de llaves y al identificar una, forzó la cerradura y finalmente abrió la puerta, le dedico una sonrisa brillante a Baekhyun y le hizo entrar primero.

Baekhyun sintió como la garganta se le había secado y el poco aire que contenía en sus pulmones había salido expulsado en un suspiro.

*****

-¿Cómo se supone que debo reaccionar? Xiumin, ¿Crees que es jugar limpio cuando, un bailarín narcisista amenaza a un representante, para conseguir una pasantía a una Disquera? Y que encima te roba un beso como si tuviera la autoridad suficiente para permitírselo.- Luhan caminaba por los pasillos mientras apretaba los puños de tanto coraje que se le había acumulado.

El pequeño solo se había limitado a sonreír, consideraba que eso de lo que tanto refunfuñaba su mejor amigo, era una especie de milagro y sueño hecho realidad.

Eso por lo que tantas chicas del campus de al lado, saltaban los muros, engañaban a los guardias y cruzaban evadiendo autoridades en el colegio entero para ver bailar con tanta pasión que las derretía.

Uno del grupo guapo y popular, que era acosado día con día. Con mensajes insistentes y suspiros robados.

-Yo opino que deberías estar agradecido de que uno del tercio hubiera puesto los ojos en ti, ¿Te has dado cuenta de lo afortunado que eres al tener la atención de uno de los príncipes del hielo?- Xiumin parecía volar al considerar la posibilidad de tener la atención de Kai, el moreno de fuego que ignoraba tanto como el mismísimo Sehun.

Xiumin había considerado a Baekhyun, pero él era un nivel más alto, nadie había conseguido tener una cita con él, porque muy aparte de ser el líder del tercio, era quien se encargaba de bajar de status en quien pusiera el dedo, quien ordenaba a sus subordinados a hacer la vida imposible de alguien si así lo quería.

Baekhyun era inalcanzable de una manera muy triste.

-¿Agradecido? Jamás estaré agradecido de tener la atención de un cerebro de orangután como Sehun, ese tercio son todo menos príncipes.- bufo Luhan mientras caminaba a la cafetería, Xiumin suspiro derrotado.

Cuando Xiao Luhan se llenaba de ira, era difícil sacarlo de ese estado.

Ya cuando el mayor de ambos estaba dispuesto a sacar su teléfono para distraerse de los discursos que Luhan diría el resto del almuerzo sobre la lista de razones por las que es totalmente desafortunado el considerar tener plasmado en sus labios el medio ADN de un humano con cerebro sub-desarrollado, vio a lo lejos el ser vivo más sensual del planeta.

Caminando con elegancia mientras llevaba consigo un maletín negro, vestido con una camisa azul claro y un pantalón gris, unos zapatos lustrados con cuidado y un rostro moldeado por los dioses.

Sus ojos no se despegaban de tanta belleza masculina, tanto que sintió que tropezó con sus propios pies.

-Apolo, estaré soñando, pues veo un Dios entre los mortales, que bajo del mismo Olimpo para dar una muestra del arte real y de la luz verdadera irradiada por un ser lejos de la realidad.- suspiro con los ojos brillosos y Luhan se le quedo viendo totalmente confundido.

-¿Qué tiene eso que ver con, nada?- le pregunto Luhan que tiempo después vio el sitio al que los ojos de su amigo no despegaba y vio a un profesor, quizá, muy apuesto que esperaba fuera de la oficina del consejero escolar.

Veía su reloj mientras echaba cortos vistazos a los pasillos principales.

Y Luhan suspiro con cansancio mientras empujaba a Xiumin a seguir caminando.

-Vamos Min, debes dejar de comparar profesores guapos con dioses griegos, la mitología te hace daño.- Y así fue cuando Xiumin tuvo su primer "contacto" con Jondae, el profesor de canto.

*****

De sus ojos se desprendían incontables perlas de luz, perdió la noción del tiempo, y el suave aroma a vainilla parecía ser tan irreal como el palpitar de su corazón, los rizos de su consejero escolar parecían irradiar tanta belleza esta ocasión y su sonrisa deslumbrante podría terminar con los ritmos cardiacos dejándolos en cero.

Bajo la cabeza un poco avergonzado, el señor Park parecía un poco tan solo un poco más juvenil, inclino la cabeza para después clavar sus ojos brillantes en Baekhyun.

Era la sala de proyección totalmente oscura a excepción de las pequeñas estrellas pegadas en las paredes y una luna en cuarto menguante situada en una esquina, brillante y luminosa, la luz de los pasillos chocaba con el rostro joven del consejero y de no ser por esta jamás hubiese atinado al ligero sonrojo de su consejero.

A Baekhyun se le seco la boca y se complicó siquiera formular una frase, afortunadamente su consejero le dedico una sonrisa amable y le invito a pasar, al cerrar la puerta quedaron sumidos en oscuridad y solo con la posibilidad de ver los puntos brillantes en las paredes y la luna que había hechizado al castaño.

-Un secreto.- musito su consejero con su voz ronca y mágica que le erizaba los vellitos y lo sumía en una ensoñación, Baekhyun sabía que podría escucharlo hablar por el resto de su vida y seguiría causándole la misma sensación. Ambos ojos quedaron sumidos en la luna brillante y luego se vieron mutuamente.

Existía un nivel mayor de confianza.

-Nuestro secreto.- sus ojos eran dos perlas oscuras y radiantes, la poca iluminación dejaba con la sensación de que uno de los dos estaba sonrojado pero ninguno estaba consciente de que ambos lo estaban.-Este lugar es nuestro secreto.- menciono con un tono un poco más ameno, y Baekhyun se preguntó si realmente estaba consciente de lo que esas palabras le provocaban.