...

121 18 0
                                    

─ ¿Los has matado? ─ pregunto acabado y con un nudo en la garganta. Demasiado para procesar en menos de doce horas y todo de golpe. Annie no está muerta, quizás Alex y las chicas estén muertas y hay algo entre Erick y los Grassi. Mis piernas franquean y mi cabeza está dando vueltas. La habitación se vuelve gélida y el aire que respiramos está cargado de tensión palpable. Sigo dándole la espada y no creo poder mirarle a los ojos y no romper en llanto...o matarlo, lo que pase primero.─ ¿Los mataste?

─ Eso no parecía importarte al aceptar testificar en contra de Mitchell. ─ replica con simpleza. Otro chasquido de metal hace que cierre los ojos. Carga el arma y solo logra hacer que me estremezca de un pánico total.

─ Eso no tiene nada que ver. ─ consigo decir con voz temblorosa. Nuevamente mis piernas flanquean como al ver la habitación destrozada y la nota en el departamento.

─ Claro que lo tiene. ¿Por qué demonios lo harás? ─ Frunzo el ceño por la confusión y apretando los puños, me vuelvo hacia él. Sus nudillos quedan blancos por la fuerza al blandir el arma sobre mi.

─ No lo haré. Creo que fui claro al darte mis razones para llevar a cabo el nuevo juicio y hablar a su favor. Pero tal parece que no he sido claro. Lo sacaremos de ahí. Si quieres lo llevaremos a alguna rehabilitación, al manicomio, a donde quieras. Pero no dejaré que se pudra ahí.

─ Dame una razón para creerte y no volarte la cabeza aquí mismo. ─ Amenaza tajante e incrédulo. No podía esperar menos de él.

Quiero proteger a tu hermano; cometí un error; Me necesitas para poder sacarlo; Soy el único que puede cambiar toda esta mierda; De verdad que quiero proteger a Mitchell...Tengo miles de razones, pero ninguna me parece suficiente ni sensata. Exhalo un suspiro y dejo caer los brazos a mis costados. Agacho la cabeza.

─ Me temo no tenerla...─ respondo avergonzado y con insuficiencia. Me hace falta aire. ─ Pero prometo que si me ayudas a sacarlo, nos iremos. Lo protegeré. ─ Lo último se escapa de mis labios, pero a Evvan parece no importarle en lo más mínimo.

─ Tú sabías que él está enfermo y aun así aceptaste las pruebas. Por tu culpa está en la prisión y no veo por qué querrías sacarlo.

─ El primer juicio fue comprado. ¡Yo no he aceptado nada! ─ en la habitación resuena el eco de mis palabras. Se me hiela la sangre y la energía que me tomó alzar la voz me derrumba. Alza una ceja y se cruza de brazos. Aparto la mirada y busco cualquier otro punto para concentrarme, menos en él. ─ Estaba demasiado desesperado y...Mitchell había aceptado haber estado tras cada uno de los homicidios. Fue a mi casa con un arma; listo para acabarme...─ me interrumpe con una risa áspera y sin humor.

─ ¿Qué le impidió matarte cuando tuvo la oportunidad? ─ cuestiona y no tengo respuesta para darle. Siento como me arden las mejillas. Ni si quiera estando entre adultos logro quitar el tabú del tema.

─ No lo sé. ─ digo con voz entrecortada.

─ Tal parece que si lo sabes...el año pasado no has dejado de frecuentarlo para ver sus progresos en los estudios. Insisto, Scott. ¿Por qué justificaras que es culpable cuando sabes que el 90% del tiempo no es consciente de lo que hace? Es demasiado bajo para ti que creas que atrapándolo todo regresará a lo que un día fue. No es así. Así no es como sirve esto. Si te jodiste o te jodieron no hay arreglo.

─ ¿Quién demonios te ha metido eso en la cabeza? Te han mentido. Todo el año he estado fuera, apenas llegué y me enteré de las pruebas que, por si no sabías, me parecen una pérdida de tiempo. Están jugando contigo, Evvan. Estan jugando con todos nosotros en una broma retorcida.

Lookin' for Mr(s) Grassi.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora