Capítulo 3 - El viaje de Hatano Kibari

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4 AÑOS DESPUÉS...

Agosto había comenzado con su típico y agradable aire otoñal para todos los ciudadanos de la vastosa ciudad de Tokio. Pero para alguien como yo que pronto cumpliría los veintiocho años de edad, algo como el clima era de relevante importancia. Solo podía pasar por mi cabeza mis responsabilidades como secretario de las Familia de mi tío cada mañana que me levantaba de mi cama hasta que volvía a ella muy adentrada la noche.

"Revisar la mantención de las propiedades de la Familia Suzuki",

"Hacer cumplir el itinerario del Presidente",

"Comprobar la administración y cuentas",

"Recoger al nieto, hacerme cargo de él...como si fuera el mayor domo de la familia Suzuki"

Todo mi trabajo parecía tan caótico, pero no había nadie que pudiese hacer lo que yo hacía.

Nadie podía robarme mi lugar, mi trabajo.... o bueno... eso creía.

No pasó mucho tiempo para que me encomendaran una nueva tarea, por no decir..... EL GRAN CAMBIO DE MI VIDA.

Un día como cualquier otro en el que creí que la rutina me iba a amarrar al igual que siempre, encontré una carta sobre el escritorio de mi oficina, aquella carta era como las que el presidente solía hacerme mandar a aquellos empleados que debían recibir un curso completo de capacitaciones especiales.

Creí que el mundo se caía sobre mi cabeza "¿Acaso el presidente cree que no soy capaz de manejar mi cargo?", pensé sintiendo que aquella carta era el peor insulto que había recibido en mi vida.

"¡¿Dudaban de mis capacidades?!"

"JA!", No podía permitir que me tomasen tan a la ligera.

Inmediatamente recorrí todo el camino hacia la oficina del presidente, pasé por alto a la secretaria que resguardaba el lugar, y osadamente abrí las puertas del despacho del presidente.

— ¡¿Qué me quiere decir al enviarme esta carta?! ¡Yo no necesito ninguna clase de capacitación especial!, ¡¿Acaso no hago más que bien mi trabajo?!, ¡¿No he le he sido eficiente?! —con gran peso dejé caer mis manos sobre el escritorio de mi tío, pero aquel hombre maduro no mostró ningún rastro de molestia por mi hostil actitud, después de todo era el único que conocía a la perfección mi modo de actuar sin temerme como el resto de los empleados. Era el único que podía doblegarme.

El hombre cruzó los dedos de las manos, levantó la vista de los reportes que estaría leyendo, quiso endurecer los labios pero en lugar de eso dejó salir una gran carcajada —HAHAHAHA ¡Sabía que no te gustaría la idea!

— ¡¿Qué clase de respuesta es esa?! —repliqué.

— Considéralo unas muy merecidas vacaciones —se siguió burlando.

— Yo no necesito vacaciones, ya sé lo que necesito saber para hacer mi trabajo ¿Le he fallado en algo?

— No, pero de cierta forma te necesito lejos de esta compañía... de tu rutina, necesito que te olvides de la familia Suzuki y de tus responsabilidades.

— ¡PERO!

— No te lo estoy pidiendo como tu jefe... sino como el tío que te ha criado con tanta dedicación.

— .......

— Tu trabajo es excelente y me harás falta, pero no te quiero conmigo estos próximos meses.... Por eso, te estoy enviando a Milán, Italia, a unos cursos de postgrado para que te capacites y mejores tu rendimiento.

— Pero nadie puede hacer lo que yo ¡Nadie puede remplazarme y hacer mi trabajo!

— No seas infantil Kibari —dijo con ternura, buscó entre los cajones de su escritorio y no tardó en entregarme un sobre café —Aquí está toda la documentación de los cursos de postgrado, tu horario, avance, boleta de inscripción, y tu pasaje. Partirás dentro de un mes, tiempo en el que dedicarás a capacitar a la persona que te remplazará en la mayoría de tus quehaceres. El resto de tu trabajo puedes hacerlo vía internet desde Italia.

Me quedé con la boca abierta, sorprendido de que este hombre tuviese todo listo y que mantenía una sonrisa victoriosa como si su plan había sido ejecutado a la perfección. Y para rematarlo sacó nuevamente de un cajón un portafolio y lo dejó caer en mí delante. Abrí el portafolio y descubrí en él el currículo de una mujer, lo cual me causó nauseas. Mi tío presintió con gran facilidad mi malestar y solo soltó un suave suspiro como si me dijese "Tienes que superar tu fobia a las mujeres de una buena vez".

— Entiendo que te desagrada la idea de que te remplace una mujer, pero ella es excelente en su trabajo, de hecho es la mejor, te puedo asegurar que yo mismo....

— ¡Me niego! —le corté frustrado, pero eso no lo detuvo, lo enfadó.

— ¡Yo soy el jefe y se hace lo que yo mando! Además yo mismo le he enseñado todo lo que sabe.

Me encogí entre hombros avergonzado de mí actuar, estaba siendo caprichoso, puede que ese viaje era la oportunidad para cambiar, descubrirme a mí mismo, y superar mis miedos. Quizá fue difícil para mi tío tomar la decisión de mandarme lejos siendo que yo era su empleado de mayor confianza, pero de seguro lo que le llevó a tomar tal decisión fue el verme siempre varado en mi viejo dolor cada día de mi laboriosa rutina.

Con gran pesar acepté mi nueva tarea. Le enseñé a aquella mujer todo lo que requeriría para lidiárselas en mi ausencia, los cursos de postgrado durarían seis meses aproximadamente por lo que me daba pesar dejar la mayoría de mis responsabilidades durante tanto tiempo, pensaba que un mes no sería suficiente para enseñarle todo lo necesario para lidiar con tantas responsabilidades..... Pero lo que en realidad no imaginaba era que seis meses en Italia no sería tiempo suficiente para dejar que alguien me quisiera.

Hasta que me Empalague de Ti [BL]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora