Cap. 61

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Cuenta Kibari....

Bruno se fue a Roma y continuamos manteniéndonos en contacto cada semana por e-mail, a Sergio no le pareció tan buena la idea pero al leer sus cartas lo notó tan feliz enseñando, optó por dejar su resentimiento de lado mientras las leía y siguió haciéndome la vida imposible con su comportamiento infantil y burlón. Se veía con aires tan victoriosos, pero en parte reflejaba en su rostro que extrañaba tener con quien pelear cada vez que me recogía de la universidad tras haber entregado un pedido. Sergio no lo podía admitir pero la persona más cercana a un mejor amigo era Bruno.

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Abro los ojos con pesadez y me levanto de mi cama, al ver por la ventana que la noche todavía envolvía la ciudad sacudo un poco los hombros desanimado pero al tratar de estirarme

ACHIST!

Solté un gran estornudo.

Mis huesos me dolían,  y mi garganta la sentía seca como si estuviese emanando llamas al exterior.

"¿Me estaré resfriando?"

Salgo de mi cuarto y bajo las escaleras encaminándome a la cocina.... cuando noto que esta estaba encendida. Me asomo un poco y observo a Sergio de espaldas sirviéndose un vaso de agua, el sonido abrupto de estar sacando unas tabletas de un pequeño bote plástico llama aún más mi atención,  Sergio toma las tabletas y las acompaña con el agua, lava el vaso y al darse la vuelta queriendo regresar la jarra de agua a la nevera da un gran brinco y grita asustado al verme.

- ¡Gyaaaa! ¡¿Kibari qué haces despierto?! - dice tratando de calmar el ataque que le había provocado mi silenciosa aparición.

RISA

- AHAHAHAHA no sabía que podías asustarte tan fácil ahahaha - me burlo.

- tu voz suena algo áspera ¿no te estarás resfriando? - Sergio posa su mano en mi frente - mmmm tienes fiebre, y al parecer está muy alta ¿dormiste destapado verdad?

-No creo que sea por eso, ayer una compañera mía que estaba resfriada se sentó al lado mío, creo que me pegó su resfriado - me explico.

- Te traeré algo para el resfriado

- ¿Y esas pastillas que acabas de tomar? ¿También estas resfriado?

Sergio deja sobre el mesón la jarra y se apura para alcanzar el frasco de las pastillas.

- Estas son para el dolor de cabeza, me ha estado doliendo mucho hoy tanto así que no podía dormir - disimula una sonrisa y lo miro desconfiado - ajajaja no creo que estas sirvan para el resfrío iré a traerte algo del botiquín así que como niño bueno quédate aquí y espera a que tu oni-chan regrese para sanar tu corazón - guiña el ojo, da unos pequeños pasos a la puerta y sale a toda velocidad.

"¿Qué le pasaba?", se veía nervioso.

Al instante Sergio regresa con un frasco y un pequeño sobre. Vierte el contenido del sobre en una taza con agua caliente y enzima coloca miel y una rodaja de limón.  Me da la taza y luego saca una cuchara para ofrecerme el jarabe directamente en la boca.

- Abre la boca - ordena poniéndome la cuchara sobre los labios.

- ¡¿Qué se supone que haces?! ¡¿Y qué es eso huele como a fresa?! - me quejo y aprovecha para callarme con la cuchara.

- Es un jarabe que compré por si Momoka se resfriaba.

Abro los ojos como dos platos - ¿Me estás dando jarabe para niños? ¡¿Te gusta tanto burlarte de mi?!

Hasta que me Empalague de Ti [BL]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora