- Hola Sergio - me saluda Bruno cortésmente, una fuerte corriente recorre por toda mi columna vertebral obligándome a saludarle antipáticamente.
- Hola....Te traje lo que pediste - sonrío forzosamente, dejo la bandeja sobre un mesón, pero antes de que pueda retirarme Bruno me detiene.
- Tengo algo que quiero contarte Sergio... ¿Podemos hablar un momento? - Bruno hace señas con su mano sugiriendo que nos sentemos en una de las mesas del comedor. Chisto los dientes y me siento a regañadientes frete suyo.
- Algo me decía de que te traías algo entre las manos... ¿De qué se trata ahora? - musito.
- Yo... muy pronto voy a dejar de hacerme cargo del comedor, de hecho voy a dejar Milán..... y regresaré a Roma.
- ¡¿Y eso por qué?! - pregunto bastante sorprendido.
- La escuela de gastronomía en la que estudiamos me ofreció un trabajo como docente y acepté. Me dijeron que quizá para el próximo año me necesiten en una serie de conferencias que van a llevar a cabo en una de las escuelas hermanas en el extranjero. También me pidieron que te buscara por que perdieron el contacto contigo.
- Sea lo que sea que quieran conmigo no estoy interesado. Todavía tengo muchas cosas que resolver.
- ¿Cómo lo de tu cáncer? - dice poco sorprendido dejándome sin palabras...
"¡¿Cómo?!"
Miro a Bruno estupefacto
- ¡¿Quién te dijo?!... ¡¿Fue Clara?!
- No fue ella, así que no te exaltes. Me enteré en el hospital, el médico que me atendió me dijo que te veía cada semana visitando al neurólogo, me dijo que sentía mucha pena por ti porque parecías una buena persona y que le era injusto que solo te queden dos años a causa de tu cáncer - se calla repentinamente e inclina la cabeza- De todas formas sea como sea quiero ayudar.
- No quiero que me tengas lástima porque todavía puedo moverme - gruño.
- No lo quiero hacer por pena, a ti y a Kibari les debo mucho, es por eso que quiero ayudar... La escuela en el extranjero necesita pasteleros para que enseñen como docentes, y yo quiero meterte allí.
- ¡¡¡Pero eso me apartaría de Kibari!!! - le grito
- la escuela hermana es de Tokio - Aclara, en su rostro se dibuja una gran sonrisa de satisfacción.
- ¡¡¡¡¡¡¡!!!!!!
- Ya mandé tus documentos y te aceptaron para que comiences el próximo año - Bruno pone encima de la mesa un gran paquete - Esta es una guía completa del programa académico y tus actividades, siento que no puedas irte antes por lo que la carrera de pastelería allá es anual.
Miro fijamente el paquete y me levanto bruscamente de la mesa.
"¿Todo esto lo planeo él?"
- ¡¿Cómo pudiste hacer todo esto sin mi consentimiento?! - hago puños las manos e inclino la cabeza con rabia.
- Fue bastante sencillo, cuando comenzaste a hacer entregas acá me quedé con una copia de tus documentos, además yo sé que no te vas a negar.
SILENCIO
"¡¿Este tipo es realmente estúpido?!"
"¡¿Qué es lo que oculta detrás de todo esto?!"
- ¡¿Qué es lo que quieres?! ¡¿Acaso te causa gracia el sufrimiento ajeno?! - le miró fijamente.
- Solo quiero enmendar mis errores, sé que es muy pronto para que confíes en mí pero esto también lo hago por Kibari. Vi la oportunidad y decidí aprovecharla - se defiende Bruno - ¿lo tomas o lo dejas?
"Es como si me estuviese pidiendo que eche todo mi orgullo por la borda"
- Si descubro que este es otro de tus planes de venganza juro que te llevaré conmigo a la tumba ¡¿me escuchas?! - le amenazo tomándolo del cuello de su uniforme.
- Jajaja era de esperarse que te lo tomaras tan rudamente - dice Bruno en tono burlón.
- No confío plenamente en ti... pero tampoco te mereces mi odio porque tú solo fuiste manipulado por una excéntrica mujer, ya te lo había dicho.
- Lo sé y gracias por pensar eso, solo acepta lo que este bajo amigo de tantos años te está ofreciendo y dame un poco de paz a mí retorcida conciencia.
- No me gusta tener que aceptar favores que ni siquiera pedí, pero... si esto me acercará a Kibari no puedo negarme.... gracias.
Bruno queda boquiabierto por las palabras que yo acababa de pronunciar. Ciertamente como persona este hombre era bastante sensible desde que lo conocí y también muy dedicado a su trabajo. Si tan solo nunca hubiésemos sido enredados en una misma telaraña entendería mejor las ridículas intenciones que este hombre guardaba... Quizá yo tarde en entender por qué Bruno quiere redimirse conmigo y con Kibari ¡¿Realmente estará arrepentido?!
"¡¿Por qué tiene que llegar tan lejos?!"
- Sergio... - la voz de Kibari me llama a lo lejos.
- ¡Kibari! - pronunciamos Bruno y yo a la par, exaltados, como si hubiésemos encontrados con las manos en la masa.
- Clara me llamó diciendo que estabas entregando un pedido a Bruno, dijo también que te estabas tardando mucho - dice Kibari agitado.
- ¿corriste hasta aquí? - le pregunta Bruno.
- Si, pensé que ya no encontraría a Sergio jeje - ríe Kibari. Bruno mira con simpatía a Kibari causando que entrecierre los ojos y le mire recelosamente.
- Kibari es solo mío - abrazo a Kibari. Kibari se torna rojo como un tomate y Bruno simplemente suelta una carcajada.
- Ya que Kibari está aquí me despediré correctamente de los dos - dice Bruno con una sonrisa.
- ¿Te vas a algún lado Bruno? - pregunta Kibari inocentemente, olvidando que todavía seguía entre mis brazos.
- Encontró trabajo en Roma - aclaro.
Bruno se agacha haciendo reverencia - Gracias por todo lo que han hecho por mí, espero que en el futuro pueda compensar todo el daño que les he causado, ojalá nos volvamos a cruzar en la vida con una sonrisa y como amigos.
- Eso espero - suelto a Kibari y tomo la caja que Bruno me había ofrecido - Que tengas mucho éxito en tu nuevo trabajo.
- igualmente te deseo lo mejor - agrega Kibari devolviendo la reverencia.
- Sergio... - dice Bruno - Yo.... definitivamente encontraré a la persona indicada....
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Hasta que me Empalague de Ti [BL]
RomanceKibari es un japonés adulto de 28 años que tiene fobia a las mujeres debido a una mala experiencia y a causa de eso se sumergió en su trabajo como secretario de la familia Suzuki. Pero repentinamente tiene que viajar a Italia por unos cursos de post...