Hasta que me Empalague de Ti [BL]

Cap. 57

- Kibari despierta... - escucho una voz suave susurrando en mi oído y abro pesadamente los ojos - Despierta bello durmiente o sino me veré obligado a besar tus carnosos labios y despertarte de ese sueño apacible que tienes - dice Sergio burlonamente acercando sus labios hacia mí, abro los ojos de par en par y doy un gran brinco hacia atrás.

- ¡¿Qué se suponía que pensabas hacer?! - reclamo todavía algo atontado.

"pensé que Sergio estaba molesto"

- Bona Sera (Buenas tardes) Tu hai dormito tutte il viaggio (Tú has dormido todo el viaje) e per finire noi arrivare (y finalmente nosotros arribamos) - explica Sergio apartándose, dejándome el paso libre para que yo pudiese salir.

Salgo con la cara hecha un tomate por la vergüenza y me sorprendo al ver que estábamos dentro del garaje de una casa que estaba rodeado de un vasto jardín lleno de helechos.... que no era para nada la casa de los padres de Sergio.

- ¿Dónde estamos Sergio? - pregunto asustado - Pensé que nos quedaríamos en la casa de tus padres.

- Tranquilo, estamos en la antigua casa de Clara, ella todavía la conserva ya que suele venir ocasionalmente a relajarse. Aquí es donde ella creció - me explica Sergio tratando de forzar una sonrisa.

- mmmmm ¿sigues todavía molesto? - le pregunto encogiéndome entre mis hombros.

- eso ya no importa - dice caminando hacia el maletero y le sigo todavía preocupado, Sergio se rasca la cabeza y me mira de reojo... noto como se pone algo colorado y en un instante su mano cubre mi cara - No me mires de esa forma - dice nervioso.

"¡¡¡¡¿¿¿eh???!!!"

Clara aparece de repente dando pequeños brincos de felicidad.

- Oh! Kibari ya despertaste, te dormiste tan profundamente que al llegar Sergio se quedó largo rato mirándote temeroso de despertarte - dice en tono burlón.

- No digas cosas sin sentido - dice molesto Sergio, desvía la mirada concentrándose en bajar las maletas - No sé para qué trajimos equipaje si apenas vamos a quedarnos dos días - se queja.

- No seas pesado y mete las maletas de una vez a la casa - le ordena Clara.

- Yo estaba pensando ir con Kibari a quedarnos en la casa de mis padres - gruñe Sergio.

- ¡¿Y dejarme sola en esta casa?! Nononononono - reprocha Clara - Si gustan podemos pasar más tarde a saludarlos, hace tiempo que no veo a tus padres Sergio.

- A mi igual me gustaría pasar a saludarlos - agrego.

- Aaaaa - suspira Sergio y se revolotea el cabello aún más molesto - Tan molesto!!!! (Se queja Sergio en Japonés).

Simplemente me rio ante su desconformidad, él voltea a verme y evito su mirada ahogándome la risa y una sonrisa.

"A veces él podía ser adorable"

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La casa era bastante rústica, ni tan grande ni tan chica, por fuera sus paredes eran de piedra clara las cuales daban a resaltar los helechos y las enredaderas del jardín. Por dentro la casa lucia bastante cómoda aunque algo con polvo sobre los muebles debido a que no era habitada tan frecuentemente, pero sus paredes blancas daban a resaltar en toque tradicional de los muebles y los adornos.

Sergio y yo nos quedamos compartiendo una habitación bastante amplia para los dos y con camas separadas, aunque fue toda una guerra definir quien dormiría conmigo (suspiro), ya que la casa únicamente contaba con dos habitaciones. Más tarde nos alistamos para ir a visitar a los padres de Sergio quienes nos recibieron cordialmente para tomar té.