Tratando de controlar las fuertes palpitaciones que daba mi corazón, intento separarme de Sergio — E.... ¿Sergio? Debo... debo llamar... a mí... hermana — digo entre cada beso, tratando de detenerlos. Milandri-san finalmente me suelta, me mira directo a los ojos y se pone de un fuerte color rojo.
"¿Siempre que hace algo de lo que después se va a arrepentir pone esa expresión?"
— ¿Me acabas de llamar Sergio? — dice emocionado — YAAAY!!! Soy tan feliz, es la primera vez que me llamas por mi nombre, mi corazón late más rápido — parecía que se haccía la burla pero en lugar de eso me abraza fuertemente cortándome la respiración.
LATIDOS!
— GYAAAA suel..ta...meeee — intento librarme de él, pero solo me queda esperar a que los grandes brazos del oso Sergio me suelten.
— KIBARI —dice Sergio, afloja suavemente la presión pero sin separar sus brazos de mi cuerpo. Solo ver la ridícula sonrisa que tenía me hace dar ganas de desaparecer del planeta.
"¿Sera que realmente cedí a sus encantos?"
— KIBARI — volvió a decir Sergio con voz tierna.
— ¿mmmm? ¿Qué pasa por que dices tanto mi nombre? — digo tratando de parecer molesto, aunque la verdad realmente quería quedarme así entre sus cálidos brazos sonrojándome.
— Te amo Kibari — dice Sergio besándome suavemente.
Una corriente pasa por toda mi columna, y me pone los pelos de gallina. Sus labios eran dulces....pero el dueño de aquellos labios era demasiado empalagante.
"Sergio estaba robándome el corazón"
Quizá su físico daba mucho que decir especialmente a las mujeres desesperadas, su cabello crespo y rubio resaltaba como los de un ángel, sus ojos grises tenían unos rasgos profundos pero daban a entender que aquel hombre no había tenido una vida tan fácil....y menos escogiendo a un escuálido japonés pelinegro de baja estatura como yo.
De repente escuchamos los pasos de una persona acercándose a la cocina.
— ¡Oh chicos! ¿Aquí habían estado? Hace buen rato que no los veía ya estaba preguntándome que estaban haciendo jejeje — dice Clara burlonamente mientras dejaba un par de platos sucios dentro del Lavaplatos. Por un momento creí que la interrupción de Clara nos haría caer en la realidad y definitivamente olvidaríamos y fingiríamos que aquí jamás había pasado nada.
— Nos quedamos mucho tiempo charlando — dice Sergio tomándome de los hombros — Volvamos con todos.
Al regresar a la mesa Clara intenta arrastrarme con ella tomándome del brazo, pero Sergio mañosamente hace que me suelte — Ya lo tuviste buen tiempo — reclama Sergio. Pero ella lo mira entre cerrando los ojos como si estuviese diciéndole "¡¡¡Tu estuviste hablando con él a solas!!!".
Clara y Sergio estuvieron echándose miradas atemorizantes poco más de media hora, pero finalmente Sergio buscó mi mano por debajo de la mesa, la tomó y no la soltó en lo que resto del tiempo de la cena.
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Hasta que me Empalague de Ti [BL]
RomanceKibari es un japonés adulto de 28 años que tiene fobia a las mujeres debido a una mala experiencia y a causa de eso se sumergió en su trabajo como secretario de la familia Suzuki. Pero repentinamente tiene que viajar a Italia por unos cursos de post...