~RIVALES~

Capítulo 28: Sentimientos escondidos

Narra Emily.

Llegué a mí departamento y me dispuse a bañarme y echarme a dormir. Pero no conciliaba el sueño ya que las palabras de Ryan retumbaban en mi cabeza, pero ahora no me sentía tan mal como antes, me alegraba saber que le gusto al igual que él a mí. Recordando eso ya pude quedarme profundamente dormida.

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La alarma comenzó a sonar y con la pereza que tenía logre apagarla, me levante me di la ducha matutina, después de cambiarme me hice un poco de cereal tome mis cosas y me fui.

Cuando llegue por suerte no me encontré a Ryan a primera hora del día pues aún no sé que responderle, lo cual es tonto por que quiero decirle que si pero a la vez no.

-Emily-escuche el llamado de mi nombre y sobresalte del susto que me dio.

-¿Abbie?-dije al reconocerla.

-Si, ¿qué pasa?-preguntó al darse cuenta de mi nerviosismo.

-Tengo algo que contarte-dije.

-¿Dime que paso?

-Vamos más allá y te cuento-dije indicándole entrar.

-Claro-aceptó y nos dispusimos a caminar.

...

Ya en por los pasillos le conté todo a Abbie y ella se sorprendió.

-¿En serio?-dijo.

-Ya te dije que si, pero no le he respondido.

-Y ¿por qué no lo has hecho? ¿no era que te gustaba?-dijo seria.

-Si, pero no sé...aún no le quiero responder-hablé metida en mis pensamientos.

-Ya veo, ay Emily-suspiró Abbie resignada.

Mientras Caminábamos por el patio se nos acerca Michael.

-Buenos días chicas-saludó.

-Buenos días-dijimos al unisono.

-Emily Nicolás te estaba buscando-mencionó Michael.

-¿Qué? ¿para qué?-dije.

-No lo sé, sólo me dijo que te llamara-dijo alzándose de hombros.

-Bien, gracias-dije seria. Me despedí de Abbie y salí en busca de Nicolás.

Cuando llegué a las afueras de la universidad lo vi cerca la entrada como esperando a alguien, seguro es a mí no sabe que ya llegué.

Me acerque a él alegremente y lo salude.

-Buenos días-sonreí.

Volteó y al verme una gran sonrisa se dibujo en su rostros.

-Hola Emily-dijo.

-Hola Nicolás-le sonreí también.

-¿Como estás?-preguntó.

-Bien, gracias.

-Me alegra.

-¿Vamos?-dije indicándole a que camináramos.

-Si.

Comenzamos a caminar y luego escucho que alguien me llama, pero no es cualquier alguien.

-¡Emily!-gritó Ryan de lejos.

Sentí mi corazón salirse se mi pecho, trague en seco y lo mire, con una sonrisa nerviosa.

-¿Qué quiere ese ahora?-mascullo Nicolás que aún estaba a mí lado.