Narra Ryan.
Desperté con una vista espectacular tenía a Emily a mi lado estaba desnuda y solo la sabana cubría su hermoso trasero, su espalda estaba descubierta y me encantaba ver como su cuerpo subía y bajaba a causa de su respiración.
Tome uno de sus cabellos y lo acomode detrás de su oreja. Se movió un poco pero no se despertó.
Sonreí. Verla así era el mejor placer de la mañana.
Me levante dispuesto a tomar una ducha así que hice mi agua, y me deje relajar con ella. Termine mi ducha y salí volviendo a ver a Emily la cual tenía el sueño profundo por que ni se imutaba.
-Emily-dije en voz baja y moví un poco su brazo.
-Hhmm-se quejo.
-Emily...llegaras tarde a clases-dije para luego reír. Por como se levanta de golpe.
-¡No Ryan!-gritó.
-Tranquila, tranquila. De todas formas ya es muy tarde-dije.
-¿Heh? En serio...-dijo cabizbaja.
-No te preocupes sólo sera por hoy-dije para irme a la cocina a hacerme un poco de café.
-P-Pero Ryan...-chillo-está bien-se levanto con la sabana cubriendo su cuerpo desnudo y se metió al baño.
-Creo que fui muy duro, ¿caminaras bien más tarde no te preocupes-dije burlón al ver como camina y se quejaba de un dolor.
-Callate, ni que fuera tan grande-dijo.
-Si te dejo caminando así no lo creo.
-Idiota-mascullo.
-¿Queres café?-pregunté desviando el tema.
-Has lo que sea-dijo y dio un portazo a la puerta del baño al entrar.
-Okay.
Después de un rato, de que Emily se cambiara, ya estábamos en la mesa desayunando.
-¿Pasaste una noche buena?-pregunté arqueado una ceja. Ella enseguida se sonrojo.
-S-Si.
-Me alegra-reí-está muy rica tu comida-hablé en tono sensual.
-G-Gracias-respondió cabizbaja.
-Oye ¿puedes mirarme a los ojos?-reclame.
-Hem...-logro mirarme.
-Tienes unos ojos hermosos-dije para después dedicar una hermosa sonrisa que la hizo sonrojar se le veía adorable.
-Gracias, los tuyos también-dijo.
Sonreí y seguí comiendo. Ya tenía eso que me faltaba y era Emily. Yo nunca la olvide ni la supere ella siempre estuvo en mi corazón.
Narra Emily.
Después del desayuno decidimos salir a dar una vuelta, ya que por lo que sucedió anoche no pudimos llegar a clases hoy.
Íbamos por las calles del centro comercial y mis pies ya ardian.
-No sé como puedes caminar tanto-dije entre quejidos.
-Has más ejercicio Thonpsom-dijo con su gran sonrisa socarrona.
-Ahora me tendrás que cargar a casa.
-Heh...¿Por qué?
-Aún lo preguntas...-suspire.
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~RIVALES~
RomansaTenía doce años cuando él se fue. El tiempo pasó y él volvió. Pero ya no era mi amigo. Se volvió mi rival. -¡Eres una escandalosa! -¡Callate chico del café! Nunca podría sentir lo mismo por alguien como ese, alguna vez lo quise, hoy lo detesto. Sere...