VLOGGERS vs. GAMERS c/Rubius, sTaXx & Vegetta777

CAPÍTULO 1: "Rivalidad" - Parte 1/2

El grupo conformado por: Rubén, Frank, Samuel, Luzu y Lana, se había sentado en la mejor mesa de la cafetería, como ya era costumbre.

Los primeros tres nombrados no quitaban la mirada de las tres misteriosas chicas nuevas, ¿Qué hacían aquí otras YouTubers?, ellos eran los únicos en este lugar.

Habían visto como se paseaban por la cafetería y llamaban la atención de la mayoría de personas allí.

Se les veía felices, hablando entre sí y riendo por cualquier cosa.

Rubén tenía muchísima curiosidad por saber algo más de ellas, así que empezó una charla con Lanita.

—Y, ¿las conoces? —Lana ladeó su cabeza confundida —... Digo, a las nuevas —aclaró, "Rubius".

—Oh, claro que las conozco, bueno, solo por la pantalla de mi ordenador —sonrió la chica de cabello claro —, me sorprende que ustedes ni siquiera hayan escuchado de ellas, hasta Luzu está suscrito a sus canales —Lanita señaló a su novio y este bajó la cabeza evitando la mala mirada de sus compañeros.

—¿Cómo se llaman? —preguntó esta vez Frank.

—Veamos—Lana se acomodó en su sitio y dejó fluir su fangirl interior—, las tres son mejores amigas. La castaña del medio se llama: Melanie Howard, su canal es MelsBlueStar, de las tres es la que tiene más suscriptores, casi 8 millones.

"Rubius" encaró una ceja y sonrió con suficiencia, su ego ya no estaba tan herido, ya que él tenía más de diez millones de "criaturitas" en su canal.

—La segunda y más ruda, es la rubia —continuó, Lanita —, su nombre es Lía Montéz y su canal es LíaSweet, después de Melanie, ella tiene más suscriptores, aproximadamente cuatro millones.

—Casi como Frank —exclamó "Vegetta" ganándose que el nombrado le mire mal —... Yo solo decía —agregó este, ante la mirada fulminante de su amigo.

—La última es la dulce Abby Olson, el nombre de su canal es GoldAbb7...

—¿Siete? —Samuel interrumpió el relato de la novia de Luzu.

—Sí, siete —confirmó —, quién sabe porqué, creo que su cumpleaños es ese día, en fin, ella está por llegar a los cuatro millones, casi igual que Lía.

—Vaya, y ¿Qué dijiste que eran? —Samu preguntó frunciendo el ceño.

—Vloggers, son vloggers —repitió su amiga —, de esos que hablan de un tema en concreto, se encargan de hacer bromas y de que les quede divertido, casi como un sketch.

—¿Y así llegaron a tanto? —rió Rubén —, vaya tela, ¿Sabes?, cualquiera puede ponerse a hablar y hablar, no es nada que llame la atención —bufó el rubio.

—No creo que comentarios así les agraden —advirtió Lana.

Frank, Samuel y Rubén se miraron entre sí para luego sonreír divertidos.

—Las nuevas son ellas, Lanita —replicó Frank —, que ellas se acomoden a nosotros, nosotros no nos acomodaremos a ellas.

—Bien, como digan, igual es inútil que las miren de esa forma o les tenga algún tipo de molestia —Lanita rodó lo ojos —, al final son igual de buenas que ustedes, y ya está.

—Yo no sé si en el West haya espacio para tantos YouTubers a la vez —comentó "Rubius", dando el primer mordisco a su hamburguesa.

—Yo también lo dudo —siguió, Frank.

Ambos chicos miraron a Samuel, quien no había dicho nada, este ante la mirada insistente de sus compañeros, bufó para luego encogerse de hombros.

—Bien, bien, estoy con ustedes... En lo que sea que me vayan a meter —los otros dos asintieron satisfechos y siguieron a lo suyo, ya habría tiempo para demostrarles a las "Vloggers" quienes mandaban aquí.

(...)

Melanie debía ir a su segunda clase del día, echó un vistazo a su horario y se fijó que le tocaba arte, volvió a maldecir por lo bajo el hecho de que no iba a estar acompañada de ninguna de sus dos mejores amigas.

Tocó la puerta del salón siendo consciente de que el maestro ya estaba dentro y la clase ya había iniciado.

Luego de unos segundos de insistencia, la puerta se abrió y un joven y alto profesor con gafas, la miró frunciendo el ceño.

—¿Señorita...? —entrecerró los ojos tratando de recordar.

—Howard, Melanie Howard, soy nueva.

—Oh, claro, me avisaron sobre usted, pase por favor —dijo él amablemente —. Veo un asiento libre atrás, al lado del sitio del señor Doblas, podría tomar asiento allí.

—Sin ganas de ofender —respondió "Rubius", fijando su vista en aquella chica nueva —, pero suelo sentarme solo.

Melanie hizo una mueca de disgusto —menudo gilipollas—, pensó.

—No le he pedido su opinión señor Doblas —afirmó el maestro, ignorándole —, ahora, tome asiento señorita Howard.

Melanie avanzó en contra de su voluntad hacia aquel chico rubio de ojos verdes, se le hacía un tanto conocido, pero no sabía exactamente de dónde.

Al llegar se fijó que la mochila de su compañero de clases estaba sobre el asiento donde ella iba a sentarse.

La castaña carraspeó y trató de indicarle con la mirada a aquel chico rubio que quitase sus cosas.

Rubén frunció el ceño y simplemente desvió su mirada de la suya, ignorando a la castaña.

—Vamos a dejar algo en claro, niño bonito, tampoco muero de ganas por sentarme a tu lado, pero a diferencia tuya, yo si estoy interesada en terminar la preparatoria —una muy cabreada Melanie, habló severamente.

Rubén la miró un poco sorprendido, nadie le había hablado en ese tono en mucho tiempo, normalmente las chicas aguantaban sus caprichos y hasta reían por las gilipolleces que él hacía, Melanie, en cambio, acababa de hablarle peor que su propia madre.

—Bien —Rubén tomó su mochila y la hizo a un lado, fingiendo que no le había importado en nada que le haya hablado de esa forma.

Melanie bufó y se sentó al fin—Esta será una clase demasiado larga—. Se dijo a sí misma.

—Abril.