VLOGGERS vs. GAMERS c/Rubius, sTaXx & Vegetta777

CAPÍTULO 5: "Algo de Paz"

Frank.

Todo el camino, desde el salón de clases hasta el campo de entrenamiento, estuve pensando en lo de ayer.

Creo que he llegado a la conclusión de que tengo una novia loca, de que estoy llegando tarde y el entrenador Mason va a matarme, y de que debo hablar con Lía.

Sí, así es, creo que se merece una disculpa por lo de ayer, a pesar que nos llevásemos mal, Claudia no tenía ningún derecho de hacerle lo que le hizo, ni de insultarla, y menos aún por sus celos sin sentido.

Debo admitir que aún estaba dudándolo mucho, soy un chaval muy orgulloso, y la palabra "Lo siento", no aparece mucho en mi vocabulario.

Lía, en realidad estoy muy apenado por lo que pasó y...— No, Frank, eso sueno muy cursi. 

Hey, bonita, ¿Y si olvidamos lo de ayer con un jugo en la cafetería?, yo invito —¿JUGO EN LA CAFETERÍA?, ¿En serio, Frank?, y a ver, no hay necesidad de llamarle bonita. Que me disculpe no significa que vamos a llevarnos bien.

—¡Garnes!, ¿hasta qué hora crees que voy a esperarte? —gritó el entrenador al verme entrar.

Aceleré el paso, o mejor dicho, corrí hacia la fila que ya había allí. 

Visualicé al gilipollas de Collins, estaba cerca a Lía, como ya era costumbre, esta última evitó mi mirada cuando se dio cuenta que la fijé en ella.

El entrenador hizo sonar su silbato y empezamos a correr con la pelota, debía reconocer que a Lía se le daba demasiado bien el fútbol, tal vez mejor que a muchos aquí. 

No como yo, claro, ósea pff.

Soy el capitán del equipo, un poco más de respeto, ¿vale?.

—Bien, ahora vamos a practicar penales, una falla y fuera, por cierto, tengan en cuenta que este año son las reelecciones del capitán de fútbol.

—¡¿Pero, qué?! —Grité de repente.

Todos fijaron su vista en mi e inmediatamente me sentí intimidado.

—Lo que oyó, Garnes—respondió el entrenador Mason—, lleva dos años como capitán y ha estado bien, pero en el West todos pueden tener una oportunidad de ser líderes.

¡Tonterías!

Asentí como pude sin decir nada más.

Ryan llevaba la sonrisa más socarrona sobre su rostro, sé que él siempre quiso lo que yo tenía: Mi puesto, mi novia y mi popularidad, quizás por eso me tenía tanta envidia y nos llevábamos tan mal.

El pitido sonó, quitando esas ideas de mi cabesa y comenzamos con los penaltis. 

Un colega, llamado James, fue el primero, pateó y anotó, el siguiente fue Nick, pateó y más de lo mismo.

Así fuimos pasando todos, ronda por ronda salían dos o más que fallaban los penales, habían rondas en las que todos acertábamos y repetíamos.

Pero llegó un momento en el que estaba yo solo, frente a dos personas, que estaba seguro que no les caía bien.

Ryan me miraba desafiante mientras Lía, simplemente, me ignoraba. 

Eso ya comenzaba a extrañarme, ella, desde que llegó, siempre me reta, nunca se deja intimidar y anda con la cabeza en alto a todo lado.

Moví mi cabeza algunos instantes y dejé de pensar en otras cosas, decidí solo concentrarme en el entrenamiento.

Ryan anotó.