CAPÍTULO 29: "Amistad"

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Frank.

—La he cagado —Vi a Rubius parado en la puerta de mi departamento, tenía muy mala pinta: La ropa arrugada y los ojos hinchados. 

—¿Qué cojones te ha pasado? —me hice a un lado para dejarle pasar.

—La he cagado, Frank —repitió.

—Pero, ¿Por qué dices eso?

—Estoy malditamente enamorado —admitió y entonces entendí todo. 


Dos días después...

El fin de semana había durado más de lo normal, quizá eran las ganas que tenía de ver de nuevo a mi novia, o el hecho de que tuve que lidiar con un Rubén deprimido todos esos días.

Nunca le había visto así en todo el tiempo que le conozco, siempre que veía que se enrollaba con tías le duraba a lo mucho una semana.

Después de forcejear con él para que se de una ducha y vaya a su apartamento a alistarse, decidí hacer lo mismo.

Llegué al West dispuesto a un día más de clases, caminé por los pasillos y no tardé en encontrar a Lía.

—Hola, cari... 

—Eres un idiota —me interrumpió. 

¿Y ahora qué hice?

Joder, esta chica iba a volverme loco.

—¿Ahora qué te pasa? —bufé.

—Frank, ¿cuándo vas a dejar de ser un crío? —se quejó y dio media vuelta sin darme opción a responder.

Todas las mujeres están locas, definitivamente.

A regañadientes, fui hacia mi primera clase, ¡Genial, biología!  —nótese el sarcasmo—.

(...)

La campana del almuerzo sonó y agradecí internamente a todo ser divino por aquello, tomé mis cuadernos y mis útiles y salí del salón.

Llegué a la cafetería y como siempre, vi a Abs junto a Samuel ya sentados, sorprendentemente, también estaba Rubén.

Quería sentarme junto a ellos, pero vi a Lía entrando, dejé el almuerzo para después y me dirigí hacia ella.

—Necesitamos hablar—le dije, tomándola levemente del brazo, y llevándola hacia los pasillos.

—¡Frank! —se quejó intentando soltarse —, odio que hagas eso, suéltame.

Cuando estuvimos en un lugar más privado, la dejé  y me giré frente a ella para verle a los ojos.

—¿Me vas a decir que te pasa?

—No me pasa nada, solo te he dicho la verdad: Eres idiota—respondió.

—¿Y ahora por qué? —puse los ojos en blanco.

—¿Cómo se te ocurre apostar con Rubén algo así? —Maldición.

—Lía —empecé a ponerme algo nervioso —... Escucha, no es como crees.

—¿Ah no?—encaró una ceja —, ¿acaso estoy mintiendo?

Bufé algo exasperado.

—No he dicho eso, pero... Déjame explicarte —pedí al fin. Ella después de quedarse callada algunos segundos, terminó asintiendo con la cabeza —: Es verdad, Rubén y yo apostamos a que Melanie no iba a hacerle caso hasta el fin de semestre —admití —, y al principio todo era parte de eso. Rubius se le acercaba solo para intentar de que se fije en él, y bueno, a mí me daba igual porque para mí ustedes eran unas desconocidas, pero pasó el tiempo y comencé a sentir algo más por ti  —pude notar que ella reprimió una sonrisa  —, y conocí a Mels, también a Abby, y supe que ninguna de ellas se merecía algo así, entonces le envié ese mensaje a Rubén, que Melanie leyó, y lo demás es historia conocida —Lía volvió a asentir —. Sé que Mels se ha sentido terrible, y no es por justificarme a mí o a Rubén, pero él se siente igual o peor que ella.

VLOGGERS vs. GAMERS  c/Rubius, sTaXx & Vegetta777Donde viven las historias. Descúbrelo ahora