CAPÍTULO 30: "El Fin es el Inicio de Algo Mejor" - Parte 2/2

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Melanie estaba totalmente sorprendida y confundida.

¿Enserio Rubén había sido capas de hacer eso solo por ella? o ¿era de otra de sus apuestas?

La castaña llegó hacia el patio de la preparatoria, el cual estaba desolado debido a que todos estaban en el campus.

Reposó su espalda contra la pared y llevó ambas manos a sus sienes intentando pensar mejor.

¿Qué se suponía que debía hacer ahora?, una gran parte de ella quería correr a los brazos de Rubén y decirle lo mucho que lo quería, pero la otra y por ahora la más razonable, le decía que lo único que lograría es seguir lastimándose.

—Melanie —aquella voz logró hacer que la chica levante la vista.

Mels vio frente a ella a esa persona causante de la ola de sensaciones que estaba sintiendo.

—¿Qué haces aquí, Rubén? —cuestionó.

—¿Acaso no es obvio? —dijo él mirándola fijamente —. No quiero perderte, Mels.

A la castaña se le encogió el corazón por aquellas palabras, quería saltar a sus brazos y besarle hasta no poder respirar más, pero a la vez no se dejaba de decir a ella misma que quizá era otra de sus bromas.

—¿Y por qué debería creerte?, ¿Cómo puedo saber que esta no es otra de tus estúpidas apuestas? —soltó, ella, con amargura.

—Dame una oportunidad para ganarme tu confianza, sé que te fallé Mels, pero como dije antes, nada de lo que hice fue fingido, todo me salía tan natural que me asustaba.

—¿Qué me asegura que es así?, ¿Y si vuelves a engañarme?. Yo no... Yo...

—Estoy malditamente enamorado de ti, Melanie  —interrumpió, Rubius —, y si tú me dices que no quieres saber nada más de mí y que me aleje, lo haré, si así puedo hacerte feliz valdrá la pena, pero no me permitiría irme sin decirte antes lo mucho que te quiero.

Rubén llevó una de sus manos hacia la mejilla de la castaña y acarició con suavidad mientras ella cerraba los ojos sin inmutarse. 

El ojiverde se atrevió a acortar el espacio, por un momento tuvo miedo de recibir una bofetada o un golpe en sus partes nobles, pero al ver que Mels no lo rechazaba, prosiguió.

Acercó su rostro al de la chica y con delicadeza le dio un corto beso.

Volver a sentir ese sabor dulce y suave de sus labios, hizo que al rubio lo invadan miles de sensaciones, pero en contra de su voluntad, se tuvo que alejar.

—Te quiero en serio, Melanie, gracias por hacerme sentir lo que nadie hizo antes —susurró él, y dándole una sonrisa algo melancólica, se giró para irse.

—Eres un idiota —habló Mels, haciendo que el chico frene y la escuche —, eres tal vez el mayor idiota que he conocido —repitió la castaña —, pero ¿sabes?, yo debo estar igual o más tonta que tú, por qué también estoy malditamente enamorada de ti —citó lo que él le había dicho antes.

Rubén volvió a voltearse hacia ella, viéndola sorprendido. 

Melanie al verlo así de desconcertado no pudo evitar sonreír.

El rubio dejó de perder el tiempo y se acercó a ella, Mels lo recibió entre sus brazos y unieron sus cuerpos en un tierno abrazo.

Rubius volvió a mirarla y, aprovechando la cercanía, la besó nuevamente. 

Te quiero— susurró él contra sus labios y pudo sentir como ella sonreía, ahora no le cabía ningún tipo de dudas: Melanie Howard era la chica que quería a su lado.

VLOGGERS vs. GAMERS  c/Rubius, sTaXx & Vegetta777Donde viven las historias. Descúbrelo ahora