Capítulo 54. Harry Styles.

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Más de veinte minutos viendo el volante del carro, mis manos, brazos y pecho manchados de sangre, más de veinte minutos pensando en qué acaba de pasar. Mi cuerpo sigue temblando y mi única compañía es mi profunda respiración. Estacionada fuera de mi casa, llevo veinte putos minutos sin bajarme del carro. Ya es demasiado para mi, decido por fin hacerlo.

Alrededor de las 9:00 p.m. Sin alguna otra persona, tengo que aprovechar para que nadie me viera con tanta sangre que traigo sobre la ropa y mis manos, solo es el ruido de las llaves acompañándome mientras camino a la puerta.

—Dulzura.

Esa voz, esa grave y ronca voz que no había escuchado en un tiempo, inclusive ya había olvidado ese tonto tan grave en él. Una pequeño alivio se formó dentro de mi, en vez de sentir enojo, siento completo alivio, me siento segura, sin saber porqué, prefiero oír al oficial Harry Styles detrás mío antes que a Zayn en estos momentos. Temo que me vea en este estado, cubierta de líquido tan espeso rojizo. Sé que se preocupará y hará preguntas que solo me molestarán.
Volteo lentamente sintiendo los segundos eternos, él no se encuentra tan lejos de mi. Al verme, sus facciones cambiaron rápidamente, su sonrisa desapareció, bajó su mirada a mis brazos y a mi cuerpo, frunció su ceño y se acercó a mi tomándome de las manos y viendo toda la sangre sobre ellas.

—¿Qué te pasó? -Preguntó preocupado con su voz más profunda, sinceramente me da miedo contestar en mi estado tan vulnerable-

—Estoy bien. -Alcanzo a decir, Harry observa mis manos y mi cuerpo completo, frunció su ceño nuevamente-

—¿Quién te hizo esto? -Su voz se va haciendo más grave, él no se trae con rodeos, él quiere una respuesta-

—Nadie. -Mi voz tiembla-

—¿Te pondrás a la defensiva? -Me quita las llaves de mi posesión-

—Ya te dije que nadie. -Defiendo frágilmente-

Harry comienza a abrir mi casa, tomándome de la mano, estoy tan sumisa en estos momentos que dejo que me tome y me guíe, él está sumamente apresurado en abrir. Nos adentramos, me sube directo a mi cuarto, no fue necesario guiarlo ya que él supuso cuál era. Harry no lo dudó y me quitó el suéter gris que tenía puesto cubierto de sangre, tengo aún una blusa negra debajo. Él comenzó a tocar mi estómago, caderas y espalda bruscamente buscando si tengo alguna herida o agujero de bala, su mirada está concentrada en lo que hace, lo veo apretar sus facciones de la frente.

—No tengo nada Harry. - Me ignora, él sólo sigue inspeccionando mi cuerpo, caminó hasta el baño y encendió la regadera-

—¿Qué estás haciendo?  -Le pregunto, me empieza a desesperar que no respondiera ninguna de mis preguntas-

—Tomarás un baño. -Me ordena al guiarme al baño, comenzó a desabrochar los botones de mis jeans con su mirada concentrada en ello-

—Sé quitarme la ropa yo. -Quito sus manos agresivamente-

—Prométeme que no te hicieron nada. -Me tomó del mentó, me siento tan débil ante Harry ahora mismo, quiero que me abrace o que se acerque. Por alguna razón, me siento atrapada-

—Te lo prometo.

—Bien. -Quitó su mano de mi mentón separándose de mi- Estaré afuera esperándote. -Se encaminó a la puerta cerrando después de haber salido-

Comienzo a quitarme toda la ropa hasta quedar desnuda, me adentro a la regadera y dejo caer el agua caliente sobre mi cuerpo. Veo al piso, el agua completamente roja, quito todas las manchas secas de sangre en mis brazos y manos. Sin dejar de temblar, trato de enjabonarme sin que resbalara el jabón de las manos. No puedo creer que después de cuatro años, haya logrado agarrar a uno de los que formaron parte de la muerte de mi hermano.

Al cerrar la regadera, me quedo viendo el piso de la tina unos segundos, decido salir y envolverme con una toalla el cuerpo. Salgo del baño para percatarme que Harry no está, ¿Se habrá ido? En fin, me pongo ropa interior,  después unos pants negros con una blusa manga larga color gris. Agarro mi cabello en un chongo despeinado después de haberlo cepillado, al abrir la puerta del cuarto, Harry se encuentra del otro lado, sobresalto un poco.

—¿Quién te hizo eso? -Me ve seriamente al insistir y caminar hacia mi, me hace retroceder hasta ambos estar nuevamente dentro de mi cuarto-

—Nadie Harry, nadie. -Vuelvo a defender-

—No querrás verme de malas, ¿O sí dulzura? -Me pregunta incrédulo al alzar una ceja-

—Eres un oficial, todo lo que te diga es información para poder arrestarme. -Defiendo molesta-

Comenzó a desabrocharse su cinturón de policía dónde vienen varias cosas como radios o armas, tirándolo al piso, ¿Qué hace? Tiró su pistola, su placa de oficial, y finalmente empezó a desabrocharse su camisa azul, no sé que está tratando de hacer, pero me empieza a poner nerviosa. Por fin dejó caer su camisa sobre sus demás cosas, dejando ver su pecho desnudo, su marcado y maldito abdomen tan perfecto con tatuajes tan hipnotizantes.

—Por ahora no soy un oficial. -Me dice al seguir con la misma mirada tan seria, al parecer en serio está preocupado por mi- Y me tendrás que decir qué es lo que te acaba de pasar.

—Ayudé a alguien a salvarse de una pelea, fue todo. -Miento al tratar de concentrarte en sus ojos y no bajar la mirada a su cuerpo-

—Eres una mala mentirosa, ¿Te lo han dicho dulzura? -Comienza a caminar hacia mi- Si alguien te puso una mano encima, necesito saberlo ahora.

—¿Por qué tendría que tenerte confianza alguna? -Pregunto confundida- Sí lo primero que quieres es verme tras las rejas en algún lugar lejos de ti.

—Estás equivocada. -Niega con su cabeza con molestia- Porque lo que menos quisiera en este mundo, sería tenerte lejos.

—Eres sumamente raro. -Admito, él sonrió al oír eso, ¿Acaso le gusta ser llamado de tal manera?- Que a veces siento que me odias, y otras veces... -Callo al no querer decir lo que pienso-

—¿Y otras veces qué? -Pregunta coqueto, yo permanezco callada- Tienes que entender que cuando hay algo que quiero, siempre termino por obtenerlo, dulzura. -Me dice como algún tipo de consuelo- No estaría aquí, frente a ti si no me importaras.

—No me importa absolutamente algo que venga de ti. -Digo brusca- Si te quieres preocupar por mi bien, y si no, también. -Harry alza sus cejas sorprendido-

—Que seas tan agresiva solo significa que tienes miedo. -Crea una sonrisa coqueta-

—¿Miedo? -Pregunto incrédula- Me das asco, me da asco como te crees tan prepotente, como tratas a todo el mundo, y en especial, como me tratas a mi.

—No eres quién aparentas ser. -Dice con compasión- Lo que en realidad tienes, es miedo.

—No sabes absolutamente nada de mi. -Amenazo molesta- Has sido un asco conmigo, un prepotente soberbio todo el tiempo. -Harry rió fuertemente, yo solo me enojo más-

—Contigo he sido todo un caballero dulzura, podría darte más, pero tienes a un estúpido novio a tu lado. -Alza sus hombros mostrando inocencia-

—Estás actuando como si yo te gustara. -Digo con disgusto, él negó rápidamente-

—Yo no usaría esas palabras. -Comienza a acercarse intimidantemente como siempre lo hace a ni- Pero puedo decirte que me traes loco, que te deseo como no tienes una idea. -Muerde su labio inferior agitando su respiración- Ya eres una obsesión para mi, y no puedo soportar compartirte, entiéndeme dulzura. -Estamos ya a pocos centímetros- Ya no puedes alejarte de mi, y no entiendo tu afán de aferrarte a ser tan grosera y dura. -Frunce el ceño-

—Porque no te necesito en mi vida, y tú insistes en entrar de una forma muy extraña. -Trato de concentrarme en sus ojos para no bajar la mirada de nuevo a su abdomen tan marcado-

—Tu linda inocencia me encanta tanto. -Me ve con ternura- No insisto en entrar a tu vida dulzura, porque yo sé que ya entré.

La Criminal.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora