La Criminal.

Capítulo 72. Por favor.

—Tiene sentido todo lo que dijeron.

—No, claro que no lo tiene. -Dije firme-

—Sabes que sí. -Dice Jennifer- Es algo grande con lo que sabes que tienen razón.

—Hijo de puta de Zayn. -Dije al apretar mis puños sobre la mesa-

—Te molesta que tenga razón.

—Estás loca Jennifer, no la tiene. -Digo molesta-

—No lo estoy. -Dice segura- Es una excelente idea. -Da un sorbo a su café- Tienes que tomar provecho de que Harry está loco por ti.

—No voy a iniciar una guerra. -Di el primer sobro a mi café-

—No la estamos iniciando nosotros. -Corrigió- La va a incitar el oficial Styles.

—No quiero meter a él en esto. -Jennifer alzó su ceja haciendo una sonrisa traviesa en sus labios-

—¿Hay algo que me quieras contar mujer? -Apreté mi mandíbula y pasé saliva, el silencio me ha delatado- ¿Qué ha pasado con el oficial?

—Nada. -Respondo para evadir el tema-

—¿Ya se acostaron? -Preguntó atrevidamente, reí a su pregunta-

—Más de una vez. -Le respondí cerrando mis ojos con fuerza esperando lo peor, ella tosió fuertemente su café caliente, un señor de la mesa de un lado preguntó si todo estaba bien, Jennifer asintió calmándose-

—¡Lo sabía! -Dice exaltada- ¡Que mierda _______! Te acabas de acostar con un oficial. -Dijo con sus ojos bien abiertos e intriga- ¿Y qué tal? ¿Se mueve bien?

—Eres una estúpida. -Digo al reír- Ese no es el punto Jennifer.

—¡Dios mío _______! -Dice emocionada-

—¡Shhh! -La callo-

—Es el mayor escándalo que puede haber en este mundo, una criminal se acuesta con un oficial. -Dice como anuncio de televisión- Y no es cualquier oficial, es el oficial Harry Styles damas y caballeros.

—Es una jugada muy sucia. -Digo al retomar el tema de la idea de Zayn, ella soltó una carcajada-

—¿Y eso desde cuándo te ha importado? Eres una criminal ________.

—Gracias por recalcar lo obvio. -Le hice una mirada sarcástica- No voy a hacerlo. -Digo decidida- Y no habrá alguien que me haga cambiar de parecer.

—Vamos, es para hundir al imbécil de Morgan. -Dice bromeando-

—¡No Jennifer! ¡Ya dije que no! -Alcé la voz molesta-

Ella cambió sus facciones completamente a estar seria, me pongo de pie y salgo de la cafetería en la que nos encontrábamos ya por la noche. Me subí a mi carro y me dirigí a casa. Sé que Jennifer solo bromeaba, y que es mi mejor amiga, pero no me encuentro en los ánimos para bromear sobre esto.

Pero antes, tomo otro rumbo, un rumbo que ninguno de nosotros se atreve a pasar por él. Estaciono mi carro una calle antes, para poder a empezar a caminar al lugar, es una hora muerta, ni un alma pasando o caminando, solo puedo escuchar mis propios pasos y ver mi propia sombra. Al llegar, paro al estar frente al alambrado y poder contemplar el estacionamiento del lugar, en busca de ese deportivo rojo. No temo que me vayan a ver afuera de la estación de policías, en lo absoluto, sé que no me pondrían una mano encima por Harry.

No pasaron más de cinco minutos en que se abriera la puerta de la estación a lo lejos, es él. Lo reconocería donde fuera. Se ve tan rudo y tan bien con su uniforme y su saco negro yendo a su carro, sus rizos como siempre tan perfectos que combinan a la perfección con sus ojos, jugando como siempre con sus llaves entre los dedos. Al pasar su mirada por mi, paró en seco, una sonrisa se formó en sus labios de inmediato, esa sonrisa no se borra mientras comienza a acercarse a paso un poco apresurado.