Capítulo 15.

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—¿Se besaron, maldita? -Me pregunta ofendida, sé que hubiera querido saber antes- Y hoy te dijo que pasará por ti a ver una película en su departamento.
—Es correcto. -Digo como si no estuviera nerviosa-
—Más le vale que te acomode la matriz para que sea digno para ti. -Solté una risa, ella también, hablar con Jennifer es terapéutico-
—Ya casi viene por mi. -Le digo-
—¿Qué vas a usar? Algo sexy, algo atrevido, pero algo que no grite desesperada.
—Algo provocativo pero que diga atrás maldito. -Digo, ella ríe mientras me veo al espejo, "No lo hagas" aparece Jonny atrás de mi, "¡Mierda!" Grité volteando a mis espaldas, no hay nadie-
—¿Qué pasa? -Pregunta exaltada en la línea- ¿Qué pasa? -Insiste-
—Nada. -Digo rápido, ¿Qué quieres de mi Jonny? ¿Por qué me das tantas señales negativas para ver a Elliot?- Será mejor que me vaya, te avisaré cómo me fue. -No dejé que ella me respondiera cuando colgué, aún tengo la piel de gallina, esto no se ve con mi psicóloga, esto ya se ve con alguien que vea lo maldito paranormal- No sé que tratas de hacer. -Digo en voz alta- Pero déjame en paz. -Digo decidida, ignoro que he visto a mi hermano más de lo que me gustaría muerto, y me pongo mi lencería, tranquilos es algo discreto, cacheteros de encaje negro y un brasier fabuloso de encaje es casi nuevo.. Aquí viene lo difícil, si me pongo falda pensará que el acceso es muy fácil, si me pongo jeans tal vez el acceso sea muy difícil e incluso molesto para mi.. Ya sé, oh si, pantalón beige casual pero formal un poco flojo de mi cuerpo para estar cómoda y blusa con las magas a los lados dejando mis hombros descubiertos, soy una genio. Tocan el timbre, qué rápido es. Le abro la puerta, él viste de una playera manga larga color blanco, jeans negros y botas. Me saluda coqueto, creo que ya sé para dónde va esto, llegamos a su departamento, cuelga mi abrigo en su perchero al adentrarnos, prende la luz y se dirige a la cocina.
—Ponte cómoda. -Dice, lo veo sacar dos copas y el vino de la nevera- Estaba pensando en ver Titanic, me encanta esa película.
—¿Te gusta? -Pregunto sorprendida- No creí que fueras de gustos así.
—¿Así cómo?
—Así tan emocionales. -Admito- Que no me molesta, me gusta tu elección. -Sonríe satisfecho, nos pasamos al sofá donde enfrente está la gran television y detrás de ella los ventanales a la ciudad iluminada, decimos Salud antes de tomar el primer sorbo de vino, por supuesto que está delicioso, obviamente él tiene pinta de saber de vinos. Comienza la película, odio esta parte, la parte de no saber cómo pasar de estar viendo una película inocentemente a estarnos revolcando en el piso, es incómodo. Pero creo que él me ha leído la mente, mueve su figura un poco más cerca a la mía. ¿Ahora yo qué hago?
—¿Sabes? Estos sillones puedes reclinarlos, como en el cine. -Me enseña como con un botón se reclinan haciéndose más cómodos casi horizontales, qué conveniente, lo sigo con la misma maniobra y ya estamos con el sillón más cómodo casi recostados viendo le película. Continuamos viéndola, bastante, tanto que me tiene enganchada, me gusta esta película, pero me gustaría más que este hombre hiciera algo.. Suena su celular en la cocina, sobresaltamos, al menos yo lo hice volteando de dónde proviene ese sonido-
—Creo que te marcan. -Volteé a verlo, donde él ya me esperaba cerca, me interceptó los labios, sus cálidos labios se posaron en los míos, una llama de fuegos artificiales poco a poco explotando siento en mi, lo besé de regreso tan feliz de que lo haya hecho, se nota, lo beso con pasión, rápidamente abrazó mi cuerpo y yo pasé mi brazo detrás de su cuello, nos besamos lento, exquisito, delicioso, besa increíble este hombre, no quiero que acabe esto, sígueme besando por favor, mi respiración se agita, también la de él, hace presión en mi cintura, se me escapó un gemido delicioso, me excité más, él por igual, con su mano que me abraza la comienza a meter por debajo de mi blusa a mi espalda, está helada, me ericé por completo, llega a mi sostén, pasa la mano por debajo de él para seguir acariciando mi espalda, subo mi pierna a su cintura, ahora él gimió, saca su mano de mi espalda y automáticamente la lleva a mi pierna, a acariciarla, maldición hubiera traído falda. Yo bajo mis manos a su espalda, a buscar el final de su suéter y meter mis manos debajo de él, gime al sentir mis manos, sigue acariciando mi pierna con placer, lo disfruta, yo también lo disfruto. Mis manos comienzan a querer subirle el suéter, quitárselo, me estorba para poder sentir su pecho desnudo, él deja de tocarme y se lo quita, lo lanza lejos del sillón. Lo detengo antes de acercarse a mi, lo observo agitado, yo estoy agitada, todo su pecho tatuado que se me van los ojos, sus brazos por igual, sonrío excitada, él sonríe travieso y se lanza a mi, acostándome por completo, está sobre mi, lo tengo tan sexy, tan caliente sobre mi, busca la parte de atrás de mi sostén para desabrocharlo, yo arqueo mi espalda para que lo haga con facilidad, y lo hace, un poco sorprendente para ser verdad. Tocan el timbre. Me separo de golpe, él no tenia intenciones de hacerlo pero me vio decidida a detenerme, quedamos mudos unos segundos esperando a que suene de nuevo, lo hace, vuelven a tocar. —Tocan. -Dije agitada-
—No quiero abrir. -Dice al acercarse a mis labios de nuevo juguetón, le regreso los besos con gusto pero vuelven a tocar-
—Elliot, sé que estás ahí. -Dice una voz femenina del otro lado de la puerta, ahora si me quité de golpe, fruncí el ceño viéndolo, él cerró sus ojos con poca paciencia-
—¿Quién te busca? -Pregunté un poco molesta al quitarlo de estar sobre mi, él se mueve poco a poco, me siento disgustada debo admitir-
—No lo sé. -Responde mientras se pone su suéter de nuevo, se pone de pie y se dirige a la puerta, observo que la abre apenas para que pudiera salir su rostro-
—¿Por qué me has estado ignorando? -Pregunta la mujer- ¿Estás con alguien allá adentro?
—Shh, shh. -Le pide Elliot- Hablemos mañana las cosas. -¿Qué mierda estoy escuchando? ¿Por qué no le dijo que está conmigo? ¿Cómo que la verá mañana? Mi sangre comienza a hervir de coraje- Por favor. -Le pide- Mañana te buscaré.
—Está bien. -Dice en un tono feliz- Te veré mañana. -Eso se escuchó más coqueto que otra cosa-
Cierra la puerta y se voltea a verme, yo me encuentro abrochando mi sostén. —¿Y bien? -Pregunto- ¿Quién era ella?
—No era nadie. -Dice sereno al acerase al sofá-
—¿Me crees estúpida? -Pregunto agresiva- Creí que no estabas viendo a nadie por el momento.
—No lo hago, ella no es nadie, viene a charlar únicamente.
—Por favor. -Digo sarcástica- ¿Así como yo venía a ver una película? Me imagino que ella es otra de tus amigas.
—No te imagines nada.
—Me voy. -Digo al ponerme de pie- Pediré un taxi.
—Hey. -Dice al ponerse frente a mi- Es en serio, ella no es nadie importante.
—No me importa, Elliot, mi error fue pensar que esto significaba algo.
—Significa algo, Em. -Defiende-
—Muévete de mi camino, iré a pedir un taxi. -Camino hasta mi abrigo, escucho que él toma sus llaves-
—Yo te llevaré.
—No. -Abro la puerta, él la cierra de golpe y con fuerza, solté la perilla del susto-
—No es pregunta.
Estoy en el carro, a duras penas sobreviviendo a este silencio, amo el silencio, pero ahora desearía que él lo interrumpiera dándome un tipo de explicación. Esa no era una amiga, ¿Cómo sabe su dirección? Sentí que ya se conocían de tiempo atrás, además la verá mañana maldita sea, ¿Cómo se atreve? Que bueno, nunca definimos lo nuestro y él me dijo a gritos que solo quería una amiga pero que no era bueno en las relaciones monótonas, entonces la estúpida soy yo, ¿Cómo nadie me dio señales? Y les juro que si mi hermano muerto aparece de la nada diciéndome "te lo dije" gritaré con todos mis pulmones, ¿Por qué mierda no dice..
—Lo lamento. -Dice- No es lo que te imaginas.
—No me imagino nada. -Mentirosa, ya hasta le quieres poner un nombre odioso- Solo que creí haber sido clara que yo solo estoy con una persona.
—Lo sé. -Dice, y no dice más, calla todo el jodido camino a casa, se estaciona, y quiero abrir la puerta rápido pero él me toma del brazo- Lo siento, no quería hacerte sentir mal.
—No pasa nada.- Digo indiferente, haciéndolo saber que ya no hay posibilidad entre nosotros dos- Supongo que te veré en el trabajo. -Auch, eso mamona- Descansa.
Me deja ir, salgo de su auto y me dirijo a mi casa sin voltear atrás. ¿Esto definitivamente fue una red flag, no? No me dio ninguna explicación, solo me dijo lo siento y no sé si verá a esta mujer mañana, no debería importarme, no debería regresar a recordar su pecho tatuado, su respiración agitada, sus caricias en mi pierna, definitivamente no voy a pensar eso al dormir. Y para mi desgracia me llega a mi correo la confirmación de la cabaña de Henrie, ya sé Henrie es anticuado y usa aún su correo electrónico.
Es la mañana de la jodida cabaña, es Viernes y nos iremos todo el fin de semana, no he sabido de Elliot en los días pasados, y ni quería hacerlo maldita sea. Empaco sobre mi cama, irá todo el grupo, y por todo me refiero a James, Louis, Jacob, Jenn, Henrie, Max, Chad, Alex y Nicky, y deseo con todas mis fuerzas que Elliot haya cancelado al último momento. Jacob pasará por Jennifer y por mi, ellos van adelante y yo atrás, le rogué a Jennifer no hablar de Elliot por nada del mundo, ella difícilmente lo logró.
Llegamos a la casa después de casi tres horas manejando, es bellísima, los arboles, el lago, todo lo que le rodea es como las postales, magnífico, y es inmensa, de madera totalmente y muchas ventanas, dando al lago por completo. Nos estacionamos junto con los demás, bajamos la comida, botana, cobijas, maletas y demás. No veo señales de Elliot mientras me muevo por la casa, nos quedaremos Jennifer y yo en una habitación.
—Ha pasado mucho. -Me dice, volteé a verla-
—Bastante. -Le digo- Que gusto tenerte aquí.
Ahora sí. Nicky. No quiero decir que es inservible, de ser eso no estaría trabajando para Mark como una de sus mejores crimínales, pero es como cuando en primaria elegías a los participantes para tu equipo de futbol, primero eliges a los mejores y al final a Nicky. No me mal interpreten, es muy buena criminal peleando, pero es la típica persona que quiere la recompensa sin esfuerzo, es muy probable que en una misión ella se encuentre haciendo cualquier otra cosa (como por ejemplo fumar o drogarse) que estar concentrada. Me retiro bajando las escaleras cuando mi mirada intercepta a Elliot subiéndolas con su maleta en mano, esto debe ser una broma, me congelé un instante, él busca mis ojos, los quité de él y miré al piso en lo que sigo bajando, me hice a lado de los ventanales para que él pasara por el barandal, no le ni la oportunidad de decirme hola, él no se movió, dejó que bajara yo y él se quedó en el mismo escalón que me lo encontré. Joder eso fue incómodo, comimos en el comedor, riendo y contando historias fascinantes que hemos vivido en este trabajo, cayó la noche y estamos terminando la sobremesa con vino y ron.
—Voy a la cocina por un vaso de agua. -Avisa Jacob al ponerse de pie, recordemos que trae un cabestrillo en su brazo izquierdo, aún sigue en recuperación- Será bueno irnos a dormir pronto.
—¿Por qué nunca nos habías invitado a esta casa? -Pregunta Max, dirigiéndose a Henrie que está en la cabecera de la mesa-
—No se lo merecían. -Responde, típico Henrie-
Me pongo de pie para ir a la cocina también, estoy a punto de decirle algo que le causará gracia a Jacob cuando me detengo como piedra, veo su mano alzada hacia mi deteniéndome de lejos. Él mira a la ventana atento, conozco esa mirada, no es algo bueno. Volteo a la ventana lentamente, no logro ver nada, no se alcanza a distinguir algo desde donde estoy. Jacob abre un cajón lentamente que está a un lado de él mientras sigue viendo por la ventana, no aparta la mirada, esto me está poniendo de nervios, saca del cajón una pistola.
—No hagan nada. -Habló lo más bajo posible mientras continúa viendo- Guarden silencio y vayan por todas las armas que puedan, estén atentos a todo tipo de entradas como ventanas o puertas.

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