La Criminal.

Capítulo 7.

Como siempre, mi hermano ha ganado el baño, siempre me empujaba y me ponía el pie para que no llegara antes que él, nunca dejó de hacerlo, incluso cuando me rompí el dedo meñique de la mano derecha cuando me caí medias escaleras, ese es un buen dato mío. Mientras él se está bañando, yo elijo el vestido que voy a usar para la fiesta, va a ser un vestido rojo, pomposo que tiene una caída bellísima, tacones negros que podrían ser una mala idea, nunca uso tacones, pero quince años es una edad que aparentemente tenemos que lucir mayores y más coquetas, maldito patriarcado. Después de mi hermano, entré a bañarme, obviamente me tardé más. Estoy maquillándome en el tocador cuando escucho gritos desde la cocina, están Jonathan y papá discutiendo, sus gritos son muy fuertes.
—¡Siempre es lo mismo contigo Jonathan!
—¡Deja de hablarme como sí fuera un niño!
—¡Actúa como tal, hijo!
—¡Tú no me vas a decir como voy a actuar! ¡Son mis actos y mis consecuencias! ¿Oíste?
—¡A mi no me hablas así!
Se escuchó un vidrio romperse. Sacudí la cabeza alborotando los recuerdos, ¿Todo esto pasó en lo que estoy en el ascensor para el estacionamiento? Me adentro a mi carro y manejo a casa, como ya es de madrugada no me tocó mucho tráfico. Al llegar, entro con mucho silencio y cautela para que mis papás no se despierten. Veo el reloj de la cocina y marcan las 3:00 am., justo cuando voy a subir las escaleras la luz de la sala se prendió.
—Mamá. -Toqué mi pecho- Me espantaste.
—¿Dónde estabas?
—En un bar, te dije que saldría después del trabajo.
—Son las 3am en Lunes -Dice- ¿Por qué no me avisaste?
—Lo siento. Pensé que ya estarías dormida y preferí no despertarte, pero ya estoy aquí.
—Jamás me iría a dormir sin que llegues a casa. -¿No se habrá mordido la lengua? No olvidemos todos esos días, semanas y meses que mi mamá ni siquiera sabía en qué mundo vivía, y mucho menos sabía donde estaba, me parece extraño que ahora saque esos comentarios, pero no la haré sentir mal, sé que lo está intentando-
—Perdón mamá, no volverá a suceder.
—¿Quieres que te prepare algo de cenar?
—No gracias. -Respondo con una sonrisa-
—¿Tienes hambre?
—No. Y yo creo que tú tampoco, mejor subamos a dormir.
Sonríe, enciendo la luz de la escalera y ella apaga la de la sala, la dejo pasar primero para que subamos las escaleras.
—Tu papá no te quiere sacar de la casa. -Dice de repente, okey mamá, no estaba pensando en eso- Creo que es su mecanismo de tratar de superar la situación, pero no te quiere fuera, solo quiere recordar a Johnny menos, ya he hablado con él pero está a la defensiva todo el tiempo.
—Está bien mamá, entiendo. Todos manejamos el duelo de manera distinta.
—Yo no quiero que te vayas, solo piensa en eso.
—Lo haré mamá. Descansa.
Pensé muchas cosas antes de irme a la cama, en realidad solo en dos, en mis recuerdos y voces de Jonathan, y en Zayn, pero prefiero concentrarme en Zayn, claro, en lo que me haga sonreír un poco. ¿Por qué me hace sonreír tan pronto? Tal vez es mi obsesión por querer estar con alguien que se me hace atractivo, no sé si yo fui atractiva para él, será mejor que duerma pronto antes de ponerle nombres a nuestros hijos imaginarios.
Es Martes, me alisto para ir a la escuela, no bromeo cuando digo que trato de tener una vida normal, claro, trabajo en Magnium, ¿Cuenta como un trabajo normal? Al menos yo trato de que así sea. Mi mamá dejo un desayuno para mi, me lo devore y salí al trabajo.
—Em.
Ruedo mis ojos con fastidio.
—Em.
—¿Qué? -Grité molesta al voltear, estoy harta de esta voz inexistente de Jonny, oh maldición, es Jacob- Perdóname. -Dije completamente apenada- ¿Qué pasa?
—¿Estás bien? -Fue una pregunta justa-
—Sí. -Sonreí un poco forzada-
—Escuché que estuvo dura tu noche. -Dice al tomar asiento en la silla a lado mía- ¿Ya saben quien pudo haber sido?
—No. -Respondí- Yo creo que Mark ya lo está investigando.
—¿Qué tal los nuevos compañeros de trabajo? Escuché que entre ellos fue Zayn Malik, no me da buena espina ese hombre.
Okey, el mundo está conspirando en mi contra. -Bien. -Respondí como si no hubiera sido la gran cosa-. -Fueron buenos compañeros.
Este momento que desearía que se alargara para poder preguntarle que por qué no tiene buena espina de Zayn, es interrumpido por una llamada a mi celular... "Número desconocido".