Capítulo 55. Soy un hombre paciente.

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—¿Por qué no mejor te ahorras todo esto y te pones tu camisa? -Me alejo de su figura frente a mi, él alzó una ceja coquetamente-

—¿Por qué dulzura?

—Porque no quiero verte sin camisa frente a mí, es molesto. -Gruñí-

—¿Molesto? -Pregunta con una sonrisa-

—Hablo en serio. -Digo nerviosa-

—No pareces seria dulzura. -Dice seguro-

Su mirada es tan coqueta con una sonrisa en su rostro como siempre, tiene una cruz colgando de su cuello, no sabía que fuese religioso, pero en fin, él siempre cree que ganará conmigo, no sé qué clase de estúpido juego juega conmigo.

—Vístete. -Ordeno al retroceder unos pasos a pesar de que él no se ha movido, haciéndome notar nerviosa-

—Si así lo quieres.

Se viste, con su cinturón y sus armas, tarda un momento.

—Ahora vete, Harry. -Dije firme-

—Eres muy agresiva. -Se queja- Joder. Ambos sabemos que no quieres que me vaya. -Pienso en Zayn solamente en este momento, ¿Qué diablos pasa conmigo?-

—Hablo en serio. -Dije más ruda que nunca- Me tocas y te rompo lo que tienes de cara. Así que lárgate ya.

—Tú si que eres única. -Dice sorprendido- Si no quieres, no lo haré. -Se alza de hombros, permanece alejado- Sé que ahora solo piensas en Zayn. -Dijo al arquear una ceja- Puedo esperar dulzura. -Hizo una ligera sonrisa- Soy un hombre paciente.

—¿Por qué mierda no entiendes cuando es "no"? -Pregunté agresiva- Además, ¿Qué te hace creer que caeré en tu juego? -Pregunté sin temor-

—¿Qué te hace creer que esto es un juego? -Todo mi cuerpo tiembla mi piel se erizó completamente-

—Lárgate, Harry. -Ordené, el celular de Harry comenzó a sonar sacándonos un susto, ese sonido fue mi única salvación, se dio la vuelta para buscar su celular-

—Oficial Styles. -Dijo firme a través de la línea- Aja.. -Dice- Dime algo nuevo, John. -Comenzó a caminar por mi habitación con pasos lentos- Entonces es él..-Esperó unos segundos- Enciendan las patrullas ahora mismo. -Dijo firmemente- Voy para allá. -Colgó su celular y volteó a verme de nuevo- Estás de suerte.

—¿Agarraron a alguien? -Pregunté preocupada-

—Tranquila, no es nadie de tu equipo.

Bajé al primer piso para que me siguiera.

—No creas que te salvas de mi. -Se dirige a la puerta-

—Me he dado cuenta que será imposible hacerlo. -Él hace una sonrisa a mis palabras-

—No te metas en problemas. -Me pide con su tono de voz tranquilo-

—Trata de agarrarme si lo hago. -Amenazo-

—Verás que algún día lo haré. -Me guiñó el ojo- Descansa dulzura.

¿Qué diablos acaba de pasar? El insomnio llegó lejos por el simple hecho de pensar en ello toda la noche, en Harry, pero también, el recordar cuando maté al hombre me dan escalofríos por todo el cuerpo, no ha sido un día como todos los demás, un día completamente perturbador, recuerdo cuando mi cuerpo estaba lleno de su espesa sangre, su expresión al verme, es algo que jamás podré olvidar.

Al día siguiente, decido no presentarte a clases, no quiero ver a nadie por el momento, pero claro que iría a Magnium, tengo muchas preguntas para Mark. Llevo varias llamadas sin contestar de Zayn, Jacob y Louis, no quiero hablar con nadie a decir verdad. Dieron las seis de la tarde y me dirijo al gran edificio. Al entrar, supe que todos ya sabían que había pasado por la forma en la que todos me ven, sin hacer caso alguno, me adentro al ascensor. Mientras voy subiendo, el elevador se detiene en el tercer piso, se abrieron las puertas y te doy con la grata sorpresa de ver a la rubia con la que estuvo ayer Zayn, ella al verme sobresaltó sus ojos con temor, después me hizo una sonrisa tímida, ella sabe que lugar tengo en Magnium y que tan intimidante soy, pero simplemente la ignoro mientras se adentra, puedo notar su miedo y nerviosismo al estar junto a mi.

—¿A qué piso vas? -Calló de inmediato al ver que ya estaba seleccionado el piso al que voy, que pregunta tan más estúpida, no respondí absolutamente nada, hubo unos segundos de silencio mortal- Yo también voy para ese. -Dijo tímidamente- -Las puertas del ascensor se abrieron en el piso que era, sin decir nada, salgo dejándola atrás-

Mientras voy en camino a la oficina de Mark, todos me observan, no había quién no tuviera sus ojos en mi. Puedo notar la presencia de Jennifer, Alex, Nicky y Jacob a simple vista.
La puerta de la oficina de Mark está abierta así que me adentro sin tocar. Mark al verme, se sorprende bastante.

—Creí que no vendrías. -Dejó su computador a un lado para ponerme completa atención-

—Todo esto es muy chistoso Mark. -Comienzo captando total atención de parte de él- Realmente tuve una batalla interna para saber si presentarme o no, ¿Pero sabes qué Mark? -Él nota que estoy molesta- Me pareció muy curioso que ayer en el otro edifico, estaba uno de los que mató a mi hermano, mi duda aquí es.. -Suelto una risa sarcástica- ¿Por qué mierda estaba él en ese puto edifico?

—Calma cariño. -Esas palabras. La bomba ha explotado. Sin dudarlo dos veces tomo la taza de café de mi jefe que estaba en su escritorio y la lanzo a la pared haciéndola explotar con el poco café que le quedaba, Mark abrió completamente sus ojos poniéndose de pie-

—No estoy en humor para calmarme. -Mi respiración está completamente agitada- ¿Por qué mierda ese hombre trabajó en Magnium todo este puto tiempo?

—Miller por favor. -Me pide con calma- Necesito que me digas que hombre era. -Alza sus manos pidiendo que me relajara, río sarcástica a su comentario-

—Créeme que al matarlo lo que menos me importó fue su nombre. -Respondo sarcástica-

—Hay muchísimos crimínales en todo Magnium y hasta tú lo sabes _______. -Me dice obvio-

—Parecía drogadicto. -Respondo despectivamente- Estaba calvo, tes amarilla y muy blanca, de estatura baja.

—¿Cómo estás segura de que trabajaba para Magnium? -Me pregunta confundido- Pudo haberse adentrado.

—¡Mierda Mark! -Digo molesta- Porque estaba en el puto edifico Mark, ¿O acaso dejas entrar a quién le de la puta gana?

—Creo que se te olvida que ambos somos del mismo lado _______. -Me regaña con su mirada matadora- Yo te estoy ayudando a encontrar a quiénes fueron, y estás pensando que tuve a uno trabajando aquí.

—¡Explícame quién era maldita sea!

—No. -Niega firmemente- Ve a tu oficina y tómate dos analgésicos, relájate e iré a verte, porque no voy a solucionar nada contigo si vienes a gritarme a mi puta oficina, así que lárgate.

Inhalo y exhalo profundamente, y así, salgo de su oficina. En el momento que me doy la vuelta al salir, alguien me toma del brazo haciéndome voltear.

—¿Hasta cuándo te ibas a dejar ver?

La Criminal.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora