La Criminal.

Capítulo 76. Escucha a través de las paredes.

Volteé rápidamente a él, está parado detrás mío.
Es imposible, completamente imposible. Regresé la mirada a la puerta que da al jardín que ahora se encuentra cerrada, en cuestión de segundos se ha cerrado. Oh no.

—Es imposible. -Dije al verlo nuevamente e ir retrocediendo con ligeros pasos-

—Calma, todo está bien.

—Alguien más está aquí. -Digo con nerviosísimo-

—¿De qué hablas? -Pregunta confundido-

Un miedo aterrador recorre mi cuerpo, volteé a alumbrar nuevamente la puerta que sigue cerrada, regresé mi mirada a Travis con el mismo terror, él se encuentra confundido.

—¿Qué pasa? ¿Está todo bien ______? -Quiere acercarse a mi-

—Hay alguien más aquí dentro con nosotros Travis. -Digo segura, él paró en seco, continua con la misma mueca de confusión, recorrió el perímetro con su mirada sin moverse-

—¿Por qué lo dices? -Frunce su ceño-

—Se abrió la puerta de atrás cuando te fuiste en el instante que se fue la luz, y ahora está cerrada. -Digo con temor, Travis me ve seriamente, dirigió su mirada a la puerta, y regresó conmigo nuevamente-

—¿Estás segura? -Pregunta un poco serio y firme-

—¡Si Travis! -Insisto, él se quedó paralizado en el mismo lugar visualizando el perímetro-

—No te vayas a espantar. -De su espalda sacó una pistola, la cargó y apuntó a la puerta. No me sorprende que tenga un arma, es demasiado predecible por el lugar en dónde vive y en las condiciones que lo hace-

—Quédate aquí. -Ordenó al comenzar a dar ligeros pasos-

Soy una criminal, estoy acostumbrada a este tipo de miedo y adrenalina. Lo alumbré con mi celular para que pudiera caminar sin problema alguno entre la obscuridad. Siento la presencia de un tercero, sé que alguien más está aquí con nosotros, tengo un sentido de la percepción muy avanzado, volteé a mi alrededor cuando apagué la luz del celular. Siento como si estuviera en una misión de Magnium. Logré visualizar como Travis voltea a verme diciéndome en señas que no ve nada.

—Escucha a través de las paredes. -Susurré con el ruido de la lluvia-

Sé que por alguna razón Travis entiende a lo que me refiero. Bajó el arma, para poder imitarme. Me acosté en el piso para poder pegar mi oreja en el piso tan frío de madera, él hizo lo mismo en la pared. A pesar de la lluvia, sé distinguir cuando alguien está en la habitación, solo espero ya sea el mínimo ruido de cualquier parte de ella. Segundos después la lluvia se calmó, es como si el clima se hubiera puesto de acuerdo con nosotros para que pudieran escuchar a la perfección.
Por fin hubo ese maldito ruido, un rechinido. Me levanté instantáneamente y parecio que Travis me ha leído la mente, ambos nos dirigimos a ese ruido proveniente de alguna esquina de la biblioteca.

—No hay nadie.

—Si lo hay. -Insisto molesta al no encontrarlo- ¿Quién puede venir a visitarte?

—Nadie, ¿Qué no doy a notar lo solo que estoy siempre? -Dice obviamente-

Persigo con la misma adrenalina en mi cuerpo. Llego a pensar que esa persona me está buscando a mi, si es que jamás le había pasado algo similar a Travis.
La luz regresó, lo cual por instinto volvimos a buscar por toda la biblioteca, fallando nuevamente.

—Tengo que irme Travis. -Dije incómodamente, realmente no quiero que Travis corra peligro por mi culpa-

—Créeme que esto no fue planeado y probablemente estoy igual o más asustado que tú. -Me dice consternado-

—Seré honesta, recordé que tenía un compromiso dentro de poco tiempo. -Dije al ver la hora en mi celular-

—Entiendo. -Dice con una sonrisa- Solo que.. -Calló unos instantes-

—¿Qué cosa?

—¿Me dejarás solo con el posible asesino que está viéndonos de algún lado? -Pregunta con miedo, reí-

—No hay nadie aquí. -Me alcé en hombros- Ya revisamos.

—Te llevo a la puerta.

Ambos comenzamos a encaminarnos a su puerta principal, mientras recorro su casa aún con más miedo y el ruido de la lluvia presente en todo segundo, siento la mirada de un tercero, tengo una muy mala vibra en estos momentos.

—Vendré otro día, ¿Te parece? -Digo al estar afuera de su casa-

—Mejor nos vemos en otro lado. -Hizo una media sonrisa mientras está recargado en el marco de su puerta-

Se escuchó un fuerte portazo dentro de la casa, alcé la mirada rápidamente, mi corazón volvió a latir fuertemente.

—¿Te parece bien? -Preguntó con una sonrisa aún más forzada ignorando el ruido de la puerta-

Corre _______, corre ¡Ahora!

—Me parece bien. -Doy pasos hacia a atrás- Te veré luego.

—Iré por una sombrilla, aguarda aquí.

—¡No! -Alcé la voz haciendo que volteara- Perdón, digo, no, está bien, la lluvia ya está mucho más calmada, de verdad no hay problema. -Digo al tartamudear-

Me doy la media vuelta lentamente para comenzar a bajar los mil escalones que dan a la casa para bajar a mi carro. En todo el camino pienso en el ruido del gran portazo que hubo, ¿Cómo Travis lo ha ignorado? Al parecer él sabía que había alguien dentro y fingió lo contrario. Pequeñas gotas caen sobre mi.
Llego a mi carro quitando los seguros desde lejos con las llaves, al momento de abrir la puerta logro ver a través del reflejo del vidrio a Travis justo detrás mío. Solté un grito volteándolo a ver, haciendo que la persona que va pasando con su perro nos viera con susto.

—Tu suéter. -Me alzó mi suéter negro, lo veo con miedo, toda la bajada me vino siguiendo y no lo logré escuchar. Él continúa con su sonrisa-

—Gracias. -Lo tomé rápidamente-

Me adentré al carro cerrando la puerta rápidamente. Reviso los asientos de atrás pensando por si alguien estuviera ahí escondido esperando a que entrara, tengo un miedo que me sofoca en estos momentos. Aceleré sin más, viendo por el retrovisor como él  siegue de pie en la banqueta viéndome ir. Temo de alguien que no conozco.