Uno

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Sentí como el vestido se ajustó cuando la chica subió el cierre tras mi espalda, haciéndolo adherirse a mí como una segunda piel. No podía verme porque en el vestidor no había espejos, pero cuando sonrió al tenerla frente a mí, pensé que no me veía tan mal. Por supuesto que ella pudo haber puesto esa expresión por cortesía o simplemente porque es lo que se tiene que hacer cuando ves a una chica vestida de novia, no lo sé.

—Este se te ve hermoso—murmuro la rubia.

Sonreí por educación y camine a la pequeña sala lounge para saber la opinión de la única persona que me acompañaba.

Mi padre al verme se puso de pie, bastante emocionado y yo me quede perpleja viéndome en todos los espejos del lugar. El vestido no era nada impresionante, ni pomposo, era solamente un vestido, un mero requisito para la ceremonia. Más aun así creía que era bonito.

Los ojos de mi padre se cristalizaron y se acercó a abrazarme.

—Te ves preciosa, cariño.

—Papá, no llores. Tú sabes más que nadie la razón por la que lo hago—susurre en su oído.

—Es algo inusual ver a una novia siendo acompañada por su padre, pero es muy enternecedor—hablo la señorita que nos atendía.

Mi padre se apartó y regreso a su lugar en el sillón color perla.

—Es la única persona que quiero a mi lado en estos momentos—respondí.

La rubia me señalo el pequeño cajón en medio de la sala para que subiera y pudiera acomodar la no tan larga cola del vestido.

—Es admirable—dijo ella—. ¿Qué te parece?

Gire de un lado a otro en el cajón, viéndome en diferentes espejos.

Nunca pensé que alguna vez me vería en un vestido de novia, porque siempre dije que no me casaría. Esa era una de las razones por las que mi padre estaba tan sentimental. Él sabía sobre mis pensamientos y aunque no estaba de acuerdo, no me juzgo.

Ahora con todo esto, él puede verme vestida de blanco y a pesar de que sea para una farsa, me alegra que lo haga un poco feliz.

— ¿Podrías dejarnos solos un momento?

—Por supuesto. Estaré afuera si me necesitan.

La chica salió del lugar y yo me baje del cajón para sentarme a un lado de mi padre.

—No sé mucho de esto, pero este es muy bonito—murmuro el muy sonriente.

—Qué bueno que te gusto porque es el único que pensaba medirme—papá coloco su mano en mi rodilla.

—Es muy admirable lo que haces, cariño. Taewon estará muy feliz cuando se entere. ¿Cuándo piensas reunirte con él?

—Nos veremos a las cinco esta tarde—mi padre vio el reloj en su muñeca y sus cejas se arquearon.

—Apenas llegaras, así que ve a vestirte—ordeno ayudándome a caminar con el vestido hacia el vestidor.

Faltaban solo dos días para la boda y apenas estaba eligiendo un vestido lo cual era bastante precipitado, pero más lo era que apenas fuese a encontrarme con mi futuro esposo.

A Chanyeol Park ya lo conocía. Lo vi un par de veces en algunas reuniones de su padre en su casa hace un par de años, más sin embargo nunca habíamos hablado anteriormente, y ahora es mi prometido.

Eso me tenía bastante nerviosa e inquieta. No tenía idea de cómo iba a salir esto.

Entre en el restaurante y me llevaron a una mesa de inmediato. Estuve esperando por alrededor de quince minutos, jugando con mis manos sudorosas sobre la mesa, hasta que vi entrar en el lugar a un chico alto y bien parecido. Inmediatamente supe que era el, pues no había cambiado mucho.

Echo un vistazo por el lugar buscándome —supongo—, antes de que la chica en la entrada se acercase a él y le hablara. Él le respondió y en seguida la chica señalo en mi dirección y la mirada de Chanyeol llego a mí. Se acercó a pasos tranquilos y a la vez largos.

—Siento la tardanza—murmuro apenas llego.

—No hay problema—conseguí decir a pesar de los nervios. Chanyeol aparto la silla frente a mí y tomo asiento.

Después de tantos años, estábamos frente a frente.

—Te agradezco mucho que hagas esto y a la vez me siento mal por ti—dijo y yo negué con la cabeza.

—Un poco de sacrificio por algo de felicidad, no es nada. ¿Cuánto tiempo le queda? —Chanyeol bajo la mirada y respondió luego de unos segundos: —No lo sabemos. El doctor dijo que puede ser en cualquier momento, por lo que espero que entiendas que no hay un plazo definido para que el matrimonio termine.

—Ya veo.

Taewon Park era un hombre de negocios muy reconocido en la ciudad, un empresario bastante honorable y valioso, además de amable y servicial. Cuando mi padre y yo llegamos aquí luego de que muriera mi madre, él lo ayudo mucho para que saliéramos adelante y no se conformó solo con emplearlo sino que lo apoyo a que se siguiera preparando hasta que logro ser su mano derecha. Ambos se volvieron muy unidos, casi como hermanos por lo que el cariño de mi parte hacia el creció mucho. Gracias a él tenemos todo lo que poseemos y no hay palabras que expresen lo que representa para mí.

Hace un año enfermo y su estado de salud fue empeorando cada vez un poco más hasta que lo desahuciaron. Como era de esperarse todas las personas a su alrededor querían complacer sus últimas peticiones. Pero nadie se imaginaba cual sería una de ellas.

El señor Park tuvo dos hijos, Bekhyun y Chanyeol. Baekhyun era el mayor y ya estaba casado, preparándose para formar una familia, así que lo único que quería era ver a su hijo el menor casado también.

Chanyeol le hizo saber eso a mi padre y éste le pidió que se casara conmigo, puesto que él sabía que el señor Park estaría encantado cuando se enterase.
Según palabras de mi padre, Chanyeol no lo pensó mucho y acepto de inmediato. No me lo pregunto, sabía que yo lo haría sin chistar. De verdad pienso que si eso lo hace feliz en sus últimos momentos, vale la pena.

—Esa es razón por la que te cite. Quiero que discutamos algunos puntos del matrimonio y lo que le diremos a las personas sobre nosotros.  

What if... (EXO Chanyeol)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora