Veintitrés

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Amaba a Chanyeol a pesar de todo lo ocurrido y a pesar de que sabía que él podía no sentir lo mismo. Sin embargo, aunque yo fuese consiente de mis sentimientos, de ninguna manera iba a decírselos. El riesgo era demasiado y estaba segura que no podría lidiar con ello.

Chanyeol acaricio mi mejilla con su mano y aproveche su cercanía para observarlo a través de la luz de la luna. Sus ojos cafés parpadearon ternura y su hermosa sonrisa me deslumbró por completo.

Sonreí aunque quisiese llorar.

¿Qué será de mí después de esto?

()

— ¿Entonces piensan pasar la noche allá? —cuestionó Sanghee empujando la silla de ruedas de Taewon para acompañarnos a la puerta.

—Posiblemente regresemos temprano.

—Estás loco, Chanyeol. Ese lugar está muy retirado de aquí y es peligroso que conduzcas tan tarde—opuso su nana. Ella parecía una madre preocupada por su hijo.

—Quédense con Suho—contradijo Taewon—. Y por favor, llamen antes de dormir.

Chanyeol asintió y después de despedirnos, salimos en camino a la fiesta a la que nos había invitado Suho anteriormente.

Casi hicimos tres horas para poder llegar al lugar y no estaba muy segura de porque Chanyeol había accedido a asistir si sabía que tardaríamos tanto y tendríamos que pasar la noche fuera de casa. Sin embargo, me agrado la idea de poder salir a algún otro lugar que no fuese la universidad o la empresa.

Mis ojos se ampliaron cuando Chanyeol me abrió la puerta para bajar del auto. La casa era impresionante —no tanto como la mansión Park—, y hermosa.

Podías ver a todas las personas reunidas dentro, desde los ventanales de cristal y aunque se trataba de un cumpleaños la música no era demasiado fuerte o molesta.

Entrelacé mis dedos con los de Chanyeol mientras caminábamos a la entrada y percibí el delicioso aroma del mar.

En el interior la música era tenue y las personas bebían copas de vino al tiempo que charlaban con otras.

Nadie notó que habíamos llegado y de hecho me asombro el hecho de que Chanyeol no saludase a nadie de los presentes, simplemente se limitó a buscar a alguien con la mirada, hasta que ese alguien apareció de entre la multitud. Suho.

—Al fin has llegado—musito su amigo acercándose para abrazarlo—. Pensé que te habías arrepentido—el pelinegro también me dio un abrazo rápido y beso mi mejilla como ya se le había hecho costumbre.

—Te dije que vendría—respondió el castaño ante la acusación de su amigo—. ¿Dónde está Boyeon?

—Fue con las personas que están fuera, ¿quieren una copa mientras viene a saludar? —Ofreció Suho y nos vio a Chanyeol y a mí alternativamente esperando una respuesta—. ¿Van a quedarse, cierto?

—Sería muy peligroso que regresemos avanzada la noche—respondió el castaño.

—Entonces sí quieren una copa—aseveró Suho ampliando su sonrisa—. Ya vuelvo.

Observe al pelinegro caminar entre las personas para llegar hasta la barra y luego escuché la suave voz de una mujer llamar a Chanyeol; eso me hizo regresar la vista al frente. Se trataba de una pelinegra de ojos oscuros y sonrisa apacible. Delgada y no muy alta, creo que teníamos la misma estatura, pero yo no estaba usando tacones.

Saludo a Chanyeol y al dirigirse a mí su sonrisa se extendió, haciéndome sentir un poco incomoda.

—Boyeon, ella es mi esposa _____—me presento el castaño. Hice una leve reverencia y ella me imito.

What if... (EXO Chanyeol)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora