What if... (EXO Chanyeol)

29.1

Chanyeol.

Desperté sintiendo la ausencia de ____ y eso no hizo más que ponerme en estado de alarma.

Con lo acontecido el día de ayer con Baekhyun, la manera en la que la deje al irme sin ninguna explicación, y la distancia e indiferencia que he adoptado todo ese tiempo para mantener un poco tranquila mi conciencia pensé que seguramente ella querría alejarse de mí.

Y quizá podría hacer una locura, como irse...

Salí de la cama y sin molestarme en tomar una ducha o cambiarme de ropa, baje para ir en su búsqueda.

Exhalé aliviado cuando al acercarme a la cocina escuche voces, ____ estaba con Sanghee preparando el desayuno.

Mi nana me saludo y yo le respondí sin mirarla, mis ojos se encontraban sobre la pelinegra que se encontraba a un lado con un batidor en la mano.

Una punzada me atravesó el pecho al verla desviar la mirada y no mencionar nada.

Comprendí que se sentía herida por mis acciones y eso que aún no sabía la verdadera razón de mi cambio. No quería ni pensar en cómo reaccionaría cuando se enterase de lo que tuve con Taeyeon.

Me obligue a regresar de mis pensamientos al escuchar a Sanghee decir que mi padre me esperaba, dejándome intrigado por completo, sin embargo no obtuve nada de ella al preguntarle y lo único que hizo fue sacarme de la cocina, con el pretexto de que _____ me alcanzaría después, cuando me llevase el desayuno.

Necesitaba desesperadamente hablar con ella, puesto que no quería seguir alargando el sufrimiento de ambos. No quería tener que seguir alejado y mucho menos apartarla de mi lado con mi actitud, aunque creía que después de mi confesión es lo que precisamente haría.

Toque un par de veces y espere a que la enfermera me abriese la puerta como de costumbre, pero me sorprendí cuando nadie atendió.

Abrí la puerta y solo vi a mi padre dormitando.

Él abrió los ojos en cuanto escucho el clic de la puerta al cerrarse, me mostró una de sus sonrisas soñolientas y levanto ligeramente su mano en señal de que me acercara.

Me detuve a su costado y le di un ligero apretón a su mano.

—Sang me dijo que querías verme—le dije mirando alrededor con el ceño fruncido—. ¿Dónde está la enfermera? ¿No debería estar cuidando de ti mientras no hay nadie?

Mi padre jadeó con una sonrisa en sus labios.

—La deje ir—confesó. Mi expresión se descompuso un poco más al escucharlo.

— ¿Cómo que la has dejado ir? ¿Por qué has hecho eso?

—Es víspera navideña, ¿no crees que tiene derecho de pasar tiempo con su familia?—explicó tranquilamente.

Abrí la boca para responder, pero apenas repare en las fechas en las que nos encontrábamos.

Faltaban dos semanas para noche buena y efectivamente la enfermera tenía derecho de descansar en estos días y pasar tiempo con sus seres queridos.

Asentí algo avergonzado.

—Claro que sí—respondí llevándome una mano al cuello—. Estás en lo correcto, yo ni siquiera tenía idea de que estábamos tan cerca de las fiestas.

— ¿Por qué estás tan distraído?—cuestionó mi padre y luego tomó aire para continuar: — ¿Qué es lo que te tiene tan preocupado?

Suspiré y sacudí la cabeza, cabizbajo.