Tres

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  Chanyeol tomo mi mano delicadamente y me ayudo a bajar los escalones del altar maravillosamente adornado, pues el vestido ajustado no ayudaba mucho a mi movilización.
Sonreí al ver a mi padre empujando la silla de ruedas del señor Taewon para llegar a nosotros. 

Solté la mano de mi ahora esposo y acudí en un abrazo a mi padre al mismo tiempo que el chico de castaños cabellos se acercaba al suyo y recibía sus felicitaciones.

—Taewon está que no cabe de felicidad, cariño—susurro mi padre en mi oído. Asentí dándole la razón.
Había visto la expresión del señor Park en cuanto voltee a donde se encontraban los invitados. Él estaba sonriendo de manera radiante sentado en su silla de ruedas en el pasillo que conducía al altar, justo a un lado de la banca donde estaba mi padre.
Mostraba fuerza y entereza aun a pesar de tener un inhalador permanentemente en su rostro y un tanque de oxígeno a su lado. Sin duda alguna, para él era muy importante ver a sus hijos realizados y formando una familia. 

Si eso no es total orgullo y placidez, no sé qué sea.

—Querida hija, ven aquí—me hablo el señor Park cuando me aparte de mi padre. 

Me puse sobre mis rodillas aun con el riesgo de mancharme el vestido con el pasto, solo para poder verlo cara a cara y escuchar lo que tenía que decirme.

Los invitados —los cuales no conocía— nos observaban con miradas enternecidas por la escena que estábamos protagonizando. En ese momento no estaba fingiendo, cabe mencionar.

Chanyeol y mi padre permanecieron ahí, mirándonos también.

—No puedo creer que hayas sido tú la mujer con la que mi hijo estaba saliendo todo este tiempo—murmuro con dificultad y bastante emocionado, sus ojos estaban cristalizándose y yo sentí un nudo en mi estómago—. Ya le he reclamado a él por no haberte traído a casa antes.
—No pensábamos que las cosas fueran a ir tan en serio—murmure dirigiendo mi vista a Chanyeol. El hizo una especie de mueca con los labios.
—Ya eras como mi hija antes, así que estoy muy emocionado de que lo seas oficialmente.
— ¿Piensas robármela, Tae? —le dijo mi padre bromeando. Taewon rio cansadamente.
—La has tenido por mucho tiempo, hermano.
—Señores, por favor—interrumpió Chanyeol por primera vez ayudándome a levantarme y justo después me tomo por la cintura—. ____ es mi esposa y el que se la va a robar soy yo.

Me removí un poco incomoda a su lado y mi sonrisa se tensó, pero trate de que no desapareciera. Tenía que fingir frente a todas esas personas que era una mujer feliz y así lo haría. Después de todo el efecto que tenía sobre Park Taewon era increíble y valia cada segundo de esto.

—Chanyeol, quieres esperar—dije apartándolo—. Deseo seguir hablando con tu padre.
—Entiendo que mi hijo este desesperado. Siento que no vayan a tener una luna de miel.
—Papá, eso es algo sin importancia—contesto Chanyeol inmediatamente—. No es momento para irnos de casa, además ____ quiere compartir tiempo contigo, ¿no es así cariño?
—Por supuesto. Hace mucho tiempo que no lo veía.

Permanecí hablando con mi padre y el señor Park durante unos minutos más, en los que Chanyeol se alejó para hablar con los invitados. Eran alrededor de cincuenta personas reunidas en el jardín de la casa —o mansión— Park.

Era lo más hermoso que había visto y me hubiese encantado poder pintarlo en este momento. Hermosas flores de colores adornaban el cielo, los arcos del pasillo, las bancas y las mesas.
Yo no tuve nada que ver con la organización y no tenía idea de cómo iba a lucir hasta que llegue y lo vi con mis ojos.

—Quiero robarles a mi esposa por un minuto—dijo Chanyeol en cuanto llego a nuestro lado. Me extendió la mano y yo la tome para ponerme de pie.

What if... (EXO Chanyeol)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora