What if... (EXO Chanyeol)

Dieciséis

  Me sobresalté un poco al notarlo.

— ¿Ocurre algo? —cuestione preocupada.

Chanyeol siguió mirando sin inmutarse, como si tender las sabanas en la cama fuese algo extraordinario o simplemente como si trajera otra cosa en mente.

— ¿Todo está bien? —volvi a preguntar con el entrecejo fruncido. El castaño parpadeo y curvo tenuemente sus labios, negando con la cabeza. Dió unos pasos al interior de la habitación y se apoyó en la cómoda.

Lo miré con curiosidad hasta que habló: —Gracias por estar al pendiente de mi padre.
Me senté en el borde de la cama, frente a él.

—Sabes que no tienes nada que agradecer. Taewon es importante para mí—respondí sonriendo—. Además, es lo que cualquier persona que lo conociera haría.

Chanyeol desvió la mirada y su semblante aparentemente tranquilo desapareció. Suspiro profundamente y se llevó una mano al cuello, dando un ligero masaje que provoco que una mueca apareciera en su rostro.

— ¿Estás cansado? —le cuestioné.

—Cansado no—contradijo—. Estresado. Definitivamente no hago más de lo que hacía en la empresa, pero estoy preocupado por cómo están llevando las cosas allá—confesó pensativo.

—Podrías regresar—sugerí—. Sang y yo podemos cuidar de Taewon—Chanyeol negó de inmediato.

—Le aseguré tanto a mi padre como a ustedes que no volvería a dejarlos.

Asentí, sorprendida de que aún siguiera con la idea de no apartarse de Taewon. He de confesar que pensé que tan pronto como estuviese en casa por tiempo prolongado, abandonaría inmediatamente esa promesa para ir a ver a Taeyeon. Sin embargo parecía muy decidido y lo más seguro es que la culpabilidad fuese más fuerte para él, que el deseo.

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— ¿Qué tal estuvo tu día? —me pregunto el castaño apenas subí a su lado en el auto.

—Bastante normal—dije. Chanyeol frunció el ceño sin verme.

—Qué explicita—murmuro maniobrando con el volante.

— ¿Qué quieres que te diga?

—Estas en la universidad aun—puntualizó—. Y estudias Artes. Me imagine que pasabas tus días de escuela algo mejor que "bastante normal" —esta vez fui yo quien lo vio desconcertada.

Chanyeol y yo llevábamos cuatro meses de matrimonio y nunca se había interesado demasiado en lo que me pasara. Algo definitivamente cambio en él, después de la recaída de Taewon.

— ¿Qué me dices de ti? ¿Todo bien en la compañía? —contradije.

—Aparentemente. Aunque tengo muchas cosas que supervisar.

—No creo que yo pudiese trabajar en algo así—comenté. Chanyeol volteo a verme con curiosidad.

— ¿En un trabajo de verdad? —Murmuro luciendo ingenuo—. ¿Con prestaciones de verdad?

Sentí que debía estar ofendida por insinuar que las Artes no eran un oficio que se considerara un "empleo" convencional, sin embargo no lo estaba; algo en su comentario me recordó a mi padre, así que solo sonreí.

— ¿De qué hablas? Trabajo no siempre tiene que ser sinónimo de sueldo.

—Sin embargo, sueldo es sinónimo de alimento y de vivienda—respondió él.

Lo mire sorprendida. —Es lo mismo que me dijo mi padre—Chanyeol sonrió—. Ustedes sí que debieron pasar tiempo juntos. Sus pensamientos son similares.