What if... (EXO Chanyeol)

Diez

 
Ambos abrimos los ojos al mismo tiempo y nos acercamos a soplar la vela. La llama sucumbió de poco hasta que se desvaneció, dejando solo una pequeña línea de humo. 

Escuche los aplausos como el día de la boda.

— ¡Beso, beso, beso! —repitió Sanghee junto con los aplausos. 

Sacudí la cabeza con vergüenza, pero Chanyeol tomo mis manos con las suyas y se acercó de apoco, dejándome sorprendida. Conociéndolo, pensé que iba a negarse de inmediato como en las veces anteriores.

Me besó frente a Sanghee, su padre y el mío. Sus labios se movieron contra los míos por poco tiempo antes de apartarse y dejar un beso en mi frente.

El rostro de Sanghee y Taewon lo decía todo y el de mi padre a cambio lo ocultaba, solo mirando con precaución.

Después de que pasáramos tiempo en el comedor, partiendo el pastel que Sanghee horneo para nosotros, cada quien se fue a hacer sus asuntos y yo me quedé con mi padre en la sala.

— ¿Cómo estás? —Pregunto tomando mis manos—. Además de contrariada—añadió.

—Un poco cansada, estresada y... confundida—mi padre me vio con pánico.

—No me digas que tú y Chanyeol...

—No papá—negué de inmediato—. Entre Chanyeol y yo no hay ni siquiera una buena amistad—aclaré en un susurro.

Quería explicarle que la razón de mi confusión se debía a cómo debía actuar al saber lo que Chanyeol está haciendo con Baekhyun. Si debía decirle algo o solo me correspondía quedarme callada y hacer como si nunca presencie eso.

Mi padre exhalo con tranquilidad y dándome a entender que él estaba preocupado de que yo sintiese algo por Chanyeol. Él definitivamente sabía que Chanyeol era completamente toxico para las personas a su alrededor.

—Al menos Sanghee y Taewon creen todo lo contrario—susurro también.

No pude hablar con mi padre de mis inquietudes, ya que había un riesgo de ser escuchados, así que solo le conté como me iba en la universidad, mis problemas de creatividad y mi profundo aburrimiento.

Cuando lo despedí en la entrada y regrese al lobbie, me llamo la atención las siluetas que se veían en el exterior a través de las puertas de cristal. Mientras me acerque, vi a Taewon reposando en su silla de ruedas y a lado, sentado en la banca estaba Chanyeol.

El castaño hablaba bastante animado e incluso hacia ademanes con las manos, a lo que su padre veía con bastante atención. La escena era nostálgica y a la vez conmovedora.

Taewon en algún momento, dijo algo que provoco que Chanyeol riera. 

Chanyeol riendo.

Era algo tan inusual como que lloviera y nevara a la vez.

La única ocasión en la que lo vi hacerlo, fue cuando repartía besos por el rostro de Taeyeon mientras ambos se escondían en la casa.

Evidentemente el solía ser selectivo con las personas a las que les mostraba un poco más de su humanidad.

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Me sobresalte al entrar en la habitación y encontrar a Chanyeol ahí, ya que él siempre era el último en irse a dormir.

Estaba sentado en el sillón a los pies de la cama, revisando su teléfono. Aun no se había puesto el pijama así que supuse que no se quedaría.

—Siento lo de hace rato—señalo apartando el dispositivo de su vista. Fruncí el ceño desorientada.