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Para futura dedicaciones comenta aquí.
Todo el mundo se preguntaba cómo el joven Maximilian había cambiado de actitud de la noche a la mañana. Un secreto a voces corría por la mansión styles sobre la sexualidad del hijo del rey, por momentos fue sorprendido de la mano de otro joven pero, nadie se atrevió a respingar cuando vieron que su majestad convivía tranquilamente con sus hijos y el muchacho de ojos azules que al parecer nadie había visto antes rondar por la mansión de la familia real hasta ese día mientras estaba con el príncipe Maximilian.
Por otro lado, en Inglaterra se armaba un debate a puerta cerrada en la oficina del rey Frederic. Lo único que se podía sentir en el ambiente de aquella habitación, era la tensión que había que los tres adultos y los pesados pasos que daba el rey al caminar de un lado al otro. Liam lo observaba de un lado a otro, sintiendo que cada pisaba que daba era un puño de tierra que se agregaba a su tumba, sin embargo Briana estaba completamente normal, como si en ese momento estuviera presenciando algo muy aburrido.
— Solo lo preguntaré una vez y quiero una respuesta clara — El rey por fin se detuvo y se inclinó sobre su escritorio sin apartar la mirada del suelo — Liam ¿Tienes un romance con la señorita Jungwirth?
Liam tragó saliva, que en realidad parecía una filosa navaja deslizando sobre su garganta, tratando de buscar las palabras adecuadas que no alterarán al rey y así salvar su cabeza.
— N-no, su majestad. Es solo que...y-yo — la respuesta del miembro más joven del parlamento inglés podía sentir como todo lo que tanto le costó construir se iba caer a pedazos.
— Es increíble, te estás metiendo con la madre de mi nieto ¡un futuro miembro de la familia real!
— Yo no estaría tan seguro de eso...El susurro de Liam fuera algo que Briana pudo oír con claridad pero, para su suerte el rey no logro escucharlo. La rubia chica no iba dejar que acabaran con sus planes, dentro de esa cabeza suya tenía planeado toda una contienda.
— Y tú Briana ¿cómo te atreves a faltar al respeto de esa manera a mi familia? Al honor que nos reconoce a los Tomlinson, mi prestigiada familia no se va manchar por los actos mundanos de una...plebeya como tú.
Briana soltó una sonora carcajada dejando perplejos tanto a Liam como al rey
— Te atreves a reírte en mi cara ¡Eres una cualquiera! ¡NO ERES NADA MÁS QUE UNA PU...
—Escúcheme bien, si usté de termina esa palabra...yo terminaré lo que mi madre no logro hace años — la joven se puso de pie retando al rey y dejándolo con las palabras atrapada en su garganta. Lo que estaba pasando era algo que Liam solo había visto muy contadas veces, el rey Frederic Tomlinson en silencio y mirada retadora.— ¿De qué estás hablando?
— Usted va olvidar lo que vio en esa habitación, va hacer que su hijo se comprometa conmigo o..
— ¿O qué? Acaso ¿estás condicionándome? Porque no estás en condiciones de hacerlo, querida — cruzado de brazos e imponiendo su autoridad, el rey se plantó frente a Briana pero, no se inmutó para nada.— Su majestad, si usted se atreve a contarle a Louis lo que vio hace unos momentos. Me encargaré de decirles a todos los miembros de la corte real y del mismísimo parlamento sobre el origen de su amada reina. ¿cómo tomarían la noticia en Inglaterra al enterarse que su rey fue desposado por nada menos que una puta pueblerina cualquiera?
La tensión creció, el rey empuñó sus manos y sentía la sane hervir. La mirada de Briana llena de victoria por saber que había dado en el punto débil del rey. Un secreto que ha resguardado por años, exactamente la edad de su hijo, durante veinticuatro años logró con la Sra. Jungwirth no revelará el origen de Johanna pero, el rey había olvidado aquel detalle que hubo en el acuerdo...los hijos de ambos debían unirse, asegurando el futuro de Briana hasta que el día que su madre falleciera. Frederic no tenía idea de cómo se había enterado la joven rubia pero fue en el momento que Liam se puso de pie, cuando la respuesta a su pregunta fue contestado.
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The Royal letters || L.S.
Fiksi Penggemar"A veces el destino puede hacer que llegues a una persona equivocada, que con el tiempo se convierta en la indicada y no quieras soltarla jamás" - Louis William Tomlinson, príncipe de Cambridge y futuro heredero al trono. (Actualizaciones Lentas)