Capítulo 17. ♡

3.7K 424 34
                                    

Si ayer me sentía mal, hoy estoy peor.

No tenía apetito de nada, me sentía hasta con asco.

Esta vez me pase de idiota, no me interpuse entre el beso de ayer, y de recordarlo se me revolvía el estómago.

Después de que me beso se fue de ahí junto a su amiga, y yo me quede ahí paralizado.

Me sentía mal, porque yo amaba a Melissa y no me gusta nada haber besado a Dani, o bueno que ella me haya besado a mi.

Que estúpido fui al no interponerme.

Alonso ¿me escuchaste? — Pregunto Jos.

Por un momento olvide por completo que estaba juntó a mi.

No, lo siento estaba distraído, ¿qué me decías?

Negó.

No, nada olvídalo.

Me sentí mal, no era la primera vez que me pasaba, pero es que últimamente estaba demasiado distraído.

Perdón. — Me disculpé de nuevo.

Descuida, no era algo importante. — Sonrió. — ¿En qué tanto pensabas, eh?

Suspiré por un largo tiempo añadiendo un poco de drama a la situación.

El asintió captando.

Oh, ya se, ¿la chica?

Asentí haciendo una mueca.

Alan quien estaba frente a nosotros me miro y luego a Jos, ambos se miraron de la misma manera.

Y de ahí hubo silencio, hasta que Bryan apareció.

¿Quieren hacer algo hoy? — Preguntó al acercarse a nosotros.

Claro. — Jos le respondió mientras que Alan se encogió de hombros.

¿Vienes Alonso?

Gracias, pero esta vez paso.

De nuevo se dieron esa mirada, y esta vez Bryan se les unió.

Usualmente cuando ellos salen y me invitan acepto ir con ellos, pero como dije ayer y repito, no tengo ánimos de salir o hacer algo.

Creo que con cada día que pasa empeoro más, pues cada vez siento que mi apetito disminuye junto con mi ánimo.

Y con cada día que pasa la extraño más.

Oigan no saben. — Entro Freddy apresurado captando nuestra atención. — Acabo de probar las mejores alitas de pollo del mundo.

Pensé que era algo de mayor importancia. — Bufo Alan.

¡Pero es importante! si las probarán se darían cuenta de que tengo la razón, por eso les deje unas, ¿quieren? — Saco de una bolsa un plato desechable con unas cuantas alitas en el.

Los tres se acercaron y tomaron una, y cuanto le dieron un mordisco sus ojos se ancharon.

¡Pero que delicioso!

Les dije que estaban buenas. — Freddy dijo con orgullo.— ¿Tu no quieres Alonso?

Negué, por más que las veía no tenía apetito.

No, gracias.

¿Seguro?

Asentí.

Un Deseo 2 » a.vDonde viven las historias. Descúbrelo ahora