Un Deseo 2 » a.v

Capítulo 25. ♡

El frío y duro suelo había sido remplazado por un cómodo y cálido sillón.

Abrí mis párpados tan rápidamente que mi cabeza dolió más por aquel repentino movimiento.

— Alonso, ¿estas bien? — Escuché a Jos pronunciar en cuanto se percató de que había despertado.

Asentí tallandome los ojos.

— ¿Qué ocurrió? ¿Dónde están los demás?

— Fueron por un doctor, te desmayaste de repente, nos diste un gran susto hermano. — Palmeó levemente mi hombro.

Me recosté de nuevo tratando de recordar con exactitud lo que sucedió minutos, u horas antes – realmente no se cuanto dure inconsciente – pero Jos me interrumpió incluso antes de recordar algo.

— Oh, antes de que lo olvidé.— camino hacia la puerta, y la abrió. — Hay alguien que quiere verte.

Salió y después de unos instantes entro de nuevo junto a Melissa.

Melissa, como la había extrañado.

Jos me lanzó un guiño antes de salir tras la puerta.

— ¿Cómo estas?

— Bien, no fue tan grave como el golpe en la cabeza.

Asintió levemente paa después fruncir el ceño.

— Espera, ¿qué dijiste? — Sus ojos se ancharon.

No pude evitar reírme.

— ¡Alonso, esto es serio!, ¿a caso recordaste, o los chicos ya te habían comentado el insistente en casa de Bryan?

Pare de reírme y la mire.

— Bueno, nunca me dijeron el por qué un día amanecí en el hospital y no recordaba nada, tampoco se me ocurrió preguntarles, así que el tema nunca surgió entre nosotros.

— ¿Eso quiere decir que recordaste?

— Sip, absolutamente todo, o eso creo.

— ¿Y me recuerdas?, ¿recuerdas todo lo que hubo entre nosotros?

— Todo lo que hubo, y hay.— Entrelace nuestros dedos. — Porque según recuerdo nosotros estamos juntos, ¿o no?

— Sip, así es. — Rió.— Me alegra tenerte de vuelta.

— A mi también me alegra estar de vuelta.

Me acerqué a ella y deposite un beso en su frente, para luego rodearla con mi brazos a su cintura.

El sonido de Jesús aclarandose muy ruidosamente la garganta, nos interrumpió. No había que ser tonto para saber que a Jesús no le agradaba para nada Melissa, aunque no se la razón, ella es probablemente la persona más dulce y encantadora que pudiera existir sobre la faz de la tierra, y no estoy exagerando.

— Te trajimos un doctor, aunque por lo que veo ya no es necesario.

— De todas maneras deja que lo cheque, no está de más. — Opinó Sandra.

— Creo que sea mejor que me vaya. — Me susurro Melissa algo incómoda por la tensión que Jesús había causado.

— No, quédate.

— No quiero molestar.

— No eres una molestia.

— ¿Quieres que te chequeen o no? — Interrumpió una vez más Jesús.

— Te hablaré al rato. — Me susurró para luego basé mi mejilla y retirarse.

Bien, la situación con Jesús no me estaba agradando. Era el único al que le molestaba que estuviera con ella, a Sandra y aborito no parecía importarles si quiera, y los chicos respetaban mi relación con ella. Sin duda tenía que hablar con él para arreglar la situación, aunque no ahora.

El doctor entró y checo la herida – que estaba apunto de desaparecer – que se encontraba mi cabeza. También revisó que no tuviera otro golpe que pudieran causar alguna contusión.

Después del chequeo el doctor salió juntó con Sandra, dejándome a solas con Jesús.

— Así que, ¿Ya recordaste? — Elevó ambas cejas.

— Así es, recordé todo.

Asintió.

— Bien, me alegro por ti.

Comenzó a caminar hacia la puerta pero lo detuve antes de que abriera.

— Jesús. — Lo llamé.

Este se volteó casi enseguida.

— ¿Si, Alonso?

— ¿Qué tienes contra Melissa?

— ¿De qué hablas?

— Vamos, he notado como la tratas, se que ella no te agrada.

— Y estas en lo correcto, no me agrada.

— ¿Por qué?

Sus hombros se tensaron al igual que sus puños.

— Aún sigo sintiendo que es una amenaza para la banda.

— ¿Al menos podrías tratarla mejor?

— No me digas que hacer, yo hago lo que se me da.

— Jesús, por favor, somos amigos, ¿no?

— Eso no te da derecho a decirme lo que tengo que hacer, soy tu manager.

Y sin dejarme si quiera responder salió aprisa de la habitación.

Salí justo después de él, topando me con mis amigos.

— ¡Hey, Alonso! — Me saludó Freddy.

— ¿Cómo sigues?— Preguntó Alan.

— Mucho mejor, gracias. — Les sonreí.

— Jesus dijo que era hora de irnos, justo veníamos a avisarte cuando te vimos salir.

— Entonces vamos.

Sin más caminamos hacia la camioneta para regresar a nuestros hogares.

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Holu.

Mil disculpas por la tardanza ahksgajs subiré más seguido bc vacaciones (o eso espero).

¿Qué les pareció el capítulo?

Espero que hay sido de su agrado.❤️

Sobre lo que les había platicado la otra vez de cambiarle el nombre a la historia, les informo que no será así, la historia conservara su nombre original (un deseo 2), gracias por comentar y darme su opinión y sugerencias.

La pregunta del día es:

¿Cuál es el nombre de la tía de Melissa? (Mamá de Karime).

La ganadora de la vez pasada fue: @JocelinRiveraZermeo ¡Felicidades, el cap va dedicado a ti! 🎉👏

Recuerden que a la primera en contestar la pregunta correctamente le dedicare el siguiente capítulo.

Gracias por sus votos y comentarios, me alegran el día, la noche, el año.

Espero leerlas pronto, nos vemos. ❤️