Un Deseo 2 » a.v

San Valentín. ♡

Aclaración: El especial es aparte de la historia, ósea que no lleva un seguimiento, por lo que Alonso y Melissa están juntos, y aquí él no perdió la memoria.
Disfruten el especial, xoxo.

La rodeé en un abrazo en cuanto la vi.

— Te extrañe.

— Y yo a ti. — Respondí recargando mi barbilla sobre su cabeza.

No la había visto en uhm, ¿tres días? No se exactamente cuantos días fueron pero fue un infierno para mi.

Tantos conciertos que dar, tantos lugares que recorrer, es muy cansado pero divertido a la vez.

Quisiera poder llevarla conmigo y así no tener que extrañarla, pero no puedo, ella tiene una vida aparte, no puede dejarla sólo por mi.

Nos separamos del abrazo y pude verla a los ojos.

— ¿Tienes algo que hacer hoy?— Me preguntó en cuanto rompimos el abrazo.

— Si.— Hice una mueca. — Mi mamá quiere pasar un "tiempo en familia" y me pidió que cancelara todo.

— Oh. —Asintió.

— ¿Quieres venir? No le molestará sí te llevo.

— No, esta bien, no te preocupes. — Sonrió.

No, no estaba bien, la conocía y tenía algo.

— Melissa, ¿qué pasa?

Guardó silencio por unos minutos hasta que por fin se decidió a hablar.

— Alonso... mañana es San Valentín y no hemos tenido un momento nosotros dos solos. — Suspiró. — O tienes que irte, o yo no tengo tiempo de verte, o nos vemos solo unos minutos...

— Lo sé, todo esto es difícil, yo también quiero momentos contigo.— Acaricié su mejilla. — Mañana estaré disponible únicamente para ti durante todo el día, ¿te parece?

— ¿Todo el día?

— Todo el día, solos tu y yo.

— De acuerdo.

Besé su frente.

— Tengo que irme, antes de que mi mamá se enfade. — Reí.

— Esta bien.

— ¿Te parece si nos vemos mañana en la cafetería de aquí cerca? — Pregunté a lo que asintió.

— Me parece perfecto, ¿a las nueve?

— A las nueve estaré. — Le sonreí.

Me acerqué a ella y deposité un beso en sus labios.

— Te amo.

— Yo más.

Me alejé caminando hacia mi auto, mire hacia atrás y la vi aún en la puerta mirándome. Agité la mano de manera de despedida rediciendo uno por parte de ella.

Encendí el motor y conduje a casa, mi familia aún no sabía que ya estaba en la ciudad puesto que lo primero que hice al llegar al aeropuerto fue venir a prisa a casa de Melissa. Tan sólo unos minutos con ella bastaban para que mi alma pudiera estar tranquila el resto del día.

[...]

Me levanté justo a las ocho de la mañana, tenía que correr si no quería llegar tarde a mi cita con Melissa.