Capítulo 29. ♡

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Para cuándo el avión había aterrizado eran las 6:00 p.m y nos encontrábamos a un día de Navidad, siendo así noche buena.

El avión se había retrasado demasiado, por lo que ahora prácticamente tuvimos que correr a nuestros hogares, no sin antes desearnos una feliz Navidad.

Horas antes en el aeropuerto de LA, había tenido una videollamada con Melissa, hablamos un rato sobre todo lo transcurrido en los últimos días, y al final se despidió de mi con un "feliz navidad", aunque para mi no era tan feliz si ella no estaba, pues pasaría la Navidad con sus padres en un pequeño pueblo cerca de aquí.

Mi familia –provenientes de distintos estados de la república– llegaban para estas fechas, mi mamá organizaba la cena, con ayuda de mis tías, mientras que yo juntó a mis primos organizaba un pequeño show para entretenernos antes de la cena, aunque esta vez sería la excepción pues este año no pudimos organizar nada debido a mi viaje hacia LA.

Apenas entré por la puerta, fui recibido con abrazos de todos, y la primera en recibirme fue mi madre.

¡Cariño, que bueno que has vuelto, creí que no llegarías a tiempo!— Beso mi mejilla y sonrió.

El avión se retrasó debido a los tantos vuelos que habían hoy.— Explique adentrandome a mi hogar.

Todos seguían con los preparativos, mi madre estaba con mis tías en la cocina preparando la cena, mientras que mi papá y mis tíos ayudaban con la decoración.

¡Alonso, que alegría verte!—El tío Lalo–como lo llamábamos de cariño– se acercó a saludarme.— Diría que te echaba de menos, pero la verdad es que no, veo tu cara por todas partes, ¡sales en todas las revistas!

Sonreí por su comentario.

Si, lo se, ya me acostumbre a eso.

Estuve un rato ayudándolos a decorar hasta que mi madre literalmente me obligo a que me bañara y arreglara para la cena.

Ah, por cierto.— Dijo antes de que me fuera a cambiar. — Alguien está de visita.

¿Quien?

Ya lo veras, sólo espera.— Sonrió ampliamente.

La mire confundido antes de subir a mi habitación, algo me decía que tramaba algo, pero sin embargo, trate de no pensar en eso por el momento, tarde o temprano lo descubriría.

...

Me mire al espejo una vez más mientras me acomodaba el saco.

Para cuándo baje, mi familia ya estaba reunida en la sala, todos sentados en el sillón — algunos en la sillas del comedor— platicando entre ellos.

Los salude a todos al entrar y tome asiento juntó a Diego.

¿Qué tienen planeado para hoy? — Le pregunte refiriéndome al show que preparábamos cada año.

Ni idea, supongo que tendremos que improvisar.

Asentí de acuerdo y comencé a redactarle una charla sobre mis días fuera de casa.

Cuando iba a media historia, el timbre de la casa sonó.

Alonso, hijo ¿puedes abrir? — Mi madre pidió y guiñó un ojo.

Claramente me confundí por eso, pero aún así me levanté y camine hacia la puerta para abrir.

Siento llegar tarde... Oh, ¿Alonso?

Un Deseo 2 » a.vDonde viven las historias. Descúbrelo ahora