Epílogo. ♡

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Ambos estábamos acostados en el césped de la entrada del hogar de Melissa, con la vista hacia el cielo estrellado.

El cielo está muy bonito hoy ¿no crees? Esta lleno de estrellas, y la luna esta redonda y brillante.

La mire y pude ver las estrellas reflejadas en sus ojos.

Si, así es. — Concordé.

¿Sabes que es en verdad lindo?

¿Qué?

Estar contigo, estar juntos...había soñado con esto toda mi vida, y hoy es realidad. — Suspiró. — A veces pienso que todo esto es un sueño, y que en cualquier momento despertare para enfrentarme con la realidad.

Melissa, esta es la realidad. —Respondí sin quitarle la mirada de encima.— Eres mi sueño hecho realidad, ya te lo había dicho ¿cierto?

Cierto.— Sonrió y regreso la mirada al cielo.— ¡Oh por dios! ¡Alonso! ¿Lo viste? ¡una estrella fugaz! Vamos pide un deseo.

Cerró los ojos con fuerza para pedir su deseo, y yo me quede ahí mirándola, contemplando cada parte de ella y repitiéndome a mi mismo el tipo afortunado que era al tener a Melissa a mi lado.

Cuando abrió a sus ojos me miró.

¿Por qué me ves? ¿Qué no cerraste los ojos? Tenías que cerrarlos para pedir tu deseo, o no se cumplirá.

No los cerré, porque no pedí nada.

Pero, ¿por qué?

Bueno, tu dime, ¿qué más podría pedir si te tengo aquí a mi lado?

Sus ojos seguían clavados en los míos brillando tan fuerte que incluso las estrellas se quedaban cortas, y yo no podía dejar de sonreír y mirarla, porque todo lo que quería ahora estaba frente a mi, porque todos mis deseos se habían cumplido cuando la conocí, porque ella me hacia tan inmensamente feliz, y no podía dejar de amarla ni un sólo instante, porque ella era todo para mi, y sabía, desde ese momento, que era ella la persona indicada, era ella con quien quería pasaría vida entera, y era ella en quien pensaba cuando alguien me decía  "pide un deseo".

the end.

Un Deseo 2 » a.vDonde viven las historias. Descúbrelo ahora