Advertencia⚠️: Lean nota final
Mi vida era genial a mis 19 años.
A primera hora de la mañana me estaba tirando a una tía pelirroja qué estaba encima mía. Mordía mi labio con los ojos cerrados para no ser escandaloso pero me era imposible. Mis jadeos era como la de una tía. Incluso jadeaba más que una propia tía. Casi a llegar a correrme dejaba mi boca abierta y jadeaba fuertemente. Me corría en el condón dejando escapar un joder. Esa pelirroja de pechos grandes se quitaba encima mía y abría mis ojos rápidamente. Ladeaba mi cabeza viendo como se estaba vistiendo. Miraba como se subía la falda de cuero negra y me tiraba su tanga de leopardo en la cara.
-Para qué me recuerdes.-Decía la pelirroja colocándose su cabello bien, y me miraba con una media sonrisa.-
-Será un placer, Alice.-Dije inseguro por su nombre, y pestañeaba mirándola.-
-Soy Eva.-Me recordaba alzando sus cejas, escuchaba como andaba por mi cuarto por sus tacones y salía de mi habitación.-
Cogía el tanga de esa y lo olía pervertidamente. El olor de un coño es maravilloso. Pero tampoco tiene nada de especial. Tiraba el tanga al suelo y me levantaba de la cama desnudo yendo al cuarto de baño. Me dirigía al váter a mear intentando a puntar pero siempre meaba fuera de la tapadera. Que más me da a mí. Si solo vivimos Adam y yo. Y que chollo vivir con un colega. Todo lo paga él. Me la sacudía al terminar de mear y me miraba sonriente con el pelo dislocado. Vamos chico, hoy es tu día. Me decía a mi mismo con una sonrisa.
Me ponía un vaquero a la altura de mi trasero. Una camiseta blanca y de rayas azules. Una chaqueta azul oscura básica. Me peinaba mi pelo negro colocando mi flequillo a un lado y pasaba mi mano por la nuca notando qué mi rapado había crecido. Después de el instituto me pasaré la maquinilla. Me olfateaba a mi mismo. Había agotado la colonia pero daba igual. Olía a esa guarra. El perfume de mujer dicen que huelen mejor.
Salía de la habitación andando por el pasillo y llegaba al salón. Miraba a Adam en la barra americana preparándose unos cereales, pues detrás de la barra estaba la cocina.
-Como gritabas joder Dean.-Adam se puso de manera quisquilloso echando cereales en su tazón.-
-No era yo, era la tía a la que me follaba.-Dije de manera graciosa yendo al taburete alto y me sentaba.-
-Eras tú, conozco perfectamente tus jadeos, jadeas como una chica.-Dijo Adam un tanto molesto dejando de terminar de echarse los cereales y se sentaba en el taburete.-
-No jadeo como una tía, son gritos escandalosos.-
-Lo que digas.-Miraba por encima de la barra y gruño.-La cuchara.-Susurraba bajándose de el taburete.-
-Oye, ¿Tienes papel de liar? Para los porros.-Cogía su tazón mientras Adam buscaba una cuchara en sus cajones.-
-No tío, pensaba que tenías tú.-Se entretenía buscando.-
-Pues no, ni si quiera tengo cigarros.-Ponía mis labios en la taza abiertamente y tragaba la leche y cereales de la taza, hacia una pausa mirándole.- James tendrá el material y esperará papel de liar.-
-Pues compra antes de ir al instituto.-
-Hm.-Nuevamente tomaba de la taza rápidamente antes de qué él se diera la vuelta y dejaba el tazón vacía en la barra, le miraba que aún seguía con el pijama.- Deberías vestirte ya o llegaremos tarde.-
-Yo iré más tarde, vete tú, yo te alcanzo.-
-Muy bien.-Bajaba rápidamente de el taburete para no escuchar la bronca de Adam.-
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El Puto Amo.
RomanceEl querido y guapo de Dean Marshall de 19 años, es un popular mujeriego. Él es pasota, es divertido, es optimista, bastante ligón y eso si, es muy grosero al hablar. En su instituto todos le consideran como el puto amo. Por qué se acuesta con todas...