Capítulo 7.

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Estaba en casa de James cuando le esperaba que se duchara, pues esta era la mía para hablar con Juliette. Me dirigía al cuarto de ella viendo qué estaba sentada en la silla del escritorio, y con un libro. Imaginó que estaría estudiando. Como de costumbre, entraba sin avisarle e iba donde la mesa de escritorio apoyandome mis manos ahí. Le quitaba el libro de repente y hacía como si lo leyera. Ella abría su boca al verme y se levantaba de la silla. Me alejaba de ella subiendo el libro más alto para qué pudiera alcanzarlo y me reía a carcajadas.

-Devuelvemelo Dean.-Decía ella intentando cogerlo, extendía sus dos brazos.-

-¿Qué es esto? ¿Las cincuentas sombras de grey?-Preguntaba sonando pervertido al igual que mi sonrisa y alzaba mis cejas.-

-No tengo tan mal gusto en los libros y no, no es una novela, es literatura.-Dijo mosqueada mientras se me quedaba mirando fijamente.- ¡Dean!-

-Que enana eres de verdad.-Me burlaba de ella bajando el libro lentamente y se lo devolvía.-Y que enfadona.-

-Imbécil.-Me quitaba el libro de manera brusca, lo cerraba, e iba al escritorio dejándolo encima.- ¿Que haces en mi habitación, otra vez? Últimamente estas muy pesado.-Se giraba poniendo una mano en su cintura, me miraba con los ojos entrecerrados.-

-Quería saludarte.-

-Me has visto ciento de veces por casa y apenas me has dirigido más de tres palabras.-

-Eso es mentira.-Dije pestañeando, chasqueaba mis dedos luego.-Ya te he dicho más de tres palabras.-

-¿Que quieres Dean?-

-Vale, no estaré con más rodeos.-Aclaraba mi garganta mirándola y me comenzaba a reír.-Necesitó tu ayuda.-

-¿Para qué?-

-Me gusta una chica y no sé como conquistarla, no es una chica de estas facilona, si no la de toda la vida.-Le ponía una excusa de la más mala, y varias veces me pausaba ya qué la mentira era mala, tocaba mi barbilla mirándola.-Una tía decente.-

-¿Y que quieres que haga yo? ¿eh?-

-Pues como tú también eres una chica decente o eso imaginó, podrías ayudarme.-Me hacía el tonto intentando saber si ella era virgen o no.-

-¿Por qué te iba ayudar?-

-Por qué soy el mejor amigo de tu hermano.-

-Dean no te odio pero tampoco eres de mi agradó.-

-Oh vamos, ¿Ya no recuerdas nuestro verano juntos hace ocho años?-

-Me pegabas chicle en el pelo.-Se toco su pelo liso castaño claro, con reflejos rubios y luego lo soltó, haciendo una mueca.-

-Eramos críos.-Puse pucheros mientras me cruzaba de brazos, tendría que suplicarle.- Por favor Juliette, me gusta mucho esa chica.-

-Yo no sé nada del amor.-Dijo ella riéndose absurdamente mientras negaba.-

-Pero eres chica.-Le señale con el dedo.-Y tu sabes lo que a las chicas os gusta.-

-Si lo sé, pero a lo mejor esa chica o yo no pensamos lo mismo.-

-Ya te digo yo qué sí.-Asentía mientras me reía y me quedaba mirándola fijamente.-

-Te ayudaré si tantos insistes.-

-Bien.-Dije sonriendo victorioso, y pasaba mi mano por el rapado.- Vengo el lunes a tu casa por la tarde.-Alzaba mis cejas mientras iba a la puerta de su cuarto para irme.-

-¡Pero espera!-Dijo sin dejar que terminará la frase, me giraba despacio para verla.-Yo tengo una vida también, tengo que estudiar.-

-Ves series de vampiros.-Me reía de ella, sin darme cuenta ella me miraba mal y me silencie.- Oye, no le digas a tu hermano nada de esto, a mi.. a mi me da vergüenza.-Fingía qué me daba corte y salía de su cuarto cerrando la puerta. Luego miraba de reojo al puerta cerrada, y comenzaba a reírme.-

El Puto Amo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora