Capítulo 12.

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La gente normal qué tiene mi edad estudia, tienen vida social y mayormente los fin de semanas, tienen pareja o "persona especial", van a conciertos, museos, o una fiesta decente.

Yo no era normal. Mi vida todo los putos días eran fiestas. Acostarme con una diferente. Fumar porros. Beber hasta morir. Resacas por la mañana. Yo no tenía que esperar a un triste sábado. Yo era Dean Marshall joder.

El bar de Patrick era nuestra guarida y las tías qué nos habíamos ligado en la plaza de en frente. Aunque James tendría que quedar mirando, las desventajas de tener novia. Terminábamos de tomar el último chupito de tequila y daba un aullido de lobo riéndome a carcajadas. Tenía mi mano en la entre pierna de esa chica de pelo rizado castaño. Es cuando todos decidimos ir a casa.

Andábamos que estaba al lado nuestra casa. James se paraba repentinamente sintiéndose bastante mal por beber tanto.                                                                  
—James.—Dije con una pequeña risa al verle tan borracho, se quedaba mirando al suelo, atontado.— ¿Estas bien?—                                                                        
—Necesito..—Y soltaba todo lo que bebió al suelo, vomitando.—                                                              
Me acercaba a él sin parar de reírme poniendo mi mano en su hombro. Estuvo varios minutos intentando reponer fuerzas y se incorporó limpiándose la boca con su propia camiseta.                                                                              
—Puta bebida de garrafón.—Hablaba James borrachamente con sus ojos apenas lo podía abrir.—                                                                              
—No has comido nada en todo el día James.—Dijo Adam dejando a la chica de su lado y sacaba dinero de su bolsillo, me lo daba a mí.—Compra algo de comer y asi ya cenamos todos.—                                                                             
—¿Donde voy ahora? Es sábado y todo tiene que estar lleno de gente.—Dije un poco protestando.—                                                                                             
—A dónde sea.—Dejaba dinero en mi mano mirándome mal, alzando sus cejas.—No se empezará la fiesta sin ti si es lo que te preocupa.—Dijo refiriéndose a las dos chicas.—                                                                  
—Joder.—Rechistaba guardando el dinero mirando a Adam molestó ya que me una hacer andar como unos veinte minutos y me giraba andando.—                                                                               
Me encendía un cigarro mientras andaba a la pizzería que estaba a dos bloques detrás de dónde el bar de Patrick. Seguro que tardaría horas y horas en que me atendieran...
                                                       
¡Yo quiero follar!

Cuando giré a la derecha para ir directamente recto y andar bastante rápido la acera recta que había que era demasiado camino. En el primer paso de semáforos estaba Juliette hablando por su móvil. Mis pasos ese momento iba poco a poco. Me dedicaba a fumar y mirar como hablaba por su móvil y cruzaba la calle. Cada vez que estaba más cerca de mí, miraba como venía vestida. Pantalones ajustado de color azules muy oscuro. Camiseta negra de cuello alto. Chaqueta de cuero negra. Y unos botines negros que apenas le hacía alta. Tenía su pelo como siempre de liso y sedoso. Y poco maquillada.

Aparentaba más edad con el color negro, pero yo sabiendo cuanto años tenía, la veía como una niña dulce.

Giró su rostro al frente ya que miraba a un lado de la calle y sus pasos se fueron despacio al verme. Me quedaba quieto para qué ella viniera a mí. Yo nunca iba a ir hacia una tía. Por favor. Tiraba el cigarro por la mitad. Ella se reía mirándome llegando casi dónde yo estaba y colgaba su móvil. Lo guardaba en su chaqueta de cuero y se ponía frente mía.

El Puto Amo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora