Juliette
Despertaba para el primer día de clase. Sería el peor de todos. Tener que ver la cara de Dean era para mí un puñal en el pecho. Ha estado toda la semana llamándome aunque decidí no cogerselo. Claramente quería pero no podía. Esta siendo todo bastante difícil desde ese día. Mi hermano ni si quiera me dirige la mirada. Tampoco quiere tocarme. Si lo hace, se limpia de manera de desprecio. Eso me duele. Es mi hermano y le quiero aunque peleemos. Él tiene que entender que las personas se enamoran sin elegir el quién. No elegimos los sentimientos. Simplemente, sentimos.
Pasaba de arreglarme para iniciar nuevamente el curso. Unos simples vaqueros largos. Una camiseta de tirantes en blancas. Y unas deportivas. Me hacía una coleta en mi pelo. Me quedaba mirando en el espejo del baño. Ojalá todo salga bien hoy o lo menos insoportable.
Llegaba al instituto sola. Había mucha gente entrando. Los antiguos y nuevos. Pasaba por el pasillo como podía. La gente estaba eligiendo taquillas. Yo tenía la de siempre, ni si quiera me preocupé. Este año mi clase era la que estaba Dean el año pasado. Menos mal que el pasa de curso. Andaba desanimada hacia mi nueva clase mirando a mis compañeros del año pasado y algunas caras nuevas. Directamente me colocaba en el último pupitre. Quería cambiar de asiento. Siempre estaba adelante y hoy no quería estar donde todos pudieran mirarme. Notaba esta clase más pequeña que la mía. Andaba por el pequeño hueco hasta llegar a mi asiento y suspirar. Miraba mi mesa que estaba en mal estado. ¿Quien haria un destrozo así? Miraba abajo del todo de la mesa. Había un nombre puesto y como no iba ser el nombre. Dean. Resoplaba apartando la mirada, miraba al frente. Ya me estaba agobiando. Sandra entraba de repente y subía mi brazo para que me mirase. Ella capto mi atención e corriendo venía hacía a mi ilusionada. Se ponía a mi lado. Este año íbamos a ponernos en pareja. Me gusta. Y al lado de mi mejor amiga podré estar mucho mejor.
Por fin todos estábamos en nuestros sitio y un profesor entraba. Daba la bienvenida. Presentación. Típico en clase. Mientras el profesor estaba pasando lista. Alguien abría la puerta y era un chico. Ya venía tarde. Todos nos quedábamos mirando a ese chico. Él se quedaba en la puerta agarrando el pomo. No parecía estar seguro de entrar.
—¿Está es la clase de 3B?—Preguntaba ese chico con una voz bastante fina, temblorosa pero masculina.—
—Si, ¿Eres de esta clase?—Preguntó el profesor.—
—Si.—
—¿Como te llamas?—
—Ricky Hamilton.—
—A ver..—El profesor miraba la lista de alumnos, asintió de repente y le volvió a mirar.— Sientese en un sitio libre.—
Ese tal Ricky le asentía andando hacia el único pupitre que había libre. Era a mi derecha. Aunque uno de los primeros. Se sentaba al lado de un chico y el profesor seguía pasando lista. Cuando dijo mi nombre. Subía mi brazo para que me viera y note que me estaban mirando. Bajaba el brazo mirando al chico nuevo que me miraba. Se me quedaba mirando por unos segundos y aparto la mirada. Pobre. Parece desorientado.
*******
Las tres primeras horas de clase sólo era presentación. Cada profesor hablaba de la materia que iban a dar al año. Todo un rollo. Andaba por el pasillo junto a Sandra para ir andando al patio. Había mucha gente y eso me ponía nerviosa. Sandra me cogía del brazo echandome hacia un lado del pasillo, junto a las taquillas.—Vamos a dejar que pasen y luego pasamos nosotras.—Decía Sandra mientras miraba a la gente.—
Asentía sin más mientras me quedaba de brazos cruzados, mirando al suelo.
—¿Como estás? ¿Te encuentras bien?—Preguntaba Sandra amablemente.—
—Por ahora sí, pensaba que hoy iba ser difícil.—
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El Puto Amo.
RomanceEl querido y guapo de Dean Marshall de 19 años, es un popular mujeriego. Él es pasota, es divertido, es optimista, bastante ligón y eso si, es muy grosero al hablar. En su instituto todos le consideran como el puto amo. Por qué se acuesta con todas...