Juliette
La reconciliación había llegado a nuestra relación.
Después de medio año, parece que hemos superado obstáculos y como me alegro de ello.
Dean estaba en mi casa en estos momentos.
Ahora no había nadie, sólo él y yo.
En la cocina.
Ambos estábamos besándonos sin parar.
Podía estar todo el día besándole, sus labios, no se pueden comparar con el de ningún otro.
Escuchamos una puerta de cerrarse, imaginando que era la de casa y ambos nos apartábamos de nuestros labios.
Mirábamos a ver quien iba a entrar.
Mi hermano.
Él entraba a la cocina como si nada y paró al vernos.
Se sorprendió al vernos pero segundos después es como si ya lo hubiera visto venir.
—Hola.—Saludé.—
Entre Dean y mi hermano se podía notar una situación incómoda.
—En la nevera mamá... mamá compró una nueva bebida de cereza.—
¡Que tontería!
Pero quería que la tensión se rompiera.
—James, tu hermana y yo hemos vuelto.—Se pronunciaba Dean de repente, se quedaba mirándole fijamente.—
Han pasado de lo que he dicho, que tonta soy.
Pero Dean parecía directo.
—No me parece mal.—Mi hermano se encogía de hombros.— Pero no significa que tú y yo seamos otra vez amigos.—
Dean asentía lentamente y mi hermano se iba.
Escondía mis labios mirando al suelo.
Vaya, tanto como James como Dean se han mostrado maduro.
—Juliette.—
Sacudi mi cabeza sintiéndome distraída y mire a Dean.
—Tengo que hablar contigo.—
—¿Es algo malo?—
—No.—Negaba, sonriente.—
Él se apartaba de mí yendo a una de las sillas que estaba junto a la mesa y yo hacia lo mismo.
Me sentaba a su lado.
—A ver..—Se reía nerviosamente, mirando hacia la mesa.— Es que me voy a Florida una semana por que quiero ir a ver a mis padres.—
—¿De verdad?—Pregunté alegre por Dean.—
Asentía lentamente.
—¿Y que pasa?—
—Pues ahora que nos hemos reconciliado estaremos una semana separados.—Se pasaba la mano por su nuca, riéndose levemente.—
—Podría ir contigo.—
Que idea tan genial se me acaba de ocurrir.
Pero mis ideas siempre lo son.
—No.—
—¿Por qué no?—
—Por que vas a perder clases durante una semana.—
—Eso no es problema para eso está Sandra para pasarme los apuntes.—
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El Puto Amo.
RomanceEl querido y guapo de Dean Marshall de 19 años, es un popular mujeriego. Él es pasota, es divertido, es optimista, bastante ligón y eso si, es muy grosero al hablar. En su instituto todos le consideran como el puto amo. Por qué se acuesta con todas...